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CREAR TEMA

Martes 09/06/2015, 17:24:31
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Escrito por leandro1980

Dirigir a Independiente implica aceptar que:

1) Se entra a un club donde la barra brava le ganó la pulseada al último presidente (más allá de si Cantero era un imbécil o no, es muy grave que delincuentes que en cualquier país serio estarían presos acá logren hacer renunciar al directivo máximo).

2) Las inferiores están devastadas y no sacan un sólo jugador como la gente. Ayer veía a Vitale y comparaba con Erbes y se me ensombrecía el rostro.

3) Los dirigentes (que gobiernan tolerando a la barra brava) prometen jerarquía y traen a Valencia, Graciani, Aquino, etc.

4) El club está fundido económicamente y si no fuera por el peso de Moyano, que hace jugar su poder de presión mafioso a favor del club cuando puede hacerlo, lloverían pedidos de quiebra

5) Los hinchas exigimos lo que consideramos un derecho adquirido por nuestra historia: ganar títulos. Pero como no se puede tener una presión tributaria subsahariana y pretender un nivel de bienestar escandinavo, seguimos pidiendo éxitos a granel con planteles de B nacional.
Por supuesto que la obligación nuestra es exigir hasta que en algún momento se cumpla con lo que la historia marca, pues de lo contrario terminaríamos convalidando el latrocinio. Pero para el DT que entra, y que tiene que armar el mediocampo con Vitale y Aguilera, no hay posibilidades de satisfacer la necesidad de victorias que tenemos los hinchas.

Pregunto, entonces: ¿qué DT de nivel va a tomar el riesgo enorme de dirigir al rojosabiendo que tiene todo para perder y, si se diera el milagro de ganar algo, difícilmente le paguen?

Agarrar el club hoy es como jugar a la ruleta rusa por medio kilo de vacío. Y eso sólo lo puede aceptar un muerto de hambre. Por eso me sorprende lo de Pellegrino.

La situación de Independiente es tremenda por el contraste con el pasado, pero no es muy distinta de la que se vive permanentemente en el fútbol argentino -- en estos años recientes Huracán, Central, Ñuls, e inclusive Racing, San Lorenzo o River vivieron exactamente lo mismo.

Los DTs y jugadores saben que el fútbol argentino hoy es esto -- con honrosas excepciones.

Pellegrino está sin trabajo. Y además se debe haber quedado "calentito" con el raje que le pegó Verón y con ganas de revancha.