Dice que dudó, pero al final la aceptó.
No solo eso, además se la puso para la conferencia de prensa.
Y bueno....qué se yo. Que la use, la transpire, la haga brillar y que antes de irse (dentro de dos años) nos deje el mejor recuerdo.
Todos sabemos de quién es esa camiseta, pero qué mejor que dársela a alguien que por su juego, por su garra, por su despliegue o por sus goles, pueda volver a ponerla bien arriba, dónde debe estar.
Toda la suerte "yorugua" !!!