CREAR TEMA

Escrito por Barón Rojo_2015

Ah y lo de Calderón te lo dije precisamente porque empezó como Lucero....vino goleador de Estudiantes en el 96....lo trajo Gregorio Perez....de 13 goles en Estudiantes a 2 en Independiente pasó....todos puteandolo...PERRO....MUERTO...SIN SANGRE....JUGADOR DE EQUIPO CHICO...a mi me decian que jugador me gustaba...y decia Calderón....se fue el uruguayo...vino Menotti....fijate lo que fue Calderón con Menotti, pregunta, busca...hace lo que quieras....Menotti lo dejo de delantero con el Panchito....el uruguayo lo hacia bajar hasta el area propia a buscarla mas o menos...casi como tu tio Almiron a Lucero...igualito...y espero que me describas los 100 mano a mano que se erro como para catalogarlo de perro....ojo..se erra 20 y lo puteo yo tambien eh...pero dale espero la catarata esa

Jajaja me ligás con Almirón cuando siempre fui crítico de él??? Fue TU papi Almirón el que trajo a Lucero. Memoria. Si hicimos 33 puntos es porque estaba Montenegro en el equipo que potenció al resto y un delantero digno en el banco como Penco.

No me interesa lo que hayas bancado vos, hubo delanteros que se redimieron tras una mala temporada pero fueron más los casos de los que hicieron agua luego de un mal comienzo. El Gordo Núñez vino como la estrella y fue un desastre hasta su último día. Pacheco vino como la promesa del Atlético y fue horrible. Así hay un montón, pero vos me ponés los ejemplos buenos.

Todo el primer campeonato Lucero jugó acompañado de Pisano y Pizzini como extremos y dio pena. En este campeonato hizo dupla con Albertengo contra Newell's y Sarmiento y fue nefasto. Entró contra Banfield por Albertengo que era el único delantero neto y tuvo un rendimiento flojísimo. Entró el otro día contra Rafaela por Albertengo nuevamente, que había quedado como único delantero definido tras la salida de Vera, y dio asco. Que te reboten las pelotas en un partido puede pasar, pero si te rebotan cada vez que te dan un pase durante un año y a eso le sumás una pésima definición en los mano a mano te convierte en un delantero mediocre.