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Escrito posio2014
Escrito por Uruguayo del Rojo
Ojalá si se retira, por lo menos gane una copa con el Rojo.
Hubiésemos precisado de muchos Méndez, cuando nos jugamos el descenso.
Me gustan los jugadores con actitud, ésta clase de jugadores cuando andan en un buen día, te ganan un partido en 45 minutos.
Es difícil de decirlo. Para los jugadores con pasado en equipos grandes, jugar por el descenso es muy duro.
Los jugadores de clubes grandes se motivan peleando campeonatos, no descensos.
Por eso el Tolo, cuando llegó en 2012, dijo que venía a salir campeón y puso unas fichas a la Sudamericana, creyendo que podía cambiar la mentalidad negativa asociada a pelear por el promedio. Obviamente, la pifió de cabo a rabo, porque le faltaba experiencia en la materia.
Para el jugador de club chico, la cosa es distinta, porque el fantasma del descenso es una realidad cotidiana.
Fíjense que Caruso en sus equipos anti-descenso siempre trata de reclutar jugadores buenos pero de la B, de equipos chicos o juveniles -- tipos que jueguen motivados por ganarse la titularidad en un club de Primera.
En la temporada que lo rescatan a San Lorenzo del descenso, Romagnoli se lesionaba partido por medio, parecía un jugador retirado, aunque dejaba todo en la cancha. A los dos años, cuando jugaba la Copa, parecía un pibe de 25 años.
En cambio, los Bufarini, Gentiletti, Kanneman y compañía se comían la cancha -- aún con sus enormes carencias técnicas
Vargas tuvo esa actitud, de querer salvarse del descenso. Fue un plantel "blandito", salvo por el colombiano,
por Tula y por Morel, que no le daba el físico.
Si se quiere éste planteo de cuidar el resultado, de partidos aburridos pero muy inteligentemente ganados por Pellegrino, es lo que se tenía haber hecho en ese momento.
El Malevo Ferreyra, Santana, Farias, Leguizamón, Zapata, Battión, todos esos precisaban pañales para jugar.
Apuesta a este número 9
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