CREAR TEMA

Hace bastantes meses que Pellegrino está a cargo del primer equipo por lo que creo que ya puede evaluárselo con fundamentos. El agarró un Independiente que jugaba lindo, que hacía de la tenencia de pelota un culto pero que pecaba de inocente y de desequilibrado y, durante la última etapa de Almirón, también de monótono y previsible . Con el sólo hecho de equilibrarlo defensivamente logró que el equipo alcanzará un combo bastante interesante. Seguía jugando bastante bien y logró un interesante equilibrio defensivo. De hecho, en la segunda etapa del campeonato pasado, fue el equipó que más puntos sacó, uno de los más goleadores y de los menos goleados. Pero llegó el verano y el verdadero trabajo de Pellegrino. Acá se vio su naturaleza, la forma que él tiene de ver el fútbol, más emparentada, por cierto, con Rafa Benitez -de quien fue ayudante- que con Guardiola.  Lo otro fue un espejismo.
Independiente empezó a dividir la pelota. A jugarla larga y a buscar el progreso a través de ese mecanismo. Se acabó el juego asociado.
Esto pudo verse en los partidos con Colón, Banfield y Patronato, rivales claramente inferiores que manejaron a su antojo, durante gran parte de los partidos, campo y pelota. Banfield nos dio un peludo bárbaro en el primer tiempo, Patronato nos superó hasta el insólito penal y Colón, a través de Alan Ruiz, nos manejó la pelota durante todo el partido. Nunca manejamos ni el fútbol ni los tiempos. Sólo fuimos contundentes.
Ayer tuvimos enfrente a un rival limitadísimo pero con un DT muy bicho. Nos cedieron campo y pelota y no supimos que hacer. El equipo no está trabajado para eso. No está trabajado para lo que es Independiente. 
No supimos como atacar. No supimos como lastimar. Jugamos por adentro cuando el negocio, como pasa siempre con los equipos que se cierran, estaba por afuera.
La pelota la tenían Cuesta, Pellerano -está pára ir al banco-, el Torito y la Tortuga Ortiz lo que hizo que el equipo fuera lento y previsible. Esa fue la mano de Caruso. 
Señores. Creo que el ciclo está cumplido. El DT no tiene el estilo que tiene que tener un equipo que calce la roja con el escudo del CAI en el pecho.
No hay trabajo. No se cae una idea. No existe una sola jugada preparada en pelota parada. El equipo está lento. 
Defendemos mal y atacamos peor.
Repito. No hay trabajo.
Por todo esto, tal como dije al comentar otro tema, tenemos que ir el sábado al Libertadores a exigir a los dirigentes que esto no continúe, que se busquen perfiles de DT compatibles con nuestra historia y con nuestro gusto. Que los rivales vengan a Avellaneda sabiendo que enfrente está Independiente, Que se nos vuelva a respetar. No puede ser que venga Patronato y nos maneje la pelota, que venga Colón y nos pínte la cara o que Banfield nos pase por arriba. Desde que dejamos de exigir y empezamos a conformarnos con poco comenzó la debacle de nuestro querido Rojo. Basta