Sábado 30/04/2016, 19:38:46
Pellegrino y lo que no se aprende en Europa
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Voy a tratar de ser imparcial. El primer tiempo Independiente, seguramente con mérito de su DT, planteó el partido de forma acertada. No coincido en su visión estética. Pero se paró bien, esperó, y tuvo varias jugadas que, de no ser por la poca jerarquía de sus protagonistas (Ortiz, Aquino, Rigoni), hubiera establecido irse en merecida ventaja al descanso.
Y ahí empiezan los tres errores puntuales de Pellegrino
1) Falta de chispa y de entender códigos. Méndez había tenido un partido, otra más, espantoso. No tendría que haber salido a jugar el segundo tiempo. Pellegrino no solo lo mantuvo, lo expuso a seguir jugando cuando el propio jugador parecía implorar salir del juego. No solo no lo sacó en el primer cambio, lo dejó en evidencia y es responsable de las puteadas que se comió de todo el estadio un jugador que en algun momento muchos adoraban.
2) Falta de lectura. Sus cambios nunca funcionan. Fue injusto que sacara a Aquino. En este equipo de jugadores en mitad de cancha apenas mediocres, este tipo al menos intenta avanzar con la pelota y tocarla a alguno de su mismo equipo. No tiene jerarquía para el Rojo, pero no hay otro para poner porque entra Benítez y es evidente que ya no sirve más. El problema acá es que no se entiende qué partido mira nuestro DT.
3) Falta de convicción. Dijo Verón que este DT no le llega al jugador, y se ve con claridad que eso es cierto. No gana partidos importantes, no ofrece ningún tipo de respuesta ante el primer gol que nos hacen, juegan una final (hoy lo era) con una pasividad pasmosa. Todo eso es por un razón: estos jugadores reflejan lo que les transmite el técnico. No hay convicción, no hay confianza, no hay rebeldía. No pueden vender lo que no pudieron comprar. Esta es la razón por la que considero que, una vez terminado el campeonato (incluso aunque gane los partidos que se juegan por nada que quedan), Pellegrino tiene que dejar de ser nuestro técnico.
La otra reflexión es sobre nosotros. No digo cantar esa canción que dice algo así como "no me importa ganar, ya no me interesa ser campeón, pero pongan huevos". No digo cultivar la cultura del aguante. Pero silbar a los nuestros cuando tienen la pelota, no cantar, no bancar, y tirar el murmullo espantoso ante cada error, estoy seguro que contribuye a que estos jugadores desalmados que no le responden a un técnico sin chispa, estén jugando exageradamente por abajo de su nivel (todos menos Campaña, Cuesta, Taglia, Vera, y alguno que quizás se me escape, pero no mucho más)
Y ahí empiezan los tres errores puntuales de Pellegrino
1) Falta de chispa y de entender códigos. Méndez había tenido un partido, otra más, espantoso. No tendría que haber salido a jugar el segundo tiempo. Pellegrino no solo lo mantuvo, lo expuso a seguir jugando cuando el propio jugador parecía implorar salir del juego. No solo no lo sacó en el primer cambio, lo dejó en evidencia y es responsable de las puteadas que se comió de todo el estadio un jugador que en algun momento muchos adoraban.
2) Falta de lectura. Sus cambios nunca funcionan. Fue injusto que sacara a Aquino. En este equipo de jugadores en mitad de cancha apenas mediocres, este tipo al menos intenta avanzar con la pelota y tocarla a alguno de su mismo equipo. No tiene jerarquía para el Rojo, pero no hay otro para poner porque entra Benítez y es evidente que ya no sirve más. El problema acá es que no se entiende qué partido mira nuestro DT.
3) Falta de convicción. Dijo Verón que este DT no le llega al jugador, y se ve con claridad que eso es cierto. No gana partidos importantes, no ofrece ningún tipo de respuesta ante el primer gol que nos hacen, juegan una final (hoy lo era) con una pasividad pasmosa. Todo eso es por un razón: estos jugadores reflejan lo que les transmite el técnico. No hay convicción, no hay confianza, no hay rebeldía. No pueden vender lo que no pudieron comprar. Esta es la razón por la que considero que, una vez terminado el campeonato (incluso aunque gane los partidos que se juegan por nada que quedan), Pellegrino tiene que dejar de ser nuestro técnico.
La otra reflexión es sobre nosotros. No digo cantar esa canción que dice algo así como "no me importa ganar, ya no me interesa ser campeón, pero pongan huevos". No digo cultivar la cultura del aguante. Pero silbar a los nuestros cuando tienen la pelota, no cantar, no bancar, y tirar el murmullo espantoso ante cada error, estoy seguro que contribuye a que estos jugadores desalmados que no le responden a un técnico sin chispa, estén jugando exageradamente por abajo de su nivel (todos menos Campaña, Cuesta, Taglia, Vera, y alguno que quizás se me escape, pero no mucho más)