Miércoles 11/05/2016, 02:42:30
Cómo labura Milito?
- 0Seguidores
- 56Comentarios
- 7Me gusta
- 19887Vistas
Paso a compartir esta nota que encontré en Olé ya que me pareció interesante y quería conocer sus opiniones:
http://www.ole.com.ar/independiente/cinco-claves-Milito_0_1574242728.html
[b][b]
[/b][b][b] La base es el 4-3-3
[/b][/b][/b]Si bien el fútbol no es geometría y un esquema no siempre explica un funcionamiento, Gabriel Milito dibuja un 4-3-3 en su borrador para comenzar cualquier explicación futbolística. Apuesta a plasmar un orden táctico sobre la cancha, aunque la autoridad para decidir es delegada a los jugadores. Aprendiz de la escuela holandesa, creyente del juego de posesión y devoto de la biblia guardiolista. Si bien en sus genes habita dicho sistema de juego, no dudó en meter mano cuando la situación lo ameritó: contra Olimpo por la Liguilla, por ejemplo, apostó a una linea de tres defensores mientras que ante Racing, por la misma instancia, apeló al 4-4-1-1, con volantes de despliegue y llegada al área rival. En su paso por el Pincha estuvo acompañado por Leandro Avila y Pepi Berscé, quienes fueron sus ayudantes mientras que Horacio Ferrer y David Filomeno actuaron como preparadores físicos.
[b].
Actitud protagonista: [/b]La esencia que pretende implementarles Milito a sus equipos encuentra reflejo en aquel Barcelona que supo respirar en su época de jugador. Atacar constantemente, iniciar las acciones con el primer pase, presionar a su rival en campo contrario, encontrar amplitud por las bandas con sus delanteros y triangulaciones en el centro con los volantes internos. Siempre y cuando el material esté. "No busco inventar posiciones. Si considero que un jugador puede rendirme en un puesto, lo ensayaremos en la semana", había expresado tras su arribó al Pincha
[b].
Idea unificada de juego :[/b]A Milito le gusta que todos tengan el mismo compromiso con la elaboración de juego, poniendo el acento en la palabra 'todos'. Más de un corazón pincharrata sufrió cuando el entrenador exigía que tanto Leandro Desábato como Jonathan Schunke sean los encargados de dar el primer toque en las profundidades de la cancha. En más de una ocasión, su pedido surtió efecto: el elenco contrario presionaba la salida de sus centrales, el mediocampo quedaba descompensado y comenzaban a aparecer los espacios. Este método le dio resultados sobre todo cuando se enfrentó a equipos que le entregaban la iniciativa para explotar los espacios, hecho que suele pasarle a Independiente en un gran porcentaje de sus partidos.[b].
Obsesión por los extremos .[/b][b]Una de las aristas necesarias para que el 4-3-3 sea potable se basa en el abanico de posibilidades que el trio de ataque pueda aportarle al equipo en dicho frente. "Hay sectores de la cancha donde debe aparecer el talento para decidir. Uno de ellos son las bandas", explicó Milito. En Estudiantes encontró intérpretes capaz de llevar adelante su pedido. Ezequiel Cerutti y Carlos Auzqui más Luciano Acosta o Juan Sánchez Miño se encargaron de pisar el aceledador para asistir a, eventualmente, Diego Vera, Guido Carrillo o Gastón Fernández. "Si analizamos ese aspecto, nuestro objetivo debería ser dejar a nuestro delantero en condiciones de beneficio con el defensor rival. Uno contra uno y con espacios", explicó en una entrevista concedida a Marca. ¿Tiene el plantel de Independiente extremos natos? ¿Benítez, Rigoni y Gómez cumplen con estas características? Sería uno de las cuestiones a analizar.
Liderazgo e idolatría: [/b]Milito tenía 20 años cuando Trossero le otorgó la cinta de Independiente. "Es un pibe y les grita a todos. Tiene una personalidad bárbara", había expresado en referencia a Gaby, que por aquel entonces hacía sus primeras armas en la máxima división. De hecho, es el último capitán campeón de torneo local con el Rojo. Y como técnico no varió su personalidad. El caso Andújar es el fiel reflejo: Milito entendía que el puesto de arquero estaba seguro con Hilario Navarro y no modificó su postura pese a lo que despertaba el arquero en el hincha de Estudiantes y la insistencia de Verón para sumar al ex Napoli. En Independiente tiene espalda para tomar este tipo de decisiones, y ya demostró que no le tiembla el pulso para hacerlo.
http://www.ole.com.ar/independiente/cinco-claves-Milito_0_1574242728.html
[b][b]
[/b][b][b] La base es el 4-3-3
[/b][/b][/b]Si bien el fútbol no es geometría y un esquema no siempre explica un funcionamiento, Gabriel Milito dibuja un 4-3-3 en su borrador para comenzar cualquier explicación futbolística. Apuesta a plasmar un orden táctico sobre la cancha, aunque la autoridad para decidir es delegada a los jugadores. Aprendiz de la escuela holandesa, creyente del juego de posesión y devoto de la biblia guardiolista. Si bien en sus genes habita dicho sistema de juego, no dudó en meter mano cuando la situación lo ameritó: contra Olimpo por la Liguilla, por ejemplo, apostó a una linea de tres defensores mientras que ante Racing, por la misma instancia, apeló al 4-4-1-1, con volantes de despliegue y llegada al área rival. En su paso por el Pincha estuvo acompañado por Leandro Avila y Pepi Berscé, quienes fueron sus ayudantes mientras que Horacio Ferrer y David Filomeno actuaron como preparadores físicos.
[b].
Actitud protagonista: [/b]La esencia que pretende implementarles Milito a sus equipos encuentra reflejo en aquel Barcelona que supo respirar en su época de jugador. Atacar constantemente, iniciar las acciones con el primer pase, presionar a su rival en campo contrario, encontrar amplitud por las bandas con sus delanteros y triangulaciones en el centro con los volantes internos. Siempre y cuando el material esté. "No busco inventar posiciones. Si considero que un jugador puede rendirme en un puesto, lo ensayaremos en la semana", había expresado tras su arribó al Pincha
[b].
Idea unificada de juego :[/b]A Milito le gusta que todos tengan el mismo compromiso con la elaboración de juego, poniendo el acento en la palabra 'todos'. Más de un corazón pincharrata sufrió cuando el entrenador exigía que tanto Leandro Desábato como Jonathan Schunke sean los encargados de dar el primer toque en las profundidades de la cancha. En más de una ocasión, su pedido surtió efecto: el elenco contrario presionaba la salida de sus centrales, el mediocampo quedaba descompensado y comenzaban a aparecer los espacios. Este método le dio resultados sobre todo cuando se enfrentó a equipos que le entregaban la iniciativa para explotar los espacios, hecho que suele pasarle a Independiente en un gran porcentaje de sus partidos.[b].
Obsesión por los extremos .[/b][b]Una de las aristas necesarias para que el 4-3-3 sea potable se basa en el abanico de posibilidades que el trio de ataque pueda aportarle al equipo en dicho frente. "Hay sectores de la cancha donde debe aparecer el talento para decidir. Uno de ellos son las bandas", explicó Milito. En Estudiantes encontró intérpretes capaz de llevar adelante su pedido. Ezequiel Cerutti y Carlos Auzqui más Luciano Acosta o Juan Sánchez Miño se encargaron de pisar el aceledador para asistir a, eventualmente, Diego Vera, Guido Carrillo o Gastón Fernández. "Si analizamos ese aspecto, nuestro objetivo debería ser dejar a nuestro delantero en condiciones de beneficio con el defensor rival. Uno contra uno y con espacios", explicó en una entrevista concedida a Marca. ¿Tiene el plantel de Independiente extremos natos? ¿Benítez, Rigoni y Gómez cumplen con estas características? Sería uno de las cuestiones a analizar.
Liderazgo e idolatría: [/b]Milito tenía 20 años cuando Trossero le otorgó la cinta de Independiente. "Es un pibe y les grita a todos. Tiene una personalidad bárbara", había expresado en referencia a Gaby, que por aquel entonces hacía sus primeras armas en la máxima división. De hecho, es el último capitán campeón de torneo local con el Rojo. Y como técnico no varió su personalidad. El caso Andújar es el fiel reflejo: Milito entendía que el puesto de arquero estaba seguro con Hilario Navarro y no modificó su postura pese a lo que despertaba el arquero en el hincha de Estudiantes y la insistencia de Verón para sumar al ex Napoli. En Independiente tiene espalda para tomar este tipo de decisiones, y ya demostró que no le tiembla el pulso para hacerlo.