Lunes 26/09/2016, 19:03:10
"Toquecito" vs Verticalidad
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No hay un receta única para jugar bien el fútbol. Hay tantas como acciones se presenten en un partido; como bien se sabe, los rivales también juegan.
Al fútbol se gana haciendo más goles que el rival y hasta ahora no se han registrado casos de goles pergeñados sin la pelota (abstenerse por favor de postear goles en contra bizarros).
Sin embargo, uno puede defenderse sin la pelota (el fútbol es absolutamente democrático y cualquiera puede jugarlo).
La inmensa mayoría (por no decir todos los aficionados y expertos) concluye, no obstante, que es mucho mejor defenderse con la pelota, con lo cual queda poco terreno para el debate : es mejor tener la pelota que no tenerla.
El Barcelona hizo historia grande, no sólo por los logros deportivos conseguidos sino (acaso el logro más importante) por volver a hacer de la tenencia de la pelota un valor esencial del juego.
Claramente Barcelona hay uno solo, para el resto de los mortales puede ser mortíferamente aburrido la posesión sin verticalidad y viceversa.
Los españoles combinan las dos artes de manera magistral. Cualquier equipo de fútbol que pretenda "acercarse" a tamaña demostración deberá inexorablemente empezar con la posesión de la pelota. Hacerse amigo, quererla como a la mujer amada.
Hasta los "prácticos" alemanes se dieron cuenta que volver a las bases del juego no era una locura.
Es más que obvio que llegar a altos niveles lleva muchísimo tiempo y esfuerzo (probablemente menos que los que la repetida impaciencia de los simpatizantes genera).
El negocio creciente del fútbol hizo del resultadismo y la "practicidad" su gran punto de apoyo. En realidad creó el resultadismo. Lo único que importa es ganar, lo demás es irrelevante y hasta condenable.
El espíritu amateur por fortuna todavía sigue vivo, aún en el corazón de los resultadistas a ultranza : no conozco a nadie que le guste el fútbol que sólo mire los resultados impresos una vez finalizado el juego.
Y si los partidos se miran, es porque en el fondo todavía interesa el cómo.Si interesa el cómo, hay que tener paciencia. No se puede tocar una composición de Beethoven sin primero saber solfear.
Milito está en el camino correcto. Tenemos un plantel más que aceptable como hacía mucho no teníamos. Si no lo echamos dentro de 10 o 20 fechas estamos para cosas importantes.
Bajando la ansiedad resultadista también vamos a contribuir a la soltura de los jugadores, quienes son en definitiva los que toman las decisiones futbolísticas en vivo y en directo, con un rival de carne y hueso que quiere imponer lo suyo y no frente a un pizarrón.
Sólo entonces podrá verse el milagro que algún volante se acerque a Figal cuando éste es salida, que Cuesta rompa líneas y se juegue la personal o que Milito no pierda su laburo si pierde 3 partidos seguidos.
Al fútbol se gana haciendo más goles que el rival y hasta ahora no se han registrado casos de goles pergeñados sin la pelota (abstenerse por favor de postear goles en contra bizarros).
Sin embargo, uno puede defenderse sin la pelota (el fútbol es absolutamente democrático y cualquiera puede jugarlo).
La inmensa mayoría (por no decir todos los aficionados y expertos) concluye, no obstante, que es mucho mejor defenderse con la pelota, con lo cual queda poco terreno para el debate : es mejor tener la pelota que no tenerla.
El Barcelona hizo historia grande, no sólo por los logros deportivos conseguidos sino (acaso el logro más importante) por volver a hacer de la tenencia de la pelota un valor esencial del juego.
Claramente Barcelona hay uno solo, para el resto de los mortales puede ser mortíferamente aburrido la posesión sin verticalidad y viceversa.
Los españoles combinan las dos artes de manera magistral. Cualquier equipo de fútbol que pretenda "acercarse" a tamaña demostración deberá inexorablemente empezar con la posesión de la pelota. Hacerse amigo, quererla como a la mujer amada.
Hasta los "prácticos" alemanes se dieron cuenta que volver a las bases del juego no era una locura.
Es más que obvio que llegar a altos niveles lleva muchísimo tiempo y esfuerzo (probablemente menos que los que la repetida impaciencia de los simpatizantes genera).
El negocio creciente del fútbol hizo del resultadismo y la "practicidad" su gran punto de apoyo. En realidad creó el resultadismo. Lo único que importa es ganar, lo demás es irrelevante y hasta condenable.
El espíritu amateur por fortuna todavía sigue vivo, aún en el corazón de los resultadistas a ultranza : no conozco a nadie que le guste el fútbol que sólo mire los resultados impresos una vez finalizado el juego.
Y si los partidos se miran, es porque en el fondo todavía interesa el cómo.Si interesa el cómo, hay que tener paciencia. No se puede tocar una composición de Beethoven sin primero saber solfear.
Milito está en el camino correcto. Tenemos un plantel más que aceptable como hacía mucho no teníamos. Si no lo echamos dentro de 10 o 20 fechas estamos para cosas importantes.
Bajando la ansiedad resultadista también vamos a contribuir a la soltura de los jugadores, quienes son en definitiva los que toman las decisiones futbolísticas en vivo y en directo, con un rival de carne y hueso que quiere imponer lo suyo y no frente a un pizarrón.
Sólo entonces podrá verse el milagro que algún volante se acerque a Figal cuando éste es salida, que Cuesta rompa líneas y se juegue la personal o que Milito no pierda su laburo si pierde 3 partidos seguidos.
El buen jugador no brilla. Brilla el juego que produce ese jugador. Y a veces brillan por él jugadores menos jugadores que aquel que hace brillar el juego. Dante Panzeri.