Sábado 15/10/2016, 22:08:36
Triste realidad.
- 0Seguidores
- 27Comentarios
- 4Me gusta
- 7531Vistas
Esto es lo que tenemos: una realidad triste, apática, gris. Ver a Independiente jugar así no me genera bronca: me pone mal, triste. Lo que más duele de todo es la falta de actitud: yo no pido que terminen con cuatro expulsados y en un escándalo, pero es increíble como cualquier club viene a nuestra cancha y se hace dueño sin que reaccionemos. Podés tener un mal partido, pero no una mala actitud.
¿Para qué quieren el desempate con Tucumán? ¿Para jugar como hoy? No hay ganas, muchachos. Y empiezo a sentir que a los jugadores mucho no les importa. Uno se da cuenta que la actitud es horrenda cuando no podés darle ni un pase bien a un compañero que está a dos, tres metros. No se hablan, ni siquiera se putean de bronca. Nada. Todo muy light, muy descorazonado. Declaran ante los medios muy tibios, todo muy medido, cuidado. Ninguno sale a decir "estamos jugando como el orto". Nadie sale a hablar re caliente porque Tucumán te acaba de pegar un baile escandaloso en tu cancha. Nada. Los muchachos se van a bañar, y cada uno por su lado. Otro día choto en el trabajo.
De nuevo: nadie pide ni que sean salvajes en la cancha ni que le peguen a un periodista ni cosas que no corresponden. Pero si esperaría signos de rebeldía, de no bancarsela, de que realmente les jode dar asco en la cancha. Pero no. Te ponen esa carita de póquer, repiten los consabidos y trillados "es un mal momento", "hay que seguir trabajando", "tenemos que mejorar y tirar para adelante" y siguen las firmas.
Y mientras tanto uno, que es hincha a rabiar del Rojo, ve como estos muchachos sin sangre se devoran otro técnico, que para peor es el Mariscal. Y eso no me genera bronca: bronca me da uno, dos partidos jugados mal. Esto me genera tristeza y ganas de no ver los partidos.
El dicho dice "cuando tocás fondo solo queda subir". Y lo peor es que ni siquiera sé si tocamos fondo.
¿Para qué quieren el desempate con Tucumán? ¿Para jugar como hoy? No hay ganas, muchachos. Y empiezo a sentir que a los jugadores mucho no les importa. Uno se da cuenta que la actitud es horrenda cuando no podés darle ni un pase bien a un compañero que está a dos, tres metros. No se hablan, ni siquiera se putean de bronca. Nada. Todo muy light, muy descorazonado. Declaran ante los medios muy tibios, todo muy medido, cuidado. Ninguno sale a decir "estamos jugando como el orto". Nadie sale a hablar re caliente porque Tucumán te acaba de pegar un baile escandaloso en tu cancha. Nada. Los muchachos se van a bañar, y cada uno por su lado. Otro día choto en el trabajo.
De nuevo: nadie pide ni que sean salvajes en la cancha ni que le peguen a un periodista ni cosas que no corresponden. Pero si esperaría signos de rebeldía, de no bancarsela, de que realmente les jode dar asco en la cancha. Pero no. Te ponen esa carita de póquer, repiten los consabidos y trillados "es un mal momento", "hay que seguir trabajando", "tenemos que mejorar y tirar para adelante" y siguen las firmas.
Y mientras tanto uno, que es hincha a rabiar del Rojo, ve como estos muchachos sin sangre se devoran otro técnico, que para peor es el Mariscal. Y eso no me genera bronca: bronca me da uno, dos partidos jugados mal. Esto me genera tristeza y ganas de no ver los partidos.
El dicho dice "cuando tocás fondo solo queda subir". Y lo peor es que ni siquiera sé si tocamos fondo.