CREAR TEMA

Escrito por rober58

La historia de cada club es distinta, entre nosotros y los cuervos.
Nos guste o no, Independiente tiene una muy pesada historia: la de logros increíbles y jugadores fenomenales.
Eso pone la vara bien arriba y los hinchas no nos acostumbramos a lo mediocre.
En eso creo que todos vamos a estar de acuerdo aunque esa buena época haya finalizado hace rato.
No digo que vivimos del pasado pero no estamos dispuestos a quedar afuera de todo. Nunca.
Las decepciones cuando no clasificamos son muchas y la tolerancia siempre ronda el cero.
Para los cuervos es distinto: nunca fueron protagonistas, salvo alguna que otra buena participación de cabotaje producto de muy buenos jugadores (los Cara Sucias, los Matadores, los Camboyanos y casi que pará de contar).
Para ellos, lo actual es como vivir un cuento de Hadas. Casi que tocan el cielo con las manos y fíjense que apenas consiguieron un par de copas y nada más.
Pero claro...tienen a Tinelli, la TV, toda la plata y...quién se anima a decirle que "no" a este pelotudo???
Pero cuando tuvo que descender a la realidad de la AFA...se fue al pasto.
Y a los jugadores lo que les pasa es que están en la cresta de la ola, ganan bien, triunfan seguido y así es como ganan confianza y les salen todas.
Los buenos parecen holandeses, los mediocres parecen buenos y los malos...brillan como buenos (esta idea ya la dijo alguien antes que yo en este mismo topic).
Obvio: institucionalmente está todo ok, no deben nada, son una máquina de facturar... Viven su "década del 70" como la vivió Independiente por entonces, cuando nosotros estábamos derechos para todo y en todo sentido.
Lo que pasa es que en ese entonces no éramos "mediáticos" como el forro de tinelli, ni había cable, internet, etc.
Si hoy viviéramos la década del 70, Independiente sería más que el Barcelona...
Son etapas.

San Lorenzo tuvo su época dorada entre 1968 y 1975. En esos años, ganaron 4 campeonatos, fueron protagonistas en casi todos los otros torneos, peleaban arriba siempre.

Después vinieron los 21 años sin títulos, los 12 años sin cancha, el descenso a la B Metro. Cuando se terminó la época dorada, el club estaba hecho mierda y, a la vez, la vara estaba muy alta. Ese es el cocktail explosivo para cualquier club grande.