Martes 13/12/2016, 09:04:39
Este es el camino...
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“Este es el camino”El Rojo logró dos triunfos desde que hizo del pelotazo una estrategia y algunos jugadores consideran que deben continuar por esa línea para obtener resultados.
La dolorosa derrota frente a Racing (0-3) amenazaba con ser el preludio de un cataclismo en el mundo Independiente. Vaya paradoja, el Rojo ganó los dos partidos posteriores al clásico y la Academia cayó en ambos. El cielo y el infierno parecen estar tan cerca como el Libertadores de América y el Cilindro. Todo cambió de forma abrupta en apenas dos semanas. Y es literal: Gabriel Milito incluso varió la idea que antes defendía con inquebrantable convicción. De procurar salir jugando a hacer del pelotazo una estrategia también parece haber apenas un paso de distancia. O un enorme paso en falso, como el que Independiente dio en el derby de Avellaneda.
Las declaraciones de los jugadores, habitualmente susceptibles a lo que dictan los resultados, pegaron un giro drástico en cuanto a su contenido. Los futbolistas están transitando un momento de inseguridad y salieron a dejarle un mensaje contundente al entrenador: se sienten más cómodos apostando al juego directo para saltear líneas que apelando a la tenencia. En definitiva, no disponen de las indispensables reservas de confianza para administrar la pelota con criterio y arriesgar con pases ofensivos. Es por eso que se inclinan por un juego más simple, que requiere menor elaboración. “Este es el camino que tenemos que seguir para terminar bien. Vamos a tener un partido muy duro contra Banfield, pero si seguimos jugando de esta forma seguramente podremos cerrar el año de la mejor manera”, expresó Maxi Meza, quien abrió el partido ante Colón (2-0) con un golazo.
Víctor Cuesta, que en Santa Fe portó la cinta de capitán por la ausencia de Hernán Pellerano, coincidió con el ex Gimnasia: “Teníamos que ratificar lo bueno que habíamos hecho frente a River, que había sido el triunfo. Variamos en cuanto a las formas y tratamos de mezclar juego corto con largo. Nuestra línea era otra, pero en el fútbol argentino mandan los resultados y en los últimos dos partidos los conseguimos”.Milito desea volver a las fuentes el año próximo, pero no le resultará sencillo convencer a los futbolistas de que retornen a una idea que hasta el momento sólo los condujo hacia la acumulación de frustraciones. Ese será su desafío principal para el próximo semestre. Tendrá un mes de pretemporada para trabajar sobre la idea original y lograr el funcionamiento que no pudo conseguir durante el último receso, el más largo de la historia del fútbol argentino. Su estrategia consistirá en regresar al libreto de forma gradual para que los futbolistas vayan recuperando la confianza. “Nuestro problema es que no nos animamos a arriesgar en los pases y es por eso que durante la semana trabajamos una cosa y en los partidos, por miedo a perderla, hacemos otra”, admitió Pellerano. Más claro imposible.
La dolorosa derrota frente a Racing (0-3) amenazaba con ser el preludio de un cataclismo en el mundo Independiente. Vaya paradoja, el Rojo ganó los dos partidos posteriores al clásico y la Academia cayó en ambos. El cielo y el infierno parecen estar tan cerca como el Libertadores de América y el Cilindro. Todo cambió de forma abrupta en apenas dos semanas. Y es literal: Gabriel Milito incluso varió la idea que antes defendía con inquebrantable convicción. De procurar salir jugando a hacer del pelotazo una estrategia también parece haber apenas un paso de distancia. O un enorme paso en falso, como el que Independiente dio en el derby de Avellaneda.
Las declaraciones de los jugadores, habitualmente susceptibles a lo que dictan los resultados, pegaron un giro drástico en cuanto a su contenido. Los futbolistas están transitando un momento de inseguridad y salieron a dejarle un mensaje contundente al entrenador: se sienten más cómodos apostando al juego directo para saltear líneas que apelando a la tenencia. En definitiva, no disponen de las indispensables reservas de confianza para administrar la pelota con criterio y arriesgar con pases ofensivos. Es por eso que se inclinan por un juego más simple, que requiere menor elaboración. “Este es el camino que tenemos que seguir para terminar bien. Vamos a tener un partido muy duro contra Banfield, pero si seguimos jugando de esta forma seguramente podremos cerrar el año de la mejor manera”, expresó Maxi Meza, quien abrió el partido ante Colón (2-0) con un golazo.
Víctor Cuesta, que en Santa Fe portó la cinta de capitán por la ausencia de Hernán Pellerano, coincidió con el ex Gimnasia: “Teníamos que ratificar lo bueno que habíamos hecho frente a River, que había sido el triunfo. Variamos en cuanto a las formas y tratamos de mezclar juego corto con largo. Nuestra línea era otra, pero en el fútbol argentino mandan los resultados y en los últimos dos partidos los conseguimos”.Milito desea volver a las fuentes el año próximo, pero no le resultará sencillo convencer a los futbolistas de que retornen a una idea que hasta el momento sólo los condujo hacia la acumulación de frustraciones. Ese será su desafío principal para el próximo semestre. Tendrá un mes de pretemporada para trabajar sobre la idea original y lograr el funcionamiento que no pudo conseguir durante el último receso, el más largo de la historia del fútbol argentino. Su estrategia consistirá en regresar al libreto de forma gradual para que los futbolistas vayan recuperando la confianza. “Nuestro problema es que no nos animamos a arriesgar en los pases y es por eso que durante la semana trabajamos una cosa y en los partidos, por miedo a perderla, hacemos otra”, admitió Pellerano. Más claro imposible.