Escrito por MAGENTA CORAZON
Cada vez que leo esto de la exigencia de la gente creo que nos están tomando el pelo. Yo soy socio vitalicio del rojo, voy a la cancha, y sinceramente no veo que la gente insulte demasiado . . . hasta que por supuesto termina el partido y harta de que todo es tan malo chifla un poquito.
Vi en el partido contra Tigre, San Lorenzo, hasta el último con Banfield . . . que se alentaba, alguno mirábamos sin poder creer el desastre que vemos . . . pero pocos insultaban o silbaban hasta los 30/35 minutos del segundo tiempo. No entiendo como los caraduras de los jugadores dicen que sienten presión.
También escucho algunos programas partidarios que repiten incansablemente esto de la presion de la gente . . .
Nunca en mi vida vi tanta gente ir a la cancha para ver lo que lamentablemente se ve . . .
Recuerdo en mi adolescencia cuando ganamos en el 71 el campeonato, última fecha, contra Velez . . . no había ni la mitad de la cancha llena . . .NI LA MITAD!! Había posibilidad de salir campeones, a un punto del primero, y la gente desmoralizada no quería ver el salir SEGUNDOS . . . La gente empezó a venir a la doble visera cuando se iba enterando que perdía el puto Velez . . .
Nos decían amargos tal vez con razón, porque no se avalaba cualquier boludez yendo a aplaudir . . . en fin. Todo es discutible, pero que hoy la gente del rojo es "impaciente" es lo último que pensaba leer . . .
Estoy totalmente de acuerdo con vos. Yo tengo 33 y hasta fines de los 90 te diría, la cancha cuando el rojo jugaba como ahora y no se movía de mitad de tabla estaba vacía. Nunca hubo tanta gente en la cancha haciendo "el aguante" como desde que Cantero habilitó nuevamente la inscripción de socios.
La verdad yo soy de los que creen que hay que ir a ver al equipo jugar e intentar ganar, el equipo contagia a la gente, El futbol y los huevos de los jugadores hacen que la gente quiera gritar, alentar, ir por más. Nadie canta una canción puteando antes de una jugada, ni murmulla contra un Toledo o un Sanchez Miño antes que erren el cuarto pase seguido, o le ganen la espalda por tercera vez seguida.