Lunes 31/12/2018, 00:26:00
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Parece que a muchos les cuesta entender que el año pasado se incorporaron muchos jugadores porque había que jugar torneo local, Copa Argentina y Copa Libertadores, y ahora hay plantel de sobra y hay que vender. Como siempre hizo Independiente.
Parece que a muchos les cuesta entender que cuando los jugadores se quieren ir se van. Lamentablemente no hay ningún Bochini en este plantel pero, por lo tanto, no hay ningún indispensable.
Parece que a muchos les cuesta entender que hace más de veinte años no teníamos un DT que durara dos años en su cargo.
Parece que a muchos les cuesta entender que durante todo el siglo XXI (hasta 2013) estuvimos peleando por no descender (hasta que descendimos). Salvo en 2002 con ese equipo alquilado y temeroso que estuvo a punto de perder el campeonato, que el torneo anterior había salido último y el siguiente volvió a quedar entre los últimos. Y también salvo en 2010 con Gallego y luego con el equipo que terminó ganando la primera Sudamericana y luego volvió a quedar último.
Parece que a muchos les cuesta entender que a partir de 2014 volvimos a ser un equipo respetable y que en 2017 y 2018 volvimos a ganar copas en dos años seguidos. La última vez había sido en 1994 y 1995.
Más allá de las dos copas ganadas, volvimos a jugar la Libertadores después de años, pero evidentemente no nos querían en la final. Si no ¿cómo se explican los cuatro goles mal anulados en sólo seis partidos de fase de grupos? Si hubieran sido convalidados uno o dos (contra Millonarios en Colombia o Corinthians en Avellaneda, por ejemplo) hubiéramos salido primeros y hubiéramos tenido un fixture más accesible definiendo de local.
La copa la gana uno solo y nos ganó el que hasta ese momento era el mejor equipo, un poco por mala suerte -dos pelotas en los palos en Avellaneda- y otro poco por una nueva mala praxis (no vale la pena recordar lo que pasó en Núñez ¿no?).
Es decir: sólo por detallecitos no eliminamos al que fue campeón.
Si hacemos las cosas como no acostumbramos hacer en Argentina, es decir, si somos humildes y seguimos bancando un proyecto de trabajo serio que demostró ser positivo y logró resultados, seguro vamos a ser cada vez más competitivos y los campeonatos van a seguir llegando.
Los que siguen sin entender quizá prefieran volver a vivir lo que se vivió entre 1999 y 2013.
Parece que a muchos les cuesta entender que cuando los jugadores se quieren ir se van. Lamentablemente no hay ningún Bochini en este plantel pero, por lo tanto, no hay ningún indispensable.
Parece que a muchos les cuesta entender que hace más de veinte años no teníamos un DT que durara dos años en su cargo.
Parece que a muchos les cuesta entender que durante todo el siglo XXI (hasta 2013) estuvimos peleando por no descender (hasta que descendimos). Salvo en 2002 con ese equipo alquilado y temeroso que estuvo a punto de perder el campeonato, que el torneo anterior había salido último y el siguiente volvió a quedar entre los últimos. Y también salvo en 2010 con Gallego y luego con el equipo que terminó ganando la primera Sudamericana y luego volvió a quedar último.
Parece que a muchos les cuesta entender que a partir de 2014 volvimos a ser un equipo respetable y que en 2017 y 2018 volvimos a ganar copas en dos años seguidos. La última vez había sido en 1994 y 1995.
Más allá de las dos copas ganadas, volvimos a jugar la Libertadores después de años, pero evidentemente no nos querían en la final. Si no ¿cómo se explican los cuatro goles mal anulados en sólo seis partidos de fase de grupos? Si hubieran sido convalidados uno o dos (contra Millonarios en Colombia o Corinthians en Avellaneda, por ejemplo) hubiéramos salido primeros y hubiéramos tenido un fixture más accesible definiendo de local.
La copa la gana uno solo y nos ganó el que hasta ese momento era el mejor equipo, un poco por mala suerte -dos pelotas en los palos en Avellaneda- y otro poco por una nueva mala praxis (no vale la pena recordar lo que pasó en Núñez ¿no?).
Es decir: sólo por detallecitos no eliminamos al que fue campeón.
Si hacemos las cosas como no acostumbramos hacer en Argentina, es decir, si somos humildes y seguimos bancando un proyecto de trabajo serio que demostró ser positivo y logró resultados, seguro vamos a ser cada vez más competitivos y los campeonatos van a seguir llegando.
Los que siguen sin entender quizá prefieran volver a vivir lo que se vivió entre 1999 y 2013.