Jueves 13/06/2019, 12:14:32
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Entiendo que hay varios problemas en ser quienes somos a la hora de las contrataciones. Las detallo según mi parecer (y algunas muy a mi pesar):
1) Somos, después de Boca y River, el club con mayor proyección en cuanto a la relevancia que tenemos como Club. Eso hace que los jugadores que vengan esperen ganar mucha plata, y usarnos como vidriera (hace falta jugar bien para eso). Por eso creo que, sobre todo los representantes, piden contratos muy altos.
2) La Dirigencia comprende a tres personas en Independiente, Moyano padre, Moyano hijo y Maldonado. Mas allá de su aprendizaje como directivos de club en los últimos años, creo su extracción sindical los hace negociadores constantes, pero en términos diferentes a los que están acostumbrados. Es muy difícil ejercer más fuerza que la plata que tenés a la hora de traer refuerzos, lo que creo que los descoloca. No pueden forzar una contratación como en una paritaria, no tienen poder de fuego.
3) El club aún mantienen deudas importantes, lo que hace que ciertas cantidades de plata (de ventas de jugadores por ejemplo) vayan a parar a cubrir eso. Ha habido cierta licuefacción de la misma, porque había mucha en pesos, que producto de la inflación, se hizo más fácil de pagar.
4) Las contrataciones más importantes se hicieron en Enero 2018 y Enero 2019 a pedido de Holan. Algunas han decepcionado por el monto invertido y otras parecen auspiciosas. Las ventas que se hicieron provocaron un deficit importantísimo en lo futbolístico, y el alma del club son los logros deportivos, mientras gastes mucho y se gane poco la balanza de incorporaciones siempre te va a dar negativa.
5) Costo-Beneficio, similar a lo anterior, lo que vinieron todavía no pudieron realmente reeemplazar a los que se fueron, no solo en entregar un desempeño similar sino también en lograr una dinámica que sea del gusto del hincha. La entrega como medida de base, el talento como requisito y la inteligencia futbolística como obligación. Independiente lo ha hecho en otras épocas y lo volverá a hacer.
6) Por último la suerte, que aunque no sea una variable controlable sigue siendo determinante cuando la pelota pega en el palo y se va, o le pega en la espalda al arquero y entra aunque sea de chiripa.