Escrito por tipocalienteMe hace acordar a la plancha de Pinola. Más papistas que el papa.
Era amarilla (como mínimo) y roja...
Lo más admirable es la calma, la caballerosidad deportiva
de nuestros jugadores.
Ni una protesta, ni un empujón...
El árbitro los muñequeó y ellos, mansos, tranquilos,
sin nervios, sin enojo.
Nuestros futbolistas son budistas zen.