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Lunes 23/11/2015, 08:13:57
Top 8: guerreros argentinos históricos
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                                                        NÚMERO 1: JOSÉ DE SAN MARTÍN

                                                      


José Francisco de San Martín y Matorras (nacido en Yapeyú, 25 de febrero de 1778-Boulogne-sur-Mer, fallecido el 17 de agosto de 1850) fue un militar cuyas campañas fueron decisivas para las independencias de la Argentina, Chile y Perú.
En Argentina se lo reconoce como el «padre de la Patria» y el «Libertador», y se lo valora como el principal héroe y prócer del panteón nacional. En Perú también se lo recuerda como el «Fundador de la Libertad del Perú», el «Fundador de la República», el «Generalísimo de las Armas» y el «Libertador» del país. El Ejército de Chile le reconoce el grado de capitán general.

Existen dos teorías en torno a la supuesta filiación masónica del general José de San Martín, que generaron polémicas durante varios años.
Mientras diversos historiadores afirman que en ningún momento ingresó en una logia masónica regularmente constituida, hay otros que aseguran lo contrario. Entre los primeros, se argumenta que la totalidad de las logias con las que mantuvo contacto a lo largo de su vida, principalmente la Lautaro, no eran estrictamente masónicas, sino que habrían sido únicamente grupos revolucionarios que tomaron como base de su organización elementos y símbolos masónicos que serían funcionales a su carácter de sociedad secreta.

Los documentos, no obstante, demuestran que se trataría de una logia operativa, no en el sentido literalmente constructivo como es el caso de las cofradías medievales, sino que ostentaría objetivos revolucionarios. Por su parte, el historiador Emilio J. Corbière, señala que José de San Martín dio sus primeros pasos en la masonería iniciándose en la Logia Integridad de Cádiz, luego pasó a formar parte de la Logia Caballeros Racionales N.º 3, donde el 6 de mayo de 1808 le fue otorgado el 3.º grado de la masonería simbólica, accediendo de este modo al título de «maestro masón». Tras renunciar a su carrera militar en España, viajó a Inglaterra donde se reunió con Carlos María de Alvear, un reconocido miembro de la Logia Lautaro que trabajaba con la Logia Flor de los Americanos. En una de las tenidas (o reuniones) se decidió abatir columnas y regresar a suelo americano para llevar a cabo la campaña que allí se habría gestado. Mientras tanto, Simón Bolívar era iniciado por Francisco de Miranda. Al poco tiempo, San Martín, Alvear y José Matías Zapiola obtenían el grado 5.º de la logia.


                                                     NÚMERO 2: MANUEL BELGRANO


                                                  


Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano (nacido en Buenos Aires, a la sazón Virreinato del Perú, hoy República Argentina, fallecido el 3 de junio de 1770 – ibídem, 20 de junio de 1820) fue un intelectual, economista, periodista, político, abogado, militar criollo y rioplatense de destacada actuación en el Río de la Plata, Paraguay y el Alto Perú durante las dos primeras décadas del siglo XIX.

Participó en la defensa de Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, en las dos Invasiones Inglesas —1806 y 1807— y promovió la emancipación de Hispanoamérica respecto de España apoyando las aspiraciones de la princesa Carlota Joaquina en la región, aunque sin éxito.

Fue uno de los principales patriotas que impulsó la Revolución de Mayo que destituyó al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y creó la Primera Junta, que reemplazó al gobierno y que integró como vocal.

Peleó en la Guerra de Independencia de la Argentina contra los ejércitos realistas. Fue el jefe de la expedición militar que la junta de Buenos Aires envió al Paraguay. Posteriormente participó en la firma del tratado del 12 de octubre de 1811. Fue también jefe de una de las Expediciones Libertadoras a la Banda Oriental.

En 1812 creó la bandera de Argentina en la actual ciudad de Rosario.

Como general del Ejército del Norte tuvo a su cargo la Segunda Campaña Auxiliadora al Alto Perú, dirigiendo el éxodo jujeño y comandando las victorias de los revolucionarios en la Batalla de Tucumán y en la de Salta, aunque después fue derrotado por los realistas.

Durante el Directorio tuvo gran influencia en el Congreso de Tucumán que declaró la Independencia de las Provincias Unidas en Sud América, proyectando vanamente el establecimiento de una monarquía constitucional dirigida por un noble Inca. Asimismo comandó las tropas nacionales que participaron en la guerra civil contra los caudillos del litoral.

La educación del pueblo fue una de sus principales preocupaciones: para ello elaboró durante su estadía en España un plan de acción con avanzadas ideas sobre la misma.


                                                         NÚMERO 3: JUSTO JOSÉ DE URQUIZA


                                                           



Justo José de Urquiza (nacido en Talar de Arroyo Largo, hoy Arroyo Urquiza, Virreinato del Río de la Plata, 18 de octubre de 1801-Palacio San José, cerca de Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Fallecido el 11 de abril de 1870) fue un militar y político argentino. Fue varias veces gobernador de la provincia de Entre Ríos, líder del Partido Federal y presidente de la Confederación Argentina entre 1854 y 1860.

Desde 1828 en adelante fue comandante militar y civil de Concepción del Uruguay. Dos años más tarde apoyó la invasión a su provincia del general unitario Juan Lavalle y de Ricardo López Jordán (padre). Tras el fracaso de esa invasión, apoyó otra en 1831 que, al fracasar también, lo obligó a refugiarse en Santa Fe, bajo la protección del caudillo Estanislao López.

Al año siguiente acompañó a Pascual Echagüe en la campaña militar que llevaría a éste a la gobernación de Entre Ríos. Bajo su gobierno, Entre Ríos conoció un período de paz, reforzado por la influencia pacificadora del gobernador porteño Juan Manuel de Rosas. A partir de 1835, éste gobernó como un dictador electo por el voto popular de su provincia. Extendió su dominio sobre las demás provincias, ejerciendo de hecho un poder central que no le correspondía de derecho.Echagüe hizo un gobierno progresista y se ahorró problemas apoyando a Rosas en su oposición a la sanción de una constitución nacional.

Urquiza fue nombrado comandante de toda la costa del río Uruguay, con el grado de coronel. Durante esa década se convirtió en uno de los hacendados y comerciantes más ricos del país y extendió una poderosa red de clientelismo económico, que le serviría más tarde de apoyo político.

En el atardecer del 11 de abril de 1870 una partida de 50 hombres armados, al mando del coronel Robustiano Vera, hicieron ruidosa irrupción en San José. Venían a apresar al gobernador y caudillo gritando: "¡Abajo el tirano Urquiza! ¡Viva el general López Jordán!" Un grupo de cinco a las órdenes del coronel Simón Luengo, cordobés y protegido del general, se encamina a las dependencias privadas del dueño de casa. Integran el grupo Nicomedes Coronel, capataz de una de las estancias de Urquiza, oriental de origen, el tuerto Álvarez, cordobés, el pardo Luna, oriental y el capitán José María Mosqueira, entrerriano, nacido en Gualeguaychú. El general que está tomando mate debajo del corredor se incorpora, sorprendido por el bullicio y, comprendiendo que se trata de un asalto, grita: "¡Son asesinos! Y corre a proveerse de un arma. Los asaltantes se acercan. ¡No se mata así a un hombre en su casa, canallas!" Les espeta, haciendo un disparo que hirió en el hombro a Luna. "Álvarez, entonces –explica el coronel Carlos Anderson, ayudante de Urquiza y jefe de la Guardia del Palacio, testigo presencial de los sucesos- le tiró con un revólver, y le pegó al lado de la boca: era herida mortal, sin vuelta.

Los pequeños poblados de Entre Ríos, llevan nombres como: 1º de Mayo (de 1852), Pronunciamiento (01/05/1852), Caseros(por la Batalla), San Justo, San Cipriano (nombre de uno de sus hijos). Varias localidades de la Argentina llevan el nombre de su primer presidente constitucional: Villa Urquiza, en la provincia de Entre Ríos; General Urquiza, en la provincia de Misiones; Juan Anchorena, Estación Urquiza, en la provincia de Buenos Aires; el barrio de Villa Urquiza, en la Ciudad de Buenos Aires. También el Ferrocarril General Urquiza, varias estaciones de ferrocarril, y el Aeropuerto General Justo José de Urquiza, de la ciudad de Paraná.


                                                                     NÚMERO 4: JOSÉ MARÍA PAZ


                                                                    


José María Paz (nacido en Córdoba, 9 de septiembre de 1791 - fallecido en Buenos Aires, 22 de octubre de 1854) fue un militar argentino que participó en varias guerras de la Argentina.

Paz, en sus escritos (especialmente en sus Memorias), relata cómo no podía creer que simples estancieros devenidos en caudillos pudiesen declarar guerras o hacer batallas contra un gobierno central constituido, con el apoyo de la población. Consideraba que en el Interior y en el Litoral, a diferencia de Buenos Aires, que había sido profundamente influenciada por las ideas emanadas de la Revolución francesa, la estructura colonial estaba aún vigente, sólo que en ese período existían caudillos como Bustos, Quiroga, López, Aldao e Ibarra, que podían hacer frente a un ejército constituido y derrotarlo. Estos caudillos representaban ―en su opinión― al sistema totalitario.

El general Paz se puso en marcha contra su excamarada Bustos, avanzando sobre Córdoba con una fuerza de más de mil hombres, principalmente de caballería y veteranos de la Guerra del Brasil, y de la derrota unitaria de Puente de Márquez. Bustos se retiró al valle de San Roque (actual Lago San Roque), donde, tras varios días de negociaciones, fue derrotado por Paz el 22 de abril de 1829 en la batalla de San Roque. Paz asumió como gobernador delegado por Bustos, pero Bustos pidió ayuda a Facundo Quiroga, quien acudió en su auxilio. Sin embargo, estos fueron derrotados en la batalla de La Tablada los días 22 y 23 de junio de 1829; las dotes especiales de táctico y estratega de Paz fueron contrapuestas exitosamente al modo de combate desordenado de los caudillos.

Después de la batalla, sus oficiales fusilaron a varios oficiales prisioneros. Luego de su victoria contra Quiroga, Paz organizó una formidable operación «tenaza» sobre las serranías cordobesas, donde los jefes federales se negaban a reconocerlo como gobernador. La exitosa campaña estuvo al mando de Juan Esteban Pedernera y Juan Pascual Pringles, y se cometieron toda clase de excesos y atropellos. Algunos autores mencionaron hasta dos mil quinientos muertos.

Para financiarse recurrió al mismo método que condenaba en sus enemigos federales, reuniendo contribuciones forzosas entre los federales; a quienes se negaban a pagar, los mandó a formar en el ejército como soldados. Incluso ordenó confiscar los bienes de Bustos. Llegó a tener un conflicto de gravedad con el clero, lo que lo llevó a reemplazar a sus autoridades locales, logrando superar el enfrentamiento.

Exceptuando al gobierno de Lamadrid en la provincia de La Rioja, que fue en realidad una invasión sin arraigo local, las provincias aliadas de Paz eran, en ese momento, Salta, Tucumán y Catamarca.

Al año siguiente, Facundo Quiroga invadió nuevamente la provincia de Córdoba con un formidable ejército de más de 5000 hombres, y por primera vez el Tigre de los Llanos (apodo de Facundo Quiroga) incluyó a la infantería entre su tropa. Pese a todo Quiroga fue vencido nuevamente por Paz en la Batalla de Oncativo, mediante una formidable maniobra que el general Paz implementa, lo que le hizo decir a Quiroga con admiración que Paz «es un general que gana batallas con figuras de contradanza», en alusión a sus conversiones y flanqueos. Quiroga fue perseguido con tenacidad durante más de 15 km, perdiendo todo su ejército, y teniendo que asilarse en Buenos Aires. El cura apóstata José Félix Aldao, famoso por sus crueldades, fue tomado prisionero, pero Paz hizo respetar su vida, por lo que posteriormente sería duramente criticado por sus detractores.

Enseguida envió ejércitos hacia las provincias del interior para unirlas a su partido, identificado ―con bastante imprecisión― con los ideales del Partido Unitario porteño. Las sucesivas invasiones lograron ocupar Mendoza, San Juan, San Luis y La Rioja. Gracias al apoyo tucumano, también se confirmaría la preeminencia unitaria en Catamarca; y unos meses más tarde, también la provincia de Santiago del Estero fue invadida desde Córdoba.

A La Rioja envió al coronel Gregorio Aráoz de Lamadrid, que se dedicó especialmente saquear los bienes personales de Quiroga, además de perseguir a su familia y cometer otros desmanes. Esto habría de provocar el regreso de Quiroga, que hasta entonces se consideraba definitivamente vencido y no quería seguir la guerra civil.

Una vez reemplazados los gobiernos enemigos por otros favorables, convocó a sus representantes ―algunos nominales, ya que fueron nombrados directamente por Paz― junto a los de Tucumán y Salta. Estos firmaron un tratado de alianza ofensiva y defensiva, con forma de confederación inorgánica, pero que no definía una autoridad central, excepto en el comando militar y las relaciones exteriores, que fueron cedidos a la persona del gobernador cordobés. No se intentó formar un gobierno central ni reunir un congreso, sino sólo una unión de provincias a través de reuniones de delegados de los gobiernos. Paz logró que se le otorgase el título de Jefe Supremo Militar, quedando las provincias completamente sometidas a su autoridad militar, civil e incluso judicial. La coalición unitaria es conocida como la Liga del Interior, por oposición a los caudillos federales del Litoral, en especial Estanislao López, de Santa Fe y Juan Manuel de Rosas, de Buenos Aires.

Poco después, Paz envió una oferta de paz al gobernador López, de Santa Fe, conjuntamente con un proyecto de organización constitucional, pero ambas propuestas fueron rechazadas por el santafesino.


                                                                  NÚMERO 5: MANUEL DORREGO

                                                                

Manuel Críspulo Bernabé Dorrego (nacido en Buenos Aires, 11 de junio de 1787 - Navarro, provincia de Buenos Aires, fallecido el 13 de diciembre de 1828) fue un militar y político argentino que participó en la guerra de independencia y en las guerras civiles argentinas. Se destacó como uno de los principales referentes del naciente federalismo rioplatense y fue gobernador de la Provincia de Buenos Aires en dos oportunidades: en 1820 y entre 1827 y 1828.

Dorrego era propenso a ganarse enemigos y la lucha periodística en que se vio enredado desde el comienzo de su gobierno con el partido unitario derrotado llevó los ánimos a un enfrentamiento apenas latente.

La oportunidad que esperaban los unitarios llegó en el momento del regreso del ejército que había combatido contra el Brasil: sus oficiales estaban abiertamente descontentos con el tratado de paz firmado por Dorrego, por el que la Banda Oriental se convertía en un estado independiente de la Argentina. Dorrego estaba indefenso: a la luz del día se tramaba una conspiración para derrocarlo. La plana mayor de los generales, sus excompañeros de exilio, Alvear y Soler, junto con Martín Rodríguez, Juan Lavalle y José María Paz estaban decididos a defenestrar a Dorrego. Cuando le dijeron que el general Lavalle —antiguo compañero de armas en el ejército y a quien Dorrego había recomendado en su momento para un ascenso— iba a intentar derrocarlo, rechazó esa posibilidad.

El 1 de diciembre, sin embargo, Lavalle se puso al frente de una revolución y lo derrocó; el gobernador abandonó la capital, para hacerse fuerte en el interior de la provincia. Encargó a los generales Balcarce y Guido que resistieran dentro del Fuerte de Buenos Aires, sede del gobierno, pero éstos entregaron la fortaleza.

Mientras Dorrego se retiraba al sur de la provincia, los unitarios celebraron una elección, en la que sólo participaron ellos, que nombró gobernador a Lavalle. La elección se hizo de viva voz en el atrio de una iglesia, custodiada por el regimiento de Lavalle. La legislatura fue disuelta y los unitarios anunciaron en la prensa que los sirvientes “volverán a la cocina”.

Dorrego huyó hacia el sur de la provincia y le pidió a Juan Manuel de Rosas, comandante de campaña, que lo apoyase. Rosas le aconsejó que fuese a Santa Fe y le solicitase respaldo a Estanislao López, pero Dorrego decidió enfrentar a Lavalle dirigiéndose a Navarro. Imprudentemente, esperó allí a Lavalle y sus hombres, por los que fue fácilmente vencido en la batalla de Navarro. Huyó hacia el norte, buscando la protección de Ángel Pacheco, pero fue arrestado por Bernardino Escribano y Mariano Acha, dos oficiales a los que suponía leales, y entregado a Lavalle.

Juan Lavalle se negó a conversar con Manuel Dorrego e inmediatamente ordenó que se lo fusilara por traición, tal como se lo había instigado en la reunión del 30 de noviembre a la que fueron, entre otros, Julián Segundo de Agüero, Salvador María del Carril, los hermanos Florencio y Juan Cruz Varela, Martín Rodríguez, Ignacio Álvarez Thomas y Valentín Alsina. Dorrego, indignado, contestó:

"Dígale que el gobernador y capitán general de la provincia de Buenos Aires, el encargado de los negocios generales de la república, queda enterado de la orden del señor general. A un desertor al frente del enemigo, a un enemigo, a un bandido, se le da más término y no se lo condena sin permitirle su defensa ¿Dónde estamos? ¿Quién ha dado esa facultad a un general sublevado? Hágase de mí lo que se quiera, pero cuidado con las consecuencias".


                                                                           NÚMERO 6: JUAN LAVALLE

                                                                    



Juan Galo de Lavalle (nacido en Buenos Aires, 17 de octubre de 1797 – fallecido en San Salvador de Jujuy, 9 de octubre de 1841) fue un militar y político argentino, figura destacada de la Guerra de Independencia de la Argentina y sudamericana, y líder militar y político durante las guerras civiles en ese país.
En 1812 ingresó como cadete en el Regimiento de Granaderos a Caballo, momento en el cual cambió su apellido a "Lavalle" para desprenderlo de su origen francés, algo muy común entre los jóvenes patriotas de la época.

Fue ascendido a teniente en 1813, pasó en 1814 al ejército sitiador del segundo sitio a Montevideo, bajo las órdenes de Alvear. Luchó al servicio del Directorio (unitario) contra el líder federal José Gervasio Artigas en 1815 y al mando de Manuel Dorrego combatió en la batalla de Guayabos. Un año después, pasó a Mendoza para integrarse al Ejército de los Andes bajo el mando del General José de San Martín.

Cruzó los Andes hacia Chile y acompañó al mayor Antonio Arcos en la victoria de Achupallas. Tuvo un papel notable en las batallas de Chacabuco y Maipú. En 1819 se trasladó a Mendoza, donde se comprometió con la joven Dolores Correas.

En 1820 intervino en la campaña al Perú, y a las órdenes del general Arenales participó en la primera campaña de la Sierra, teniendo destacada actuación en la batalla de Cerro de Pasco. Después de ésta tomó prisionero al entonces coronel Andrés de Santa Cruz. A las órdenes de éste hizo la campaña al Ecuador, destacándose en la Batalla de Riobamba, por lo que luego sería conocido como el "León de Riobamba". Tuvo también relevante participación en la batalla de Pichincha, que aseguró la independencia de ese país.

Participó en la campaña de “Puertos Intermedios” a las órdenes de Rudecindo Alvarado, la que terminaría con consecuencias desastrosas. Todo el ejército tuvo que ser reembarcado, y hubiese sido masacrado en la operación si no fuera por las cargas de caballería con que Lavalle protegió la maniobra. En el viaje de vuelta su buque naufragó, y aunque lograron llegar a la costa, la sed estuvo a punto de acabar con sus vidas.

Fue ascendido a coronel tras su regreso a Lima, pero tuvo serias desavenencias con Simón Bolívar, por su propio carácter independiente.
El 9 de octubre de 1841, los federales dieron con la casa donde se encontraba Lavalle y dispararon a la puerta. Una de las balas atravesó la cerradura e hirió de muerte a Lavalle, quien murió más tarde ese mismo día. Otras versiones suponen que Lavalle se habría suicidado, aunque no se ha podido comprobar esa afirmación.


                                                         NÚMERO 7: JUAN MANUEL DE ROSAS


                                                          


Juan Manuel de Rosas (nacido en Buenos Aires, 30 de marzo de 1793 – fallecido en Southampton, Gran Bretaña, 14 de marzo de 1877) fue un militar y político argentino. En 1829, tras derrotar al general Juan Lavalle, fue gobernador de la provincia de Buenos Aires llegando a ser, entre 1835 y 1852, el principal caudillo de la Confederación Argentina. Su influencia sobre la historia argentina fue tal que el período marcado por su dominio de la política nacional es llamado a menudo época de Rosas.

Después de la retirada de Francia y Gran Bretaña, Montevideo sólo dependía del Imperio del Brasil para sostenerse. Éste, que era garante de la independencia de Uruguay, había abusado de esa condición en provecho propio. Rosas consideró inevitable una guerra con Brasil, y pretendió aprovecharla para reconquistar las Misiones Orientales. Declaró la guerra al Imperio y nombró comandante de su ejército a Justo José de Urquiza.

Varios personajes del partido federal acusaron a Rosas de lanzarse a esta nueva aventura sólo para eternizar la situación de guerra que éste usaba como excusa para no convocar una convención constituyente.

Los más inteligentes de sus opositores se convencieron de que no se podía vencer a Rosas sólo con los unitarios. El general Paz, por ejemplo, creía que alguno de sus caudillos subalternos era quien lo iba a derribar; y pensó en Urquiza.

Urquiza no sentía ningún anhelo de libertad diferente del de Rosas, aunque su estilo era distinto en varios aspectos. Pero a fines del año 1850, Rosas le ordenó que cortara el contrabando desde y hacia Montevideo, que había beneficiado enormemente a Entre Ríos en los años anteriores.
Afectado económicamente, ya que el paso obligado por la Aduana de Buenos Aires para comerciar con el exterior era un problema económico de magnitud para su provincia, Urquiza se preparó a enfrentar a Rosas.

Pero no pretendió derrotar a un enemigo tan poderoso a la manera de los unitarios, lanzándose a la aventura; tras varios meses de negociaciones, acordó una alianza secreta con Corrientes y con el Brasil. El gobierno imperial se comprometió a financiar sus campañas y transportar sus tropas en sus buques, además de entregar enormes sumas de dinero al propio Urquiza para su uso personal, podemos creer que destinado a fines políticos.

El 1º de mayo de 1851, lanzó su Pronunciamiento, por el que reasumió la conducción de las relaciones exteriores de su provincia, aceptando inesperadamente la renuncia que todos los años Rosas hacía de las mismas.

Urquiza tampoco se lanzó directamente sobre su enemigo, sino que primero atacó a Oribe en Uruguay. Lo obligó a capitular con él y entregar el gobierno a una alianza de los disidentes de su partido con los colorados de Montevideo. A continuación se apoderó del armamento argentino que formaba parte de las fuerzas de Oribe… y de sus soldados, que fueron incorporados al Ejército Grande de Urquiza como si fueran ganado.

Sólo entonces, Urquiza se trasladó a Santa Fe, derrocó allí a Echagüe y atacó a Rosas. Tras la defección de Pacheco, Rosas asumió el comando de su ejército, al frente del cual fue derrotado en la batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852.

Tras la derrota, Rosas abandonó el campo de batalla — acompañado sólo por un ayudante — y firmó su renuncia antes del exilio, en el "Hueco de los sauces" (actual Plaza Garay de la ciudad de Buenos Aires).


                                              NÚMERO 8: GREGORIO ARÁOZ DE LAMADRID

                                                        


Gregorio Aráoz de Lamadrid (nacido en San Miguel de Tucumán, 28 de noviembre de 1795 - fallecido en Buenos Aires, 5 de enero de 1857) fue un militar argentino, guerrero de la Independencia argentina, de las guerras civiles y líder del partido unitario. Fue gobernador de la provincia de Tucumán, y efímeramente de las provincias de Mendoza y Córdoba. Luchador permanente, tuvo reputación de ser un general valiente hasta el grado de temerario. Domingo Faustino Sarmiento le llama en su célebre Facundo, el más "valiente de los valientes".

En 1811 Gregorio Aráoz de Lamadrid se enroló en las milicias de Tucumán. Rápidamente se puso a las órdenes del general Manuel Belgrano, comandante de la segunda campaña al Alto Perú contra los realistas, con el grado de teniente, luchó en las batallas de Tucumán, Salta, Vilcapugio, Tambo Nuevo y Ayohúma. Regresando de esta última derrota, logró algunos éxitos menores en la retirada, en Colpayo y Posta de Quirbe.

A órdenes de José Rondeau hizo la tercera campaña al Alto Perú, luchando en Venta y Media y Sipe-Sipe. Nuevamente ayudó a mejorar la retirada de su ejército peleando en pequeños encuentros, en Culpina y Uturango. En una arremetida personal salvó al general Francisco Fernández de la Cruz de ser capturado por los españoles, lo que le valió el ascenso al grado de teniente coronel.

Nuevamente nombrado Belgrano como jefe del Ejército del Norte, lo convirtió en su oficial favorito. Por orden suya fue enviado como segundo del coronel Juan Bautista Bustos, para enfrentar al caudillo santiagueño Juan Francisco Borges, al que derrotó en Pitambalá. Dos días después lo fusiló por orden de Belgrano.

Poco después, Belgrano lo mandó a una expedición de reconocimiento, atacando a los realistas por la retaguardia. Pero se desvió hacia Tarija y consiguió derrotar en Tolomosa al coronel Andrés de Santa Cruz (el futuro dictador de Perú y Bolivia), y ocupar la ciudad, y poco después consiguió otra victoria en Cachimayo. Desoyendo las órdenes de Belgrano, y apenas con 400 hombres, avanzó hasta Chuquisaca, empresa que iba mucho más allá de sus posibilidades, y atacó la ciudad por sorpresa. La sorpresa no funcionó, fue derrotado y tuvo que huir por la sierra y la selva, derrotado en la batalla de Sopachuy, y volviendo a Tucumán por el camino de Orán. Como premio fue ascendido a coronel.

El nombre del valiente general Gregorio Aráoz de Lamadrid es recordado en Argentina de varias maneras. Además que numerosas calles de diversas ciudades lo llevan, en la provincia de Buenos Aires la localidad de General La Madrid, que es cabecera del Partido de General La Madrid, lo recuerda. Lo mismo sucede en la provincia de La Rioja con el Departamento General Lamadrid. Además, un club de fútbol de La Ciudad de Buenos Aires se denomina Club Atlético General Lamadrid.

Lamadrid fue un guerrero temerario, increíblemente valeroso, asombrosamente imprudente y un gran organizador de ejércitos. A pesar de los tiempos difíciles y violentos de su época nunca fue desleal. Y frente a la adversidad en que vivió casi toda su vida se destacó como un jefe muy tenaz pero también muy feroz que tuvo una permanente fidelidad de sus tropas.

Fue un caudillo sumamente querido por sus gauchos y paisanaje y entraba al campo de batalla con bríos, dando gritos, alaridos y masticando caramelos.


                       
Lunes 23/11/2015, 08:20:37
14021 Posts - 13672 Puntos
mención especial para:

Lunes 23/11/2015, 08:31:41
2111 Posts - 313 Puntos
Y Guemes?

 
Lunes 23/11/2015, 09:21:31
37528 Posts - 39204 Puntos
Belgrano, si sabrá de batallas. Sobre todo de las batallas "secretas".

Todos lo cargaban por las calcitas, pero al parecer no dejaba títere con cabeza. Bien por el creador de la bandera que desmistificó toda las cosas negativas que le endilgaron.

Un verdadero winner, por la patria y con las mujeres.
       
Lunes 23/11/2015, 09:33:34
406 Posts - 108 Puntos
muy buen topic . te dejo un par de puntos y me adhiero a felix falta güemes
Lunes 23/11/2015, 09:48:43
184 Posts - 33 Puntos
Falta guemes y sobra Lavalle
Lunes 23/11/2015, 10:38:04
3961 Posts - 1231 Puntos
Falta guillermo brown. Que aunque era Irlandés, él decía ser más argento que cualquier nativo. Que con unas lanchitas le hacía la guerra a las armadas piratas. San Martín y Belgrano ídolos.
Lunes 23/11/2015, 10:48:46
70 Posts - 10 Puntos
falta artigas de la provincia de urugay :paranoid
Lunes 23/11/2015, 11:12:14
898 Posts - 44 Puntos
Porque muestre un cartel
que hay patria mas alla,
17 de agosto muerte del gran general
Don Jose De SAN MARTIN que patria pario !! Cantando, estoy recordandolo...

pd:falta guemes ahi,
Lunes 23/11/2015, 11:21:10
4892 Posts - 1585 Puntos
Guste o no lo que hizo, falta Roca.
Falta el Chacho Peñaloza.
Falta Facundo Quiroga.
Falta como dijeron mas arriba, Güemes y Guillermo Brown.
Lunes 23/11/2015, 11:45:17
14021 Posts - 13672 Puntos
El topic lo hice en base a lo que eligieron en el video, Mario Markic, Eduardo Lazzari e Isidoro Ruiz Moreno.

Ellos hicieron la diferencia entre estrategas, guerreros y grandes figuras de aquellas guerras.

Por eso están un poco mezclados, personajes que pelearon entre si: a veces en el mismo bando y a veces en contra.
Lunes 23/11/2015, 12:22:09
1412 Posts - 694 Puntos
Banco a Hipolito Bouchard que convenció al Rey Kamehameha (Goku?), de Hawai, de hacerse argentino, y si no me equivoco tomó durante una semana California y como no le mandaron refuerzos se fue al carajo.
Lunes 23/11/2015, 14:08:08
7697 Posts - 1023 Puntos
El sr San Martín... me paro y no me siento más
sumate!