Yo creo que no tiene sentido discutir sobre quién era el más maligno, quién mató más o menos millones, ya que todo es parte de la misma miseria humana. Con el tiempo fueron cambiando las formas pero los objetivos son los mismos: dominar al otro para quitarle sus recursos. Qué lejos queda la utopía de John Lennon, lamentablemente.
Un mundo en el que la tierra, la religión y el dinero no sean una razón para que los hombres se maten entre sí. La tierra es para compartirla; la religión es para amar y pacificar; y el dinero es sólo papel pintado.