CREAR TEMA

Escrito por rojolomasgrande_dws

el mio fue en un taller de calzado, entre por medio de un conocido, era un taller clandestino ubicado al fondo de la casa del que iba a ser mi jefe.

Cuando comencé era todo color de rosas. Pocas exigencias y compañeros muy buena onda, un peruano que era un genio el loco, me ayudaba en todo, un paraguayo mujeriego que todos los dias tenia una anécdota distinta para contar y una compañera que estaba para comersela.

Las condiciones de laburo eran buenas, dos cuadras de casa, aire acondicionado, facturas, dispenser agua fria-caliente y un jefe muy buena onda hincha del rojo que después del laburo me invitaba a la casa a comer una picada y jugar en ese momento a la play 2.

al tiempo por distintos motivos mis compañeros se fueron y hice entrar a dos amigos. Las condiciones eran optimas, todo lo anterior mas amigos.
trabajamos de 8 a 18 hs de lunes a viernes y de 8 a 13 hs los sábados, ganábamos poco pero al no tener hijos y ser guita destinada a la joda nos alcanzaba.

Con el tiempo mi jefe nos conto que queria mudarse a un taller mas grande, blanquearnos a los tres y ponernos de encargados para que les enseñemos a los nuevo el oficio. su idea era contratar de 10 a 12 personas y que nosotros los ayudemos a aprender a utilizar las maquinas

Llego el dia, alquilo un ex galpón de gaseosas ubicado a media cuadra, entre los tres lo ayudamos a llevar las maquinas ( son muy pesadas) y a poner en condiciones el lugar, siempre con la promesa de blanquearnos, un mejor sueldos y ponernos de encargados.

Los dos primeros empleados nuevos eran paraguayos, dos tipos con treinta y pico de años que en apariencia eran muy buena gente, esos mismo hicieron entrar a tres mas, asi que pasamos a ser nosotros tres y cinco paraguayos. la relación era buena, chistes de por medio, joda, tereres, todo iba bien, aunque del blanqueo o del sueldo mas alto ni noticias.

mi jefe extrañamente comenzó a cambiar la actitud con nosotros, yo lo consideraba casi un amigo porque íbamos juntos a la cancha, me invitada dia por medio a comer una picada y jugar a la play, etc. Empezó a tener cara de orto, a cagarnos a pedos por boludeces, a sobre exigirnos. Con los paraguayos se cagaba de la risa y con nosotros era un trato serio y seco, pasamos a ser de "amigos" a empleados de segunda linea.

Una mañana se va mi jefe con uno de los paraguayos y cuando vuelve nos hace dejar de hacer lo que estábamos haciendo y nos dice "desde ahora lucio es mi socio, hagan lo que el dice"..... De un momento a otro el paraguayo se convirtió en el encargado, ganaba mas que nosotros y enzima se metia en nuestro laburo.

Fueron meses muy complicados, un clima muy denso, una llegada tarde o ir al baño mas de una ves generaba cara de ortos y murmullos entre los paraguayos. Ni hablar que el taller tenia techo de chapa y un solo ventilador, en verano con 30 grados al sol ahí dentro hacian 50. Teníamos media hora para comer, cuando tardabas un minuto de mas nuestro jefe nos esperaba en la puerta del taller con cara de orto cagandonos a pedos. En esos días conocí al negro galván en el bufet del club donde iba a comer, pero esa es otra historia.

Un lunes no aguante mas la situación y antes de entrar al laburo fui hasta la casa de mi jefe y le dije que esa era mi ultima semana, que las promesas de blanquearnos, de ser los encargados, de no laburar los sábados, de ganar mas, etc eran todo chamuyo y la realidad era muy distinta.

Mi jefe en un acto de sincericidio me comento que lucio, el paraguayo al que había nombrado "socio", todos los días iba y contaba que no laburamos, que no le hacíamos caso, que llegabamos tarde, que usábamos el celular, etc. Era todo mentira, por mas que nos tomábamos nuestras atribuciones laburamos bien, sabiamos lo que teniamos que hacer y siempre al final del día teníamos nuestro laburo echo. Me trato de convencer para que me quede pero ya no tenia mas retorno la situación.


De la casa de mi ex jefe me cruze al taller y le dije a mis amigos en vos alta lo que me había enterado, se armo un revuelo grande entre el paraguayo que decía que era todo mentira y yo que le decía que era un sinvergüenza y cagon, no llegamos a las manos pero les puedo asegurar que este tipo parecía un papelito mojado, tartamudeaba para hablar y miraba constantemente a los otros paraguayos buscando que alguno salte pero ninguno se metió.

bueno esa semana segui laburando para cobrar la quincena completa pero fue la peor de mi vida, con solo verle la cara al chavon ese y saber que durante mas de un año se hizo pasar por amigo y iba a tirarnos mierdad con tal de cobrar algun mango mas me causaba asco. Busque cualquier pretexto para irme a las manos pero nunca me dijo nada, solamente hablaba en guaraní con los demás paraguayos sin siquiera mirarme. Conmigo se fueron mis dos amigos, y listo nunca mas

Vienen al país a romper las pelotas esa gente. SI a la 24!