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CREAR TEMA

Jueves 26/12/2019, 09:04:47
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Escrito por Dani53

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

Yo estoy de acuerdo con enseñar el respeto por la diversidad de género. No estoy de acuerdo con el dogmatismo de imponer a la diversidad de género como algo bueno y natural. Yo puedo respetar que cada uno haga lo que quiera con su vida mientras no afecte a terceros; pero no estoy obligado a aceptar que esa elección de vida es saludable para quien la practica. Exactamente lo mismo podría decir de otras costumbres que a mi entender son perjudiciales, como por ejemplo la promiscuidad (de heterosexuales, homosexuales, o lo que sea). Lo único que espero es que el respeto sea mutuo; y estoy dispuesto a escuchar las razones de otros así como espero que otros escuchen mis razones. Pero mi trato personal hacia el otro no dependerá de su elección de vida, porque yo no impongo mis convicciones, sólo advierto a quienes quieran escuchar.
Si a veces los hijos de matrimonios tradicionales tienen problemas de paicologo, me imagino esa nena Victoria el quilombo que tendra de grande , tres madres, y una de ellas es el padre que es transexual , y los abuelos y abuelas , flor de quilombo se le va a armar en el bocho.
Si bien yo creo que lo ideal es que un/a niño/a tenga un padre y una madre, porque sus funciones en la crianza son complementarias, lo fundamental en una familia siempre es el amor. Las madres o padres solteros, así como las parejas homosexuales o transexuales, pueden tener sus limitaciones, pero si tienen amor genuino por sus hijos siempre será mejor que una pareja heterosexual sin amor. Ahora bien, la maternidad o paternidad no debe buscarse como una realización personal, como si un/a hijo/a fuera un trofeo, sino que implica el renunciamiento o la postergación de muchas cosas. En ese sentido, la exacerbación del yo y la inestabilidad emocional suelen ir en contra de la voluntad de entregar la propia vida en favor de la vida de un/a hijo/a. Por eso entiendo que es una responsabilidad aun más difícil de sobrellevar para quienes rechazan su propia biología para dar lugar a impulsos emocionales. Buscar la felicidad es un derecho que todos tenemos; pero la felicidad no se encuentra por el simple hecho de satisfacer un sentimiento o deseo, porque esas son cosas pasajeras y temporales. La felicidad es un estado permanente que no depende de emociones o circunstancias, sino que se fundamenta en convicciones inamovibles y en entender que es más bienaventurado dar que recibir.