Lunes 02/11/2015, 22:50:58
Planeros vs. Especuladores
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No hay que razonar mucho para entender que cualquier economía sana y sostenible en el tiempo requiere que cada uno produzca al menos lo que consume. Si bien es cierto que algunos ganan menos que lo que producen y otros ganan más que lo que generan, haciendo un promedio la producción de cada individuo (material, intelectual, artística, etc.) debería superar el consumo del mismo individuo. Luego también hay que considerar que existe una población pasiva que consume y no produce, ya sea por una cuestión biológica, como es el caso de niños y ancianos, o por una cuestión social, como es el caso de los pobres que perciben un plan social (a.k.a. planeros) y los ricos que viven de una renta financiera (a.k.a. especuladores). Estos dos últimos sujetos son igualados por ser individuos improductivos, pero se diferencian en varios puntos.
Planeros. Los planes sociales en principio se conciben como una ayuda económica a las personas más necesitadas, ya sea porque no tienen trabajo o porque su labor no les genera el dinero suficiente para subsistir (no necesariamente son improductivos). En teoría los planes sociales deberían ser temporales hasta que el individuo consiga un trabajo digno (si esto se cumple o no se cumple no es lo que pretendo plantear aquí). Pero los planes sociales también resultan ser una estrategia económica, ya que es dinero que se inyecta inmediatamente en la economía, porque los beneficiarios no tienen poder de ahorro y gastan lo que reciben en el mercado interno. Esto incrementa el consumo y en consecuencia favorece la producción y el trabajo. Por supuesto que sería preferible que los planeros trabajen y produzcan, por el bien del país y de ellos mismos. Pero como esto no va a suceder de la noche a la mañana, no está mal darles una ayuda (que de todas maneras está lejos de brindarles una buena calidad de vida) y al mismo tiempo favorecer el consumo y la producción interna.
Especuladores. He aquí otro sector improductivo de la sociedad, pero no suelen ser estigmatizados como los planeros sólo por una cuestión de apariencias. Básicamente, el especulador hace plata de la plata; en otras palabras, dispone de un capital importante (monetario y/o físico) y dicha riqueza le sirve para hacerse más rico aun sin trabajar. En el más positivo de los casos, el especulador invierte en el sector productivo nacional; pero él no es el que produce, sino que el trabajador es el encargado de que el capital invertido se incremente. Otros especuladores compran dólares y los guardan debajo del colchón, apostando a una devaluación del peso; otros disponen de inmuebles y los alquilan; y otros simplemente mueven dinero de aquí para allá de acuerdo a cómo soplan los vientos. En definitiva, al igual que los planeros, los especuladores ganan dinero sin trabajar. La gran diferencia es que los especuladores suelen ganar mucho dinero por cabeza y buena parte de sus ingresos se fugan al exterior (compra de productos importados, viajes al extranjero, etc.), generando una deuda que debemos pagar todos. Aquí no pretendo discutir si es justo o injusto que los especuladores dispongan de su capital; lo cierto es que hay políticas que los favorecen (mercado liberado) y políticas que les hacen ganar menos (mercado controlado).
Entonces cuando la clase media trabajadora (a la que yo pertenezco) mira para "abajo" y se rasga las vestiduras por los vagos pobres que apenas subsisten con un plan social, también debería mirar para "arriba" y abochornarse por los vagos ricos que viven lujosamente sin trabajar y para colmo endeudan al país. Al final de cuentas, el choripán es más barato que el sushi, aunque esto no sea ninguna novedad.
Planeros. Los planes sociales en principio se conciben como una ayuda económica a las personas más necesitadas, ya sea porque no tienen trabajo o porque su labor no les genera el dinero suficiente para subsistir (no necesariamente son improductivos). En teoría los planes sociales deberían ser temporales hasta que el individuo consiga un trabajo digno (si esto se cumple o no se cumple no es lo que pretendo plantear aquí). Pero los planes sociales también resultan ser una estrategia económica, ya que es dinero que se inyecta inmediatamente en la economía, porque los beneficiarios no tienen poder de ahorro y gastan lo que reciben en el mercado interno. Esto incrementa el consumo y en consecuencia favorece la producción y el trabajo. Por supuesto que sería preferible que los planeros trabajen y produzcan, por el bien del país y de ellos mismos. Pero como esto no va a suceder de la noche a la mañana, no está mal darles una ayuda (que de todas maneras está lejos de brindarles una buena calidad de vida) y al mismo tiempo favorecer el consumo y la producción interna.
Especuladores. He aquí otro sector improductivo de la sociedad, pero no suelen ser estigmatizados como los planeros sólo por una cuestión de apariencias. Básicamente, el especulador hace plata de la plata; en otras palabras, dispone de un capital importante (monetario y/o físico) y dicha riqueza le sirve para hacerse más rico aun sin trabajar. En el más positivo de los casos, el especulador invierte en el sector productivo nacional; pero él no es el que produce, sino que el trabajador es el encargado de que el capital invertido se incremente. Otros especuladores compran dólares y los guardan debajo del colchón, apostando a una devaluación del peso; otros disponen de inmuebles y los alquilan; y otros simplemente mueven dinero de aquí para allá de acuerdo a cómo soplan los vientos. En definitiva, al igual que los planeros, los especuladores ganan dinero sin trabajar. La gran diferencia es que los especuladores suelen ganar mucho dinero por cabeza y buena parte de sus ingresos se fugan al exterior (compra de productos importados, viajes al extranjero, etc.), generando una deuda que debemos pagar todos. Aquí no pretendo discutir si es justo o injusto que los especuladores dispongan de su capital; lo cierto es que hay políticas que los favorecen (mercado liberado) y políticas que les hacen ganar menos (mercado controlado).
Entonces cuando la clase media trabajadora (a la que yo pertenezco) mira para "abajo" y se rasga las vestiduras por los vagos pobres que apenas subsisten con un plan social, también debería mirar para "arriba" y abochornarse por los vagos ricos que viven lujosamente sin trabajar y para colmo endeudan al país. Al final de cuentas, el choripán es más barato que el sushi, aunque esto no sea ninguna novedad.