Martes 02/08/2016, 10:00:52
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La marea de gente que cruza el puente internacional San Roque que une la ciudad misionera de Posadas con Encarnación, en Paraguay, es impactante. Todos los días, las colas de autos alcanzan los cinco kilómetros de distancia y el tiempo de espera llega a ser de cinco horas. La ilusión de millones de argentinos es conseguir del otro lado de la frontera ropa, electrodomésticos, telas, elementos de decoración y electrónica a mitad de precio.
El puente tiene más movimiento que el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Juan Manuel Holz, director general de Migraciones. Solo durante el primer semestre ya cruzaron 5 millones de personas.
El monto máximo para comprar son 150 dólares por persona y también se puede llegar en remis, colectivo o en un tren que demora solo 8 minutos. En Encarnación, hasta el precio de la comida parece irrisorio: los 100 gramos de comida cuestan 15 pesos.
Sin embargo, para los comerciantes de Posadas la contracara de las compras en el país vecino es dura. Según el presidente de la Cámara de Comercio de esa ciudad Fernando Vely, en lo que va de año ya cerraron 100 comercios. "Este número aumentará. No podemos competir: tenemos mucha presión impositiva y los costos laborales son un 30% más caros que los de Paraguay", explicó.
La postal del microcentro de la ciudad perece confirmar su afirmación. Hay vidrieras tapadas, negocios vacíos y muy poca gente en la calle.
El puente tiene más movimiento que el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Juan Manuel Holz, director general de Migraciones. Solo durante el primer semestre ya cruzaron 5 millones de personas.
El monto máximo para comprar son 150 dólares por persona y también se puede llegar en remis, colectivo o en un tren que demora solo 8 minutos. En Encarnación, hasta el precio de la comida parece irrisorio: los 100 gramos de comida cuestan 15 pesos.
Sin embargo, para los comerciantes de Posadas la contracara de las compras en el país vecino es dura. Según el presidente de la Cámara de Comercio de esa ciudad Fernando Vely, en lo que va de año ya cerraron 100 comercios. "Este número aumentará. No podemos competir: tenemos mucha presión impositiva y los costos laborales son un 30% más caros que los de Paraguay", explicó.
La postal del microcentro de la ciudad perece confirmar su afirmación. Hay vidrieras tapadas, negocios vacíos y muy poca gente en la calle.
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