Miércoles 19/10/2016, 11:07:24
Hoy Paro de Mujeres
- 1Seguidores
- 138Comentarios
- 8Me gusta
- 24585Vistas
Hoy las mujeres paran.
Ellas se paran, y también, nos paran.
Ponen el freno de mano y en esa frenada dicen "Basta".
Nos dicen basta a nosotros, se dicen basta a sí mismas.
Le dicen basta al Estado ausente, a la justicia garantista.
Basta al machismo y al patriarcado.
Basta al miedo.
Hoy las mujeres marchan.
Ellas marchan, y también, nosotros marchamos.
Marchamos porque esto nos concierne a todos, porque combatimos contra demonios muy oscuros, arraigados en el seno más profundo de nuestra sociedad.
Marchamos porque caminar juntos nos fortalece, nos enriquece, nos hace valientes en un mundo de cobardes.
Marchamos por los que somos y porque tenemos que ser más, tenemos que ser absolutamente todos.
Marchamos por todas esas mujeres que hoy no paran ni marchan, porque las mataron.
Entonces, hoy todos reflexionamos.
Y no puede haber margen para la confusión: hoy todos estamos obligados a reflexionar.
Por eso, estas líneas no las escribo para aquellas y aquellos que ya están en lucha, que ya caminan las calles, que ya se enfrentan al miedo, que ya están saliendo del molde que nos impusieron a todos y que cada día más nos incomoda.
Sé que son quienes primero lo van a leer, compartir, e incluso, hacer las observaciones que hagan falta. Lo sé porque ellos ya escriben, comparten, debaten, hacen.
Esto va dirigido a todos aquellos que todavía no se sumaron. Que tienen dudas. Que están aferrados a un sentido común que ya no pertenece a estos tiempos.
Hoy, amigo, amigo, vecino, vecina, hoy vos tenés que reflexionar.
Estas obligado a hacerlo.
Yo tengo que hacerlo.
Estamos todos obligados a hacerlo.
Esta lucha no es contra un puñado de locos. Esta lucha es contra algo mucho más denso, difícil, complejo y permanente. Es contra educaciones, tradiciones, formas de la convivencia que todos y cada uno reproducimos día a día.
Sólo que algunos empezaron a dejar de hacerlo. De a poco, de golpe; antes, después...
Ahora es tiempo de que seamos todos los que lo hagamos.
Así que hermanos varones, amigos y parientes, ya no podemos escudarnos en lo que nosotros somos incapaces de cometer, en que los violentos son una escasa minoría.
Es demasiada violencia, demasiada como para dejarla pasar. Es un tipo específico de violencia. Y estar en contra de esta violencia no invalida estar en contra de todas las violencias. Que quede claro: estamos en contra de todas las violencias. Pero cada problema debe ser tratado como corresponde para ser solucionado, y en este caso de violencia machista, corresponde vernos para adentro.
No es reconocernos como violadores ni asesinos, nadie les pide eso; sino reconocer qué es aquello que cotidianamente reproducimos que sigue poniendo a la mujer en ese lugar violentamente cosificado. Qué actitudes tenemos, algunas viles y evidentes, otras mínimas y en apariencia superfluas, de las cuales nos cuesta desprendernos y que contribuyen a mantener el status quo, a que nada cambie. Y que nada cambie hoy, significa que todo empeore. Por que eso es lo que está pasando.
Hoy ellas están cada vez más lejos de nosotros.
Por miedo, por nuestra incomprensión, por nuestra escasa empatía.
Hoy, amigo, varón, hoy, no mañana, ni pasado, hoy, en este momento, tenés que parar vos también y reflexionar.
Y hermanas mujeres, amigas y parientes, aquellas que todavía ponen excusas, que justifican, que tratan de explicar lo inexplicable, que no pueden empatizar con las víctimas fatales a pesar de compartir género, que no entienden que cada cosa es parte de todo y uds también son parte.
Estás obligada, por género, por tu cuerpo y tu mente, por todas esas muertes, por toda esa violencia, a entender cómo combatirla, y eso implica someter a juicio a tus prejuicios, tomar conciencia hasta donde llegan las raíces del machismo en tu propio pensamiento.
Hoy te invito a abandonar la comodidad, hacer a un lado las buenas costumbres y cambiarlas por nuevas costumbres que si se hacen costumbre nos van a hacer bien a todos. Salí a la calle, mojate en esta lluvia, y caminá al lado de esa mujer que ya camina, y volvete molde vos también, volvete un modelo a seguir para otras mujeres, cambiá princesa por heroína, convertite en musa inspiradora.
Hoy, amiga, mujer, hoy, no mañana, ni pasado, hoy, en este momento, tenés que parar vos también y reflexionar.
Hoy las mujeres paran, pero se detiene todo.
#NiUnaMenos
#VivasLasQueremos
Ellas se paran, y también, nos paran.
Ponen el freno de mano y en esa frenada dicen "Basta".
Nos dicen basta a nosotros, se dicen basta a sí mismas.
Le dicen basta al Estado ausente, a la justicia garantista.
Basta al machismo y al patriarcado.
Basta al miedo.
Hoy las mujeres marchan.
Ellas marchan, y también, nosotros marchamos.
Marchamos porque esto nos concierne a todos, porque combatimos contra demonios muy oscuros, arraigados en el seno más profundo de nuestra sociedad.
Marchamos porque caminar juntos nos fortalece, nos enriquece, nos hace valientes en un mundo de cobardes.
Marchamos por los que somos y porque tenemos que ser más, tenemos que ser absolutamente todos.
Marchamos por todas esas mujeres que hoy no paran ni marchan, porque las mataron.
Entonces, hoy todos reflexionamos.
Y no puede haber margen para la confusión: hoy todos estamos obligados a reflexionar.
Por eso, estas líneas no las escribo para aquellas y aquellos que ya están en lucha, que ya caminan las calles, que ya se enfrentan al miedo, que ya están saliendo del molde que nos impusieron a todos y que cada día más nos incomoda.
Sé que son quienes primero lo van a leer, compartir, e incluso, hacer las observaciones que hagan falta. Lo sé porque ellos ya escriben, comparten, debaten, hacen.
Esto va dirigido a todos aquellos que todavía no se sumaron. Que tienen dudas. Que están aferrados a un sentido común que ya no pertenece a estos tiempos.
Hoy, amigo, amigo, vecino, vecina, hoy vos tenés que reflexionar.
Estas obligado a hacerlo.
Yo tengo que hacerlo.
Estamos todos obligados a hacerlo.
Esta lucha no es contra un puñado de locos. Esta lucha es contra algo mucho más denso, difícil, complejo y permanente. Es contra educaciones, tradiciones, formas de la convivencia que todos y cada uno reproducimos día a día.
Sólo que algunos empezaron a dejar de hacerlo. De a poco, de golpe; antes, después...
Ahora es tiempo de que seamos todos los que lo hagamos.
Así que hermanos varones, amigos y parientes, ya no podemos escudarnos en lo que nosotros somos incapaces de cometer, en que los violentos son una escasa minoría.
Es demasiada violencia, demasiada como para dejarla pasar. Es un tipo específico de violencia. Y estar en contra de esta violencia no invalida estar en contra de todas las violencias. Que quede claro: estamos en contra de todas las violencias. Pero cada problema debe ser tratado como corresponde para ser solucionado, y en este caso de violencia machista, corresponde vernos para adentro.
No es reconocernos como violadores ni asesinos, nadie les pide eso; sino reconocer qué es aquello que cotidianamente reproducimos que sigue poniendo a la mujer en ese lugar violentamente cosificado. Qué actitudes tenemos, algunas viles y evidentes, otras mínimas y en apariencia superfluas, de las cuales nos cuesta desprendernos y que contribuyen a mantener el status quo, a que nada cambie. Y que nada cambie hoy, significa que todo empeore. Por que eso es lo que está pasando.
Hoy ellas están cada vez más lejos de nosotros.
Por miedo, por nuestra incomprensión, por nuestra escasa empatía.
Hoy, amigo, varón, hoy, no mañana, ni pasado, hoy, en este momento, tenés que parar vos también y reflexionar.
Y hermanas mujeres, amigas y parientes, aquellas que todavía ponen excusas, que justifican, que tratan de explicar lo inexplicable, que no pueden empatizar con las víctimas fatales a pesar de compartir género, que no entienden que cada cosa es parte de todo y uds también son parte.
Estás obligada, por género, por tu cuerpo y tu mente, por todas esas muertes, por toda esa violencia, a entender cómo combatirla, y eso implica someter a juicio a tus prejuicios, tomar conciencia hasta donde llegan las raíces del machismo en tu propio pensamiento.
Hoy te invito a abandonar la comodidad, hacer a un lado las buenas costumbres y cambiarlas por nuevas costumbres que si se hacen costumbre nos van a hacer bien a todos. Salí a la calle, mojate en esta lluvia, y caminá al lado de esa mujer que ya camina, y volvete molde vos también, volvete un modelo a seguir para otras mujeres, cambiá princesa por heroína, convertite en musa inspiradora.
Hoy, amiga, mujer, hoy, no mañana, ni pasado, hoy, en este momento, tenés que parar vos también y reflexionar.
Hoy las mujeres paran, pero se detiene todo.
#NiUnaMenos
#VivasLasQueremos
Si no estás de acuerdo conmigo, podés manifestarlo AQUI