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CREAR TEMA

Lunes 22/05/2017, 13:37:22
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El artículo es medio largo, pero vale la pena leerlo para quienes están interesados en abordar objetivamente este tema. Acá pongo una parte:

Las investigaciones indican que cerca del 90% de los gays practican relaciones sexuales anales, y cerca de los dos tercios de éstos lo hacen regularmente. Según el Instituto de Investigaciones para la Familia de Washington D. C., en un estudio diario, durante seis meses, los gays tuvieron como promedio 110 compañeros sexuales y 68 relaciones sexuales anales en un año. Las relaciones sexuales anales son peligrosas. Primeramente, el ano debe estar lo suficientemente lubricado como para permitir la penetración del pene. Con frecuencia se utilizan los dedos y/o la lengua para dilatar y humedecer la apertura y se aplica la saliva del compañero o un lubricante artificial. 

Sin embargo, la saliva contiene muchos gérmenes que no se encuentran en el recto. De esta manera, durante las relaciones sexuales anales, en el recto se mezclan la saliva y sus gérmenes y/o algún lubricante artificial, las propias heces que allí se encuentran, cualquier clase de gérmenes, infecciones o substancias que tenga el pene y el fluido seminal del que inserta el pene.

Puesto que el esperma penetra fácilmente la pared del recto (que tiene sólo una célula de espesor), se producen daños inmunológicos y se rompe o magulla la pared anal, lo cual es muy común durante las relaciones sexuales entre homosexuales.

De este modo, estas substancias tienen acceso casi directo al torrente sanguíneo. A diferencia de las relaciones heterosexuales (en las cuales el esperma no puede penetrar la vagina porque tiene múltiples capas y no contiene heces fecales), las relaciones sexuales anales son la forma sexual más eficiente de contagiar la hepatitis B y C, el VIH, la sífilis y una serie de diferentes enfermedades que se transmiten a través de la sangre. 

El rompimiento o rasgadura del interior del ano durante las relaciones homosexuales es mucho más probable durante lo que llaman fisting. Es decir, cuando se introduce el puño y el brazo en el recto. Es común también el uso de ’juguetes’ (jerga de los homosexuales para referirse a los objetos que pueden insertarse en el recto).

El riesgo de contaminación y/o de tener que usar una bolsa de colostomía por causa de esta práctica es muy real. El recto no ha sido diseñado para acomodarse a estas prácticas, por lo que quienes están habituados a ellas pueden condenarse a usar pañales durante toda la vida.

A esta conducta sexual promiscua y antihigiénica la acompañan, según el Family Research Institute, la enfermedad y la muerte. Entre el 70% y el 78% de los gays aseguran haber tenido una enfermedad de transmisión sexual. La proporción de los que tienen parásitos intestinales (lombrices, trematodos, etc.) varía del 25% al 39% y al 59%. En 1992, el 83% de los casos de sida en blancos de los EEUU tuvieron lugar entre los homosexuales.