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Domingo 23/07/2017, 11:13:45
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nacinales y populares, ojo con sus nuevos idolos

John Maynard Keynes Keynes fue un hombre de vasta cultura, un humanista erudito y de prosa exquisita, gran orador, contertulio y
mecenas de intelectuales y artistas; pero también fue un hombre de mundo
interesado por los asuntos políticos y por la economía práctica,
dedicando parte de su tiempo a negocios ajenos y propios con los que
llegaría a hacerse millonario. Todos sus escritos económicos fueron
respuesta a problemas acuciantes de la economía de su tiempo. Así, como
fruto de su trabajo en la administración colonial, escribió La moneda india y las finanzas (1913).



y que interesante esto de la vida del procer economico
[b]


Una vida sexual muy poco convencional[/b]Como cuenta Davenport-Hines en la biografía,  Keynes mantuvo un registro exhaustivo de todos sus amantes. Entre 1901, cuando tuvo su primer encuentro
sexual con un compañero de la universidad, a los 17 años, y hasta 1918,
cuando se casó con la bailarina rusa Lydia Lopokova, Keynes catalogó todos sus encuentros con la precisión de un filatélico.La promiscuidad de Keynes sorprende incluso hoy en día, pero la práctica del cruising era algo habitual entre los homosexuales de la época eduardiana. El
economista disfrutaba del sexo con todo el mundo y en todas partes. En
su diario se encuentran siempre el nombre o la descripción de sus amantes, y el lugar donde se produjo el encuentro: “Mozo de cuadra en Park
Lane”, “El sueco de la Galería Nacional”, “El soldado de los baños”, “El
recluta francés”, “El chantajista”, “El ascensorista de Vauxhall”, “El
judío”, “El Gran Duque Cirilio en los baños de parís”…La práctica del 'cruising' era algo habitual entre los homosexuales de la época eduardianaEl economista tuvo 65 encuentros en 1909, 26 en 1910, 39 en 1911… En
total, más de 200 amantes distintos, hasta que cumplió 35 años, se
enamoró de una mujer y se volvió heterosexual. No hay datos de que
volviera a acostarse con hombres tras contraer matrimonio. Rechazó su anterior vida sexual casi de la misma forma en la que renegó de la teoría económica clásica.
“Cuando los hechos cambian, cambia lo que pienso”, aseguraba Keynes en
una de sus clásicas citas. “¿Qué haría usted?”http://www.ecestaticos.com/image/clipping/4b1455b11698fd2694b526714d0b36c7/imagen-sin-titulo.jpg[/img]Ni rastro de culpa¿Influyó en algo la ajetreada vida sexual de Keynes en su pensamiento económico? Sean O´Grady, redactor de [i]The Independent, cree que sí: “El hecho de que Keynes conociera a gente de entornos menos privilegiados y menos inteligentes que él, podría haberle hecho más liberal y tolerante. Eso a su vez dio a su misión económica una motivación personal, quería
asegurarse de que todos tuvieran los medios para vivir y gozar de las
artes”.Quizás este argumento esté un poco cogido por los pelos. También los críticos de Keynes asocian su orientación sexual a sus ideas económicas, pero en sentido opuesto. El profesor de la Universidad de Harvard, Niall Ferguson, aseguró que a Keynes le traía sin cuidado el largo plazo porque no tenía
descendencia, y no la iba a tener nunca pues era homosexual. Según
Ferguson, el británico tenía una visión egoísta del mundo porque era un
“degenerado”.Es difícil saber cuáles eran las motivaciones reales de Keynes, pero de lo que no cabe duda es de que fue una persona que
logró romper con los convencionalismos de la época en la que le tocó vivir.En el fondo Keynes era un bon vivant, y no estaba dispuesto a renunciar a la felicidad“Las aventuras homosexuales de Keynes no revelan directamente nada sobre sus ideas económicas”, asegura en The Guardian el historiador, economista y también biógrafo de Keynes Robert Skidelsky. “Pero su falta de culpa sobre lo que hacía nos dice mucho acerca de su
actitud juvenil hacia las convicciones morales de su época, de las que
la economía vitoriana formaba parte. Su rechazo al ‘deber de ahorrar’, que él llamaba ‘las nueve décimas partes de la
moralidad’, fue una iconoclastia intelectual enraizada en una
iconoclastia moral”.En el fondo Keynes era un bon vivant, y no estaba dispuesto a renunciar a la felicidad. Su ideario económico pretendía preservar la prosperidad y el empleo que garantizan a la sociedad una “buena vida”. Cuestión
aparte es si sus ideas garantizan esto, pero no cabe duda de que ese
era, en el fondo, su único objetivo.