Viernes 07/09/2018, 14:28:16
Si al campo le va bien, a Argentina le va bien.
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He aquí uno de los grandes mitos de la historia y el presente argentino, una de las tantas mentiras de la historia oficial y los grandes medios de comunicación que los ignorantes repiten como loros.
No me voy a poner a hacer historia social y económica, solamente voy a decir que desde los orígenes de la patria y mucho antes también, la agroganadería siempre ha sido una actividad muy rentable, desde lo productivo y desde lo financiero, con la excepción de la actividad lechera.
Sin embargo, para que esta estructura económica sea exitosa, es necesario que la gran mayoría de la gente no lo sea, a saber:
1) El agro necesita un dólar competitivo (traducción, peso devaluado) para que sus exportaciones sean rentrables.
2) Como consecuencia de lo anterior, la mayoría de la gente trabajadora, la que recibe un salario, en pesos obvio, ve reducido su poder adquisitivo debido, precisamente a que el agro requiere de un peso devaluado para ser todo lo exitoso que el agro cree que debe ser.
Alguno podría decir que es un círculo vicioso, pero nada más alejado de la realidad. Para que el agro sea rentable, la mayoría de la población debe necesariamente ganar menos. Lo vemos ahora. Peso superdevaluado, salarios superdevaluados en dólares...y el campo sigue pàtaleando!! Es un círculo perfecto.
El campo es la única estructura productiva que se conserva desde la época de la colonia, y al igual que en la época de la colonia, sigue siendo la actividad más relevante, no solamente desde lo económico, sino también desde lo político. Y qué le ha dejado al país? Una economía primitiva, primaria, precapitalista. El país subdesarrollado que tenemos hoy.
No existe ninguna nación desarrolllada que haya logrado dicho desarrollo gracias al campo. Es más, algunos, como EEUU, necesitaron de una guerra civil para abandonar dicha forma productiva, vieja, arcaica, primitiva, y poder convertirse en una nación industrial, verdadero motor del desarrollo nacional, en la cual el campo es una actividad más, sin necesidad de que el presidente vaya a ver vacas dar vuelta alrededor de un predio, imagen patética, fiel reflejo de la Argentina.
No me voy a poner a hacer historia social y económica, solamente voy a decir que desde los orígenes de la patria y mucho antes también, la agroganadería siempre ha sido una actividad muy rentable, desde lo productivo y desde lo financiero, con la excepción de la actividad lechera.
Sin embargo, para que esta estructura económica sea exitosa, es necesario que la gran mayoría de la gente no lo sea, a saber:
1) El agro necesita un dólar competitivo (traducción, peso devaluado) para que sus exportaciones sean rentrables.
2) Como consecuencia de lo anterior, la mayoría de la gente trabajadora, la que recibe un salario, en pesos obvio, ve reducido su poder adquisitivo debido, precisamente a que el agro requiere de un peso devaluado para ser todo lo exitoso que el agro cree que debe ser.
Alguno podría decir que es un círculo vicioso, pero nada más alejado de la realidad. Para que el agro sea rentable, la mayoría de la población debe necesariamente ganar menos. Lo vemos ahora. Peso superdevaluado, salarios superdevaluados en dólares...y el campo sigue pàtaleando!! Es un círculo perfecto.
El campo es la única estructura productiva que se conserva desde la época de la colonia, y al igual que en la época de la colonia, sigue siendo la actividad más relevante, no solamente desde lo económico, sino también desde lo político. Y qué le ha dejado al país? Una economía primitiva, primaria, precapitalista. El país subdesarrollado que tenemos hoy.
No existe ninguna nación desarrolllada que haya logrado dicho desarrollo gracias al campo. Es más, algunos, como EEUU, necesitaron de una guerra civil para abandonar dicha forma productiva, vieja, arcaica, primitiva, y poder convertirse en una nación industrial, verdadero motor del desarrollo nacional, en la cual el campo es una actividad más, sin necesidad de que el presidente vaya a ver vacas dar vuelta alrededor de un predio, imagen patética, fiel reflejo de la Argentina.