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Escrito por fran.rojoo
Escrito por Hombre_de_ningun_lugar
¿Y qué proponés? ¿Fomentar la desigualdad como fórmula para el crecimiento? Quizás así el país crezca más rápido, pero debe existir un equilibrio; llega un punto en el que es preferible crecer más lento, que haya menos para repartir, pero que se reparta mejor. El mejor indicador no es el PBI per cápita, sino el nivel de vida de la población; por ejemplo, podés usar el salario mínimo como parámetro comparativo. Pero no estoy poniendo a Argentina como contraejemplo de Chile, sólo te digo que debe existir un equilibrio óptimo entre crecimiento y distribución de riqueza, si no es posible que ambas cosas vayan de la mano.
Tampoco hay que medir a la pobreza exclusivamente en términos económicos. Por ejemplo, tener acceso a educación universitaria independientemente del poder adquisitivo es algo valorable, porque el conocimiento también es parte de la riqueza del ser humano, ya que otorga herramientas que sirven para el progreso personal, en el más amplio de los sentidos. No me gustaría vivir en una sociedad donde todos sean ricos pero ignorantes. Y si bien en términos prácticos la igualdad de oportunidades nunca es real, sí hay que intentar acercarse lo más posible a ese ideal. La educación y la salud deben entenderse como derechos y no como privilegios; nunca debemos renunciar a esa premisa, más allá de cualquier indicador económico.
Está bien que defiendas tus ideas, pero tampoco te enamores de un único sistema económico. Acá en Argentina ya probamos de todo y siempre terminamos en lo mismo. Y el problema no se reduce simplemente a malos planes económicos, sino que también se debe a que no somos capaces de acordar políticas de Estado que sean sostenibles en el tiempo. Si al menos tuviéramos una estrategia clara y permanente, aunque no fuera el mejor proyecto, de seguro tendríamos mejores resultados que los que venimos teniendo. Y eso es lo que hay que imitar de Chile, no necesariamente su modelo económico, sino su voluntad de tirar todos para el mismo lado.
Lo que propongo es el equilibrio ! Ahora estamos en una situación de desequilibrio total.
Te juro que no entiendo porque preferís que haya menos para repartir pero mas justo.
Hombre, si vos tenes 100 y repartís 20 a 5 personas, esta genial, pero esos 20 no le sirve para una mierda a nadie y fomentando eso no vas a crecer.
Ahora si tenes 1000 y uno tiene 400 y los otros 4 tienen 150, es mas desigual y a la vez la gente es mas rica.
A mi me importa que la gente sea mas rica en primera instancia, que es lo lógico, acá parece que algunos les da lo mismo si todos nos cagamos de hambre pero al menos nos morimos todos igual en igualdad.
Vivimos en el mundo real, no podes pretender igualdad por igualdad a cualquier costo, flaco, si el costo es que la gente sea mas pobre le están pifiando.
Según algunos chile es mas desigual que nosotros, pero tienen menos pobreza menos indigencia y sueldos mas altos.
Pero parece que les gana el odio o resentimiento a mucha gente que prefieren empobrecernos a todos a costa de que los ricos les vaya peor, o se vayan a otro país. Sepan que no están pensando en la gente.
fran.rojoo A ver si nos entendemos. Yo no estoy diciendo que prefiero que todos seamos más pobres para que haya más igualdad, para nada. Yo sólo estoy diciendo que debe haber un equilibrio entre crecimiento y distribución de riqueza, si indefectiblemente debemos aceptar que existe una dicotomía entre ambas cosas. Porque si vamos al caso, el nivel de crecimiento de un país también puede ser altísimo gracias al trabajo esclavo, pero supongo que vos no querés eso. Entonces no siempre un crecimiento se traduce en un mejor nivel de vida para la sociedad, porque podés tener más para repartir y aun así darle menos a la mayoría. Pero tampoco pregono el otro extremo, que todos reciban una miseria sólo por levantar la bandera de la igualdad.
Usando tu ejemplo numérico, también podés tener 1000 para repartir donde 1 persona tiene 900 y las otras 4 sólo tienen 25. En tal caso, prefiero que haya 500 para repartir donde 1 persona tenga 300 y las otras 4 tengan 50. ¿Entendés mi punto? Yo puedo tolerar la desigualdad hasta cierto punto, pero no sirve crecer por crecer cuando eso sucede a expensas del nivel de vida de la mayoría; así como tampoco sirve la igualdad por la igualdad misma si eso conlleva que todos seamos cada vez más pobres. Entonces el equilibrio del que yo hablo es que hay que crecer al ritmo necesario para que ese crecimiento se traduzca en una mejora sustancial en el nivel de vida de la mayoría.
Lo que yo sí pregono es la igualdad de oportunidades, o al menos acercarnos lo más posible a eso. Por eso en ninguna circunstancia renunciaría a la idea de que la educación y la salud deben ser entendidos como derechos y no como privilegios. Incluso podría sumar el derecho a la alimentación, al menos para los niños. Porque aunque tengas un 10% o menos de pobreza, si la sociedad es muy desigualitaria entonces te estás cagando en esa minoría por no abrirles ninguna puerta para que salgan adelante. Entonces primero procuremos que todos partan de una base relativamente digna, con lo mínimo necesario para poder levantar la cabeza y ver que es posible un mejor futuro. Luego la desigualdad será inevitable, en algunos casos poque unos se esforzarán más que otros, y en otros casos porque siempre existirán los que nacen en cuna de oro.
Y repito, yo no estoy poniendo a Argentina como contraejemplo de Chile, ya que reconozco que Chile está mejor que nosotros en algunas cosas; pero no tanto por su sistema económico, sino por la voluntad de apegarse a una política de Estado firme gobierne quien gobierne. En todo caso me quedo con el ejemplo de Suecia, que lograron el bienestar social a partir de políticas socialistas, y luego sí pudieron aplicar el liberalismo económico, una vez que todos estuvieron en condiciones dignas de competir. Pero para bien o para mal, acá vivimos los argentinos, no los suecos, y tampoco los chilenos. Entonces no existe ninguna fórmula mágica que nos va a salvar, sólo existen sociedades diferentes en situaciones diferentes, y hay que saber aplicar las políticas adecuadas para los momentos y lugares adecuados.