CREAR TEMA

El que sale armado para dañar a otro o apoderarse de bienes de terceros, sabe que su accionar es ilícito y que puede resultar dañado al intentarlo.
Si aún así decide continuar su accionar ilícito a sabiendas de poder resultar dañado, se está haciendo responsable de las consecuencias de su accionar, tanto respecto del daño ocasionado a terceros como del daño que pueda sufrir sobre sí mismo.
De tal manera, actuando con discernimiento, intención y voluntad, no puede luego eximirse de la responsabilidad de sus propios actos.
Ni su pobreza ni su estado de necesidad (si se comprobaran), justifica su accionar.
Mediante su comportamiento, ha buscado generar en otros una reacción: haber sometido a una persona a puñaladas para obtener una cámara, ha sido una acción desproporcionada, un uso desmedido de fuerza para lograr su finalidad.
Ese uso desmedido de fuerza y agresividad hace que un tercero entienda que tal agresividad merezca una respuesta acorde.
Pero quien pone en funcionamiento la represión y su magnitud, es la propia persona que decidió salir armado para dañar a otro o a apoderarse de bienes de terceros.