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Domingo 08/08/2021, 21:20:34
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Escrito por camaronbrujo

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

Escrito por camaronbrujo

Llego un par de meses tarde, pero esta discusión atrasa 100 años.
Vamos a hacerlo corto.
Acá tenemos un paciente con una hemorragia producto de un tumor.
Las opciones son poner una curita que no tapa ni 1/4 de la herida, y operar para extirpar el tumor.
Lo que vos estás diciendo es, no se puede operar, porque no hay tiempo, etc.
Mejor poner una curita. Luego te contradecis y decis que la curita a la larga no sirve...

El diagnóstico es el opuesto, guardemos la curita para cuando la herida sea leve y superficial. Acá el cáncer está enquistado en lo más profundo del sistema, y si no operás se te termina de morir el paciente que ya está en terapia intensiva.

Las cosas son simples, miremos lo que hace el mundo normal y miremos lo que hacemos acá.

Mala analogía. O en todo caso habría que discutir si la herida se reduce a lo económico o también incluye lo social. Pero si queres lo discutimos después del partido.
Quedo a la espera de que expliques por qué mi analogía es mala.
Y si bien la discusión abarca distintos ejes, el más importante es el económico. Nunca podés pensar en qué gastar el dinero, si primero no producís un ingreso.
No podés pensar en la cocina o el baño si no tenés la casa.
Aprovecho el entretiempo para una breve respuesta.

La analogía puede ser buena o mala dependiendo de si se tiene en cuenta todo el panorama o sólo un factor. Si sólo miramos lo económico, podemos llegar a un acuerdo en el diagnóstico y la solución. Pero el punto clave es si esa solución es sostenible en el tiempo y los votantes no te la van a bochar en 4 años. Porque los inversionistas no sólo miran las intenciones del que gobierna, sino fundamentalmente la previsibilidad a mediano y largo plazo. Y eso es imposible de garantizar en un país con tanta inestabilidad política y económica como el nuestro. Entonces te guste o no, la solución económica también debe estar acompañada de un plan ambicioso para reducir la pobreza estructural, que no se va a conseguir simplemente con inversiones y puestos de trabajo si gran parte de la población no está capacitada para tomar tales empleos. La solución tampoco está en los planes sociales, pero sí en todo lo que promueva la educación y la cultura de trabajo. Pero lamentablemente hay un largo camino por recorrer, y la salida será cada vez más difícil si los diversos sectores políticos no acuerdan políticas de Estado para que el país sea medianamente previsible.
Domingo 08/08/2021, 21:47:51
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Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

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Llego un par de meses tarde, pero esta discusión atrasa 100 años.
Vamos a hacerlo corto.
Acá tenemos un paciente con una hemorragia producto de un tumor.
Las opciones son poner una curita que no tapa ni 1/4 de la herida, y operar para extirpar el tumor.
Lo que vos estás diciendo es, no se puede operar, porque no hay tiempo, etc.
Mejor poner una curita. Luego te contradecis y decis que la curita a la larga no sirve...

El diagnóstico es el opuesto, guardemos la curita para cuando la herida sea leve y superficial. Acá el cáncer está enquistado en lo más profundo del sistema, y si no operás se te termina de morir el paciente que ya está en terapia intensiva.

Las cosas son simples, miremos lo que hace el mundo normal y miremos lo que hacemos acá.

Mala analogía. O en todo caso habría que discutir si la herida se reduce a lo económico o también incluye lo social. Pero si queres lo discutimos después del partido.
Quedo a la espera de que expliques por qué mi analogía es mala.
Y si bien la discusión abarca distintos ejes, el más importante es el económico. Nunca podés pensar en qué gastar el dinero, si primero no producís un ingreso.
No podés pensar en la cocina o el baño si no tenés la casa.
Aprovecho el entretiempo para una breve respuesta.

La analogía puede ser buena o mala dependiendo de si se tiene en cuenta todo el panorama o sólo un factor. Si sólo miramos lo económico, podemos llegar a un acuerdo en el diagnóstico y la solución. Pero el punto clave es si esa solución es sostenible en el tiempo y los votantes no te la van a bochar en 4 años. Porque los inversionistas no sólo miran las intenciones del que gobierna, sino fundamentalmente la previsibilidad a mediano y largo plazo. Y eso es imposible de garantizar en un país con tanta inestabilidad política y económica como el nuestro. Entonces te guste o no, la solución económica también debe estar acompañada de un plan ambicioso para reducir la pobreza estructural, que no se va a conseguir simplemente con inversiones y puestos de trabajo si gran parte de la población no está capacitada para tomar tales empleos. La solución tampoco está en los planes sociales, pero sí en todo lo que promueva la educación y la cultura de trabajo.
Pero volvemos sobre lo mismo.
Justamente la inestabilidad de Argentina es producto de ser una máquina de triturar valor. No hay moneda que valga, la inflación nunca paró en la historia (desde que hay banco central), el déficit fiscal es permanente, y por si todo esto fuera poco, los avances sobre la propiedad privada son cada vez más amenazantes. Ni el frente de chorros ni Juntos por el cargo muestran señales de confianza para inversores extranjeros. El país necesita una bocanada de aire fresco político, y la única alternativa que puede serlo es el liberalismo de Milei y Espert. La gobernabilidad de todos los cambios necesarios, será un tema posterior y dependerá de la firmeza que tenga el gobierno para ir contra las mafias sindicales y bancar el crecimiento.
Domingo 08/08/2021, 22:40:41
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Escrito por camaronbrujo

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

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Llego un par de meses tarde, pero esta discusión atrasa 100 años.
Vamos a hacerlo corto.
Acá tenemos un paciente con una hemorragia producto de un tumor.
Las opciones son poner una curita que no tapa ni 1/4 de la herida, y operar para extirpar el tumor.
Lo que vos estás diciendo es, no se puede operar, porque no hay tiempo, etc.
Mejor poner una curita. Luego te contradecis y decis que la curita a la larga no sirve...

El diagnóstico es el opuesto, guardemos la curita para cuando la herida sea leve y superficial. Acá el cáncer está enquistado en lo más profundo del sistema, y si no operás se te termina de morir el paciente que ya está en terapia intensiva.

Las cosas son simples, miremos lo que hace el mundo normal y miremos lo que hacemos acá.

Mala analogía. O en todo caso habría que discutir si la herida se reduce a lo económico o también incluye lo social. Pero si queres lo discutimos después del partido.
Quedo a la espera de que expliques por qué mi analogía es mala.
Y si bien la discusión abarca distintos ejes, el más importante es el económico. Nunca podés pensar en qué gastar el dinero, si primero no producís un ingreso.
No podés pensar en la cocina o el baño si no tenés la casa.
Aprovecho el entretiempo para una breve respuesta.

La analogía puede ser buena o mala dependiendo de si se tiene en cuenta todo el panorama o sólo un factor. Si sólo miramos lo económico, podemos llegar a un acuerdo en el diagnóstico y la solución. Pero el punto clave es si esa solución es sostenible en el tiempo y los votantes no te la van a bochar en 4 años. Porque los inversionistas no sólo miran las intenciones del que gobierna, sino fundamentalmente la previsibilidad a mediano y largo plazo. Y eso es imposible de garantizar en un país con tanta inestabilidad política y económica como el nuestro. Entonces te guste o no, la solución económica también debe estar acompañada de un plan ambicioso para reducir la pobreza estructural, que no se va a conseguir simplemente con inversiones y puestos de trabajo si gran parte de la población no está capacitada para tomar tales empleos. La solución tampoco está en los planes sociales, pero sí en todo lo que promueva la educación y la cultura de trabajo.
Pero volvemos sobre lo mismo.
Justamente la inestabilidad de Argentina es producto de ser una máquina de triturar valor. No hay moneda que valga, la inflación nunca paró en la historia (desde que hay banco central), el déficit fiscal es permanente, y por si todo esto fuera poco, los avances sobre la propiedad privada son cada vez más amenazantes. Ni el frente de chorros ni Juntos por el cargo muestran señales de confianza para inversores extranjeros. El país necesita una bocanada de aire fresco político, y la única alternativa que puede serlo es el liberalismo de Milei y Espert. La gobernabilidad de todos los cambios necesarios, será un tema posterior y dependerá de la firmeza que tenga el gobierno para ir contra las mafias sindicales y bancar el crecimiento.

Y yo no tengo nada contra el liberalismo. De hecho para mí sería un sistema ideal para un contexto de baja pobreza estructural. Pero precisamente la pobreza no se reduce a una cuestión económica. Si buena parte de la población no está capacitada ni tiene mejores perspectivas de vida, por más que lleguen todas las inversiones el proyecto se va por el caño.

Esto termina siendo como la discusión del huevo o la gallina. Pero no podés soslayar un factor tan clave como la gobernabilidad. No es un tema posterior, porque un eventual fracaso de "revolucionarios" como Milei o Espert puede dejarnos aun peor de lo que ya estamos. Los cambios espasmódicos pero de corta duración terminan siendo favorables para pocos privilegiados y perjudiciales para la gran mayoría. Si el liberalismo quiere ser gobierno, tiene que presentar un proyecto serio y coherente que abarque todas las aristas de la realidad. Si piensan que todo se soluciona cerrando el Banco Central, entonces caen en el mismo ideologismo vano de la extrema izquierda.

Acá hay que entender que no existen recetas mágicas, porque cualquier cosa que se haga tendrá sus pros y sus contras. Por eso gobernar es establecer prioridades; y en tiempos de crisis te ves obligado a favorecer a unos a expensas de otros mientras ejecutás una solución que procure beneficiar a todos. Luego unos piensan que hay que cuidar a los débiles mientras se le pide paciencia a los fuertes; y otros creen que hay que incentivar a los fuertes para que luego puedan ayudar a los débiles. Yo acá no vengo a plantear cuál es la mejor solución; sólo digo que mientras no haya un amplio acuerdo en el espectro político para definir un camino a seguir con al menos un par de políticas de Estado, vamos a seguir dando vueltas en círculos sin rumbo fijo. Pero para lograr consensos tiene que existir un gran debate nacional sobre qué país queremos, cosa que no están haciendo ni los políticos ni la población en general. Y posturas incendiarias como las de Milei y Espert tampoco ayudan para tal propósito.
Domingo 08/08/2021, 22:56:04
3365 Posts - 516 Puntos
Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

Escrito por camaronbrujo

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Llego un par de meses tarde, pero esta discusión atrasa 100 años.
Vamos a hacerlo corto.
Acá tenemos un paciente con una hemorragia producto de un tumor.
Las opciones son poner una curita que no tapa ni 1/4 de la herida, y operar para extirpar el tumor.
Lo que vos estás diciendo es, no se puede operar, porque no hay tiempo, etc.
Mejor poner una curita. Luego te contradecis y decis que la curita a la larga no sirve...

El diagnóstico es el opuesto, guardemos la curita para cuando la herida sea leve y superficial. Acá el cáncer está enquistado en lo más profundo del sistema, y si no operás se te termina de morir el paciente que ya está en terapia intensiva.

Las cosas son simples, miremos lo que hace el mundo normal y miremos lo que hacemos acá.

Mala analogía. O en todo caso habría que discutir si la herida se reduce a lo económico o también incluye lo social. Pero si queres lo discutimos después del partido.
Quedo a la espera de que expliques por qué mi analogía es mala.
Y si bien la discusión abarca distintos ejes, el más importante es el económico. Nunca podés pensar en qué gastar el dinero, si primero no producís un ingreso.
No podés pensar en la cocina o el baño si no tenés la casa.
Aprovecho el entretiempo para una breve respuesta.

La analogía puede ser buena o mala dependiendo de si se tiene en cuenta todo el panorama o sólo un factor. Si sólo miramos lo económico, podemos llegar a un acuerdo en el diagnóstico y la solución. Pero el punto clave es si esa solución es sostenible en el tiempo y los votantes no te la van a bochar en 4 años. Porque los inversionistas no sólo miran las intenciones del que gobierna, sino fundamentalmente la previsibilidad a mediano y largo plazo. Y eso es imposible de garantizar en un país con tanta inestabilidad política y económica como el nuestro. Entonces te guste o no, la solución económica también debe estar acompañada de un plan ambicioso para reducir la pobreza estructural, que no se va a conseguir simplemente con inversiones y puestos de trabajo si gran parte de la población no está capacitada para tomar tales empleos. La solución tampoco está en los planes sociales, pero sí en todo lo que promueva la educación y la cultura de trabajo.
Pero volvemos sobre lo mismo.
Justamente la inestabilidad de Argentina es producto de ser una máquina de triturar valor. No hay moneda que valga, la inflación nunca paró en la historia (desde que hay banco central), el déficit fiscal es permanente, y por si todo esto fuera poco, los avances sobre la propiedad privada son cada vez más amenazantes. Ni el frente de chorros ni Juntos por el cargo muestran señales de confianza para inversores extranjeros. El país necesita una bocanada de aire fresco político, y la única alternativa que puede serlo es el liberalismo de Milei y Espert. La gobernabilidad de todos los cambios necesarios, será un tema posterior y dependerá de la firmeza que tenga el gobierno para ir contra las mafias sindicales y bancar el crecimiento.

Y yo no tengo nada contra el liberalismo. De hecho para mí sería un sistema ideal para un contexto de baja pobreza estructural. Pero precisamente la pobreza no se reduce a una cuestión económica. Si buena parte de la población no está capacitada ni tiene mejores perspectivas de vida, por más que lleguen todas las inversiones el proyecto se va por el caño.

Esto termina siendo como la discusión del huevo o la gallina. Pero no podés soslayar un factor tan clave como la gobernabilidad. No es un tema posterior, porque un eventual fracaso de "revolucionarios" como Milei o Espert puede dejarnos aun peor de lo que ya estamos. Los cambios espasmódicos pero de corta duración terminan siendo favorables para pocos privilegiados y perjudiciales para la gran mayoría. Si el liberalismo quiere ser gobierno, tiene que presentar un proyecto serio y coherente que abarque todas las aristas de la realidad. Si piensan que todo se soluciona cerrando el Banco Central, entonces caen en el mismo ideologismo vano de la extrema izquierda.

Acá hay que entender que no existen recetas mágicas, porque cualquier cosa que se haga tendrá sus pros y sus contras. Por eso gobernar es establecer prioridades; y en tiempos de crisis te ves obligado a favorecer a unos a expensas de otros mientras ejecutás una solución que procure beneficiar a todos. Luego unos piensan que hay que cuidar a los débiles mientras se le pide paciencia a los fuertes; y otros creen que hay que incentivar a los fuertes para que luego puedan ayudar a los débiles. Yo acá no vengo a plantear cuál es la mejor solución; sólo digo que mientras no haya un amplio acuerdo en el espectro político para definir un camino a seguir con al menos un par de políticas de Estado, entonces vamos a seguir dando vuelta en círculos sin rumbo fijo. Pero para eso tiene que existir un gran debate sobre qué país queremos, cosa que no están haciendo ni los políticos ni la población en general. Y posturas incendiarias como las de Milei y Espert tampoco ayudan para tal propósito.
"Si buena parte de la población no está capacitada ni tiene mejores perspectivas de vida"
No podés obligar a todos a trabajar. En un país normal, el que labura, progresa por sus propio medios.
El que no quiere laburar y quiere vivir del estado, se jode y se caga de hambre él y su familia.
Y si tenemos crisis educacional no es culpa del liberalismo, por el contrario, te comento que venimos de un régimen kirchnerista que en una década destruyó culturalmente a una generación.
Pero profesionales y gente capacitada para salir adelante, todavía queda mucha.
Y los pobres no son tontos, también se van dando cuenta que el estado no sirve y que la única salida es el trabajo digno.

"Los cambios espasmódicos pero de corta duración terminan siendo favorables para pocos privilegiados y perjudiciales para la gran mayoría."
Por eso ellos proponen un cambio total de paradigma, un cambio de sistema. Esto es como como el fumador o el drogadicto. No se puede adivinar cuánto vas a tardar en recuperarte, pero lo cierto es que hasta que no dejes el mal hábito que te destruye, no empezarás a dejar de empeorar. Luego la recuperación es larga, por supuesto. No hay soluciones mágicas, pero sí hay soluciones lógicas y coherentes que funcionan en todo el mundo. De hecho acá, todos los planes de estabilización económica de shock funcionaron, mientras que los gradualistas fracasaron siempre.

"mientras no haya un amplio acuerdo en el espectro político para definir un camino a seguir"
¿Sos consciente que el 'espectro' político actual son el kirchnerismo, el macrismo y el massismo?
Con este nivel de contaminación socialista no se puede consensuar nada bueno.
La única salida es que la gente se de cuenta que esa es la casta política que no sirve, y los saque a todos a patadas en el culo. Ideas nuevas con gente nueva, no el reciclaje putrefacto de la vieja política intentando seguir haciendo negocio.

Si creemos que con la misma gente y la misma perspectiva que nos hundió durante mucho tiempo, vamos a poder salir adelante, somos necios. O nos damos cuenta que el sistema no funciona como tal, o vamos a seguir buscándole la cuadratura al círculo y discutiendo sobre cuestiones románticas o simpáticas al oído pero inocuas en el plano real.
Lunes 09/08/2021, 00:19:24
17894 Posts - 5735 Puntos
Escrito por camaronbrujo

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

Y yo no tengo nada contra el liberalismo. De hecho para mí sería un sistema ideal para un contexto de baja pobreza estructural. Pero precisamente la pobreza no se reduce a una cuestión económica. Si buena parte de la población no está capacitada ni tiene mejores perspectivas de vida, por más que lleguen todas las inversiones el proyecto se va por el caño.

Esto termina siendo como la discusión del huevo o la gallina. Pero no podés soslayar un factor tan clave como la gobernabilidad. No es un tema posterior, porque un eventual fracaso de "revolucionarios" como Milei o Espert puede dejarnos aun peor de lo que ya estamos. Los cambios espasmódicos pero de corta duración terminan siendo favorables para pocos privilegiados y perjudiciales para la gran mayoría. Si el liberalismo quiere ser gobierno, tiene que presentar un proyecto serio y coherente que abarque todas las aristas de la realidad. Si piensan que todo se soluciona cerrando el Banco Central, entonces caen en el mismo ideologismo vano de la extrema izquierda.

Acá hay que entender que no existen recetas mágicas, porque cualquier cosa que se haga tendrá sus pros y sus contras. Por eso gobernar es establecer prioridades; y en tiempos de crisis te ves obligado a favorecer a unos a expensas de otros mientras ejecutás una solución que procure beneficiar a todos. Luego unos piensan que hay que cuidar a los débiles mientras se le pide paciencia a los fuertes; y otros creen que hay que incentivar a los fuertes para que luego puedan ayudar a los débiles. Yo acá no vengo a plantear cuál es la mejor solución; sólo digo que mientras no haya un amplio acuerdo en el espectro político para definir un camino a seguir con al menos un par de políticas de Estado, entonces vamos a seguir dando vuelta en círculos sin rumbo fijo. Pero para eso tiene que existir un gran debate sobre qué país queremos, cosa que no están haciendo ni los políticos ni la población en general. Y posturas incendiarias como las de Milei y Espert tampoco ayudan para tal propósito.
"Si buena parte de la población no está capacitada ni tiene mejores perspectivas de vida"
No podés obligar a todos a trabajar. En un país normal, el que labura, progresa por sus propio medios.
El que no quiere laburar y quiere vivir del estado, se jode y se caga de hambre él y su familia.
Y si tenemos crisis educacional no es culpa del liberalismo, por el contrario, te comento que venimos de un régimen kirchnerista que en una década destruyó culturalmente a una generación.
Pero profesionales y gente capacitada para salir adelante, todavía queda mucha.
Y los pobres no son tontos, también se van dando cuenta que el estado no sirve y que la única salida es el trabajo digno.

"Los cambios espasmódicos pero de corta duración terminan siendo favorables para pocos privilegiados y perjudiciales para la gran mayoría."
Por eso ellos proponen un cambio total de paradigma, un cambio de sistema. Esto es como como el fumador o el drogadicto. No se puede adivinar cuánto vas a tardar en recuperarte, pero lo cierto es que hasta que no dejes el mal hábito que te destruye, no empezarás a dejar de empeorar. Luego la recuperación es larga, por supuesto. No hay soluciones mágicas, pero sí hay soluciones lógicas y coherentes que funcionan en todo el mundo. De hecho acá, todos los planes de estabilización económica de shock funcionaron, mientras que los gradualistas fracasaron siempre.

"mientras no haya un amplio acuerdo en el espectro político para definir un camino a seguir"
¿Sos consciente que el 'espectro' político actual son el kirchnerismo, el macrismo y el massismo?
Con este nivel de contaminación socialista no se puede consensuar nada bueno.
La única salida es que la gente se de cuenta que esa es la casta política que no sirve, y los saque a todos a patadas en el culo. Ideas nuevas con gente nueva, no el reciclaje putrefacto de la vieja política intentando seguir haciendo negocio.

Si creemos que con la misma gente y la misma perspectiva que nos hundió durante mucho tiempo, vamos a poder salir adelante, somos necios. O nos damos cuenta que el sistema no funciona como tal, o vamos a seguir buscándole la cuadratura al círculo y discutiendo sobre cuestiones románticas o simpáticas al oído pero inocuas en el plano real.

Estoy totalmente de acuerdo en que el que no quiere laburar y pretende ser mantenido por el Estado se termina perjudicando a sí mismo, porque nunca va a progresar y siempre va a depender de lo que le pueda o quiera dar el gobierno de turno. Pero cuando un gran porcentaje de la sociedad se acostumbró a vivir de esa manera, ¿qué podés hacer? ¿Quitarles el derecho a voto? Igual estoy seguro de que muchos de los que hoy sobreviven en base a un plan social preferirían tener un trabajo digno. Pero el proceso de transformar a alguien que sólo representa un gasto en alguien que es un agente productivo no es rápido ni sencillo. Tené en cuenta que hoy más del 50% de los niños y adolescentes del país viven en situación de pobreza. ¿Qué futuro podés esperar si la mayoría de los adultos del mañana ya perdieron la oportunidad de acceder a buena alimentación, educación y salud? Por eso digo que la perspectiva de gobierno no sólo debe ser en materia económica, sino fundamentalmente en material social. Y no estoy diciendo que hay que aplicar socialismo puro, pero sí deben existir políticas orientadas a tales sectores. Y en general, cuando se libera todo para que rija el humor del mercado, el sistema tiende a excluir a aquellos que no necesita para crecer. Ni siquiera pido igualdad de oportunidades porque eso es imposible; pero sí es necesario alcanzar una mínima base inicial para que todos puedan competir con su propio esfuerzo.

Mirá, yo reconozco que el liberalismo puede traer ciertas soluciones, incluso en el corto plazo. Pero pensando a mediano y largo plazo, es importantísimo garantizar que las políticas liberales se van a sostener por muchos años. Porque el liberalismo que viene y se va sólo sirve para atraer golondrinas que se enriquecen rápidamente y se fugan apenas soplan nuevos vientos. Por eso insisto en que no es un tema menor la gobernabilidad. No es darles la oportunidad y ver qué pasa. Si Macri, cuyo gobierno no fue estrictamente liberal, hizo mucho daño por quitar ciertas restricciones que beneficiaron a unos pocos especuladores, imaginate el desastre que puede hacer el liberalismo puro en perjuicio de la mayoría trabajadora. Por eso el liberalismo, para ser aplicado, primero tiene que ser establecido como una política de Estado que no dependa de un único gobierno o partido, de la misma manera en que los suecos pasaron del socialismo al liberalismo.

Después coincido en que los dos espacios políticos dominantes están caducos, no traen soluciones, y se sostienen mutuamente queriéndose imponer como el menos malo de dos demonios. Pero mientras un gran porcentaje de votantes siga confiando en ellos, cualquier otro partido que quiera ser alternativa, aun si llegara a ser gobierno, vivirá con la amenaza latente de que su proyecto tiene pronta fecha de vencimiento. En realidad el mayor estorbo para una alternativa superadora es el macrismo, porque ya hicieron desastres cuando gobernaron, pero sigue siendo la alternativa que tienen más a mano los anti-peronistas. Por otro lado, el peronismo (en cualquiera de sus formas) existe no sólo como opción política, sino también como fenómeno cultural y social. Entonces es mucho más probable que el macrismo desaparezca antes que el peronismo. Pero el peronismo va a morir cuando surja una opción superadora para la mayoría trabajadora, que siempre se ha visto decepcionada cada vez que ha confiado en otras alternativas, volviendo al peronismo a pesar de todas sus miserias.

El punto es que el discurso anti-político de Milei & cía sólo sirve para agitar este sistema corrupto, pero no va a producir cambios de fondo mientras no haya una sociedad plenamente convencida sobre el camino que se debe seguir. Por eso, dada la complejidad y la particularidad de nuestro contexto, no necesitamos tanto al modelo que se ha probado como más exitoso en otros países, sino más bien un modelo que pueda ser aceptado y sostenido por muchos años en nuestra sociedad. Y entiendo que las políticas de shock muchas veces son inevitables. Pero si después de eso no se logra estabilizar el camino y lograr cierta previsibilidad, es muy probable que se vuelva a repetir la historia, como nos viene pasando desde hace muchas décadas. Y el gradualismo no es malo si efectivamente muestra avances, procurando crecer sin dejar gente tirada al costado del camino. Precisamente, lo de Macri no fue gradualismo, porque lo único que hizo fue empeorar lo que ya estaba mal. Y el kirchnerismo, más que gradualismo, se estanca en una idea de país que no mira más allá de un Estado interventor. Y yo sí creo que el Estado debe intervenir, pero con eficiencia, de forma tal que su intervención sea cada vez menos necesaria para poder bajar impuestos.
Lunes 09/08/2021, 13:27:52
4488 Posts - 828 Puntos
¿POR QUÉ EL SOCIALISMO?
Albert Einstein

http://revistaeconomiacritica.org/sites/default/files/8_einstein_0.pdf
Martes 10/08/2021, 00:14:19
3365 Posts - 516 Puntos
Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

Escrito por camaronbrujo

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

Y yo no tengo nada contra el liberalismo. De hecho para mí sería un sistema ideal para un contexto de baja pobreza estructural. Pero precisamente la pobreza no se reduce a una cuestión económica. Si buena parte de la población no está capacitada ni tiene mejores perspectivas de vida, por más que lleguen todas las inversiones el proyecto se va por el caño.

Esto termina siendo como la discusión del huevo o la gallina. Pero no podés soslayar un factor tan clave como la gobernabilidad. No es un tema posterior, porque un eventual fracaso de "revolucionarios" como Milei o Espert puede dejarnos aun peor de lo que ya estamos. Los cambios espasmódicos pero de corta duración terminan siendo favorables para pocos privilegiados y perjudiciales para la gran mayoría. Si el liberalismo quiere ser gobierno, tiene que presentar un proyecto serio y coherente que abarque todas las aristas de la realidad. Si piensan que todo se soluciona cerrando el Banco Central, entonces caen en el mismo ideologismo vano de la extrema izquierda.

Acá hay que entender que no existen recetas mágicas, porque cualquier cosa que se haga tendrá sus pros y sus contras. Por eso gobernar es establecer prioridades; y en tiempos de crisis te ves obligado a favorecer a unos a expensas de otros mientras ejecutás una solución que procure beneficiar a todos. Luego unos piensan que hay que cuidar a los débiles mientras se le pide paciencia a los fuertes; y otros creen que hay que incentivar a los fuertes para que luego puedan ayudar a los débiles. Yo acá no vengo a plantear cuál es la mejor solución; sólo digo que mientras no haya un amplio acuerdo en el espectro político para definir un camino a seguir con al menos un par de políticas de Estado, entonces vamos a seguir dando vuelta en círculos sin rumbo fijo. Pero para eso tiene que existir un gran debate sobre qué país queremos, cosa que no están haciendo ni los políticos ni la población en general. Y posturas incendiarias como las de Milei y Espert tampoco ayudan para tal propósito.
"Si buena parte de la población no está capacitada ni tiene mejores perspectivas de vida"
No podés obligar a todos a trabajar. En un país normal, el que labura, progresa por sus propio medios.
El que no quiere laburar y quiere vivir del estado, se jode y se caga de hambre él y su familia.
Y si tenemos crisis educacional no es culpa del liberalismo, por el contrario, te comento que venimos de un régimen kirchnerista que en una década destruyó culturalmente a una generación.
Pero profesionales y gente capacitada para salir adelante, todavía queda mucha.
Y los pobres no son tontos, también se van dando cuenta que el estado no sirve y que la única salida es el trabajo digno.

"Los cambios espasmódicos pero de corta duración terminan siendo favorables para pocos privilegiados y perjudiciales para la gran mayoría."
Por eso ellos proponen un cambio total de paradigma, un cambio de sistema. Esto es como como el fumador o el drogadicto. No se puede adivinar cuánto vas a tardar en recuperarte, pero lo cierto es que hasta que no dejes el mal hábito que te destruye, no empezarás a dejar de empeorar. Luego la recuperación es larga, por supuesto. No hay soluciones mágicas, pero sí hay soluciones lógicas y coherentes que funcionan en todo el mundo. De hecho acá, todos los planes de estabilización económica de shock funcionaron, mientras que los gradualistas fracasaron siempre.

"mientras no haya un amplio acuerdo en el espectro político para definir un camino a seguir"
¿Sos consciente que el 'espectro' político actual son el kirchnerismo, el macrismo y el massismo?
Con este nivel de contaminación socialista no se puede consensuar nada bueno.
La única salida es que la gente se de cuenta que esa es la casta política que no sirve, y los saque a todos a patadas en el culo. Ideas nuevas con gente nueva, no el reciclaje putrefacto de la vieja política intentando seguir haciendo negocio.

Si creemos que con la misma gente y la misma perspectiva que nos hundió durante mucho tiempo, vamos a poder salir adelante, somos necios. O nos damos cuenta que el sistema no funciona como tal, o vamos a seguir buscándole la cuadratura al círculo y discutiendo sobre cuestiones románticas o simpáticas al oído pero inocuas en el plano real.

Estoy totalmente de acuerdo en que el que no quiere laburar y pretende ser mantenido por el Estado se termina perjudicando a sí mismo, porque nunca va a progresar y siempre va a depender de lo que le pueda o quiera dar el gobierno de turno. Pero cuando un gran porcentaje de la sociedad se acostumbró a vivir de esa manera, ¿qué podés hacer? ¿Quitarles el derecho a voto? Igual estoy seguro de que muchos de los que hoy sobreviven en base a un plan social preferirían tener un trabajo digno. Pero el proceso de transformar a alguien que sólo representa un gasto en alguien que es un agente productivo no es rápido ni sencillo. Tené en cuenta que hoy más del 50% de los niños y adolescentes del país viven en situación de pobreza. ¿Qué futuro podés esperar si la mayoría de los adultos del mañana ya perdieron la oportunidad de acceder a buena alimentación, educación y salud? Por eso digo que la perspectiva de gobierno no sólo debe ser en materia económica, sino fundamentalmente en material social. Y no estoy diciendo que hay que aplicar socialismo puro, pero sí deben existir políticas orientadas a tales sectores. Y en general, cuando se libera todo para que rija el humor del mercado, el sistema tiende a excluir a aquellos que no necesita para crecer. Ni siquiera pido igualdad de oportunidades porque eso es imposible; pero sí es necesario alcanzar una mínima base inicial para que todos puedan competir con su propio esfuerzo.

Mirá, yo reconozco que el liberalismo puede traer ciertas soluciones, incluso en el corto plazo. Pero pensando a mediano y largo plazo, es importantísimo garantizar que las políticas liberales se van a sostener por muchos años. Porque el liberalismo que viene y se va sólo sirve para atraer golondrinas que se enriquecen rápidamente y se fugan apenas soplan nuevos vientos. Por eso insisto en que no es un tema menor la gobernabilidad. No es darles la oportunidad y ver qué pasa. Si Macri, cuyo gobierno no fue estrictamente liberal, hizo mucho daño por quitar ciertas restricciones que beneficiaron a unos pocos especuladores, imaginate el desastre que puede hacer el liberalismo puro en perjuicio de la mayoría trabajadora. Por eso el liberalismo, para ser aplicado, primero tiene que ser establecido como una política de Estado que no dependa de un único gobierno o partido, de la misma manera en que los suecos pasaron del socialismo al liberalismo.

Después coincido en que los dos espacios políticos dominantes están caducos, no traen soluciones, y se sostienen mutuamente queriéndose imponer como el menos malo de dos demonios. Pero mientras un gran porcentaje de votantes siga confiando en ellos, cualquier otro partido que quiera ser alternativa, aun si llegara a ser gobierno, vivirá con la amenaza latente de que su proyecto tiene pronta fecha de vencimiento. En realidad el mayor estorbo para una alternativa superadora es el macrismo, porque ya hicieron desastres cuando gobernaron, pero sigue siendo la alternativa que tienen más a mano los anti-peronistas. Por otro lado, el peronismo (en cualquiera de sus formas) existe no sólo como opción política, sino también como fenómeno cultural y social. Entonces es mucho más probable que el macrismo desaparezca antes que el peronismo. Pero el peronismo va a morir cuando surja una opción superadora para la mayoría trabajadora, que siempre se ha visto decepcionada cada vez que ha confiado en otras alternativas, volviendo al peronismo a pesar de todas sus miserias.

El punto es que el discurso anti-político de Milei & cía sólo sirve para agitar este sistema corrupto, pero no va a producir cambios de fondo mientras no haya una sociedad plenamente convencida sobre el camino que se debe seguir. Por eso, dada la complejidad y la particularidad de nuestro contexto, no necesitamos tanto al modelo que se ha probado como más exitoso en otros países, sino más bien un modelo que pueda ser aceptado y sostenido por muchos años en nuestra sociedad. Y entiendo que las políticas de shock muchas veces son inevitables. Pero si después de eso no se logra estabilizar el camino y lograr cierta previsibilidad, es muy probable que se vuelva a repetir la historia, como nos viene pasando desde hace muchas décadas. Y el gradualismo no es malo si efectivamente muestra avances, procurando crecer sin dejar gente tirada al costado del camino. Precisamente, lo de Macri no fue gradualismo, porque lo único que hizo fue empeorar lo que ya estaba mal. Y el kirchnerismo, más que gradualismo, se estanca en una idea de país que no mira más allá de un Estado interventor. Y yo sí creo que el Estado debe intervenir, pero con eficiencia, de forma tal que su intervención sea cada vez menos necesaria para poder bajar impuestos.

Entiendo tu punto, y comparto las mismas preocupaciones por el futuro. Pero si algo tengo en claro, es que la única manera de parar esta hemorragia, es sacándole todos los privilegios ganados a la casta política. Ellos son los culpables, ellos nos condujeron a esto.
No te parece raro, que de un lado y del otro, no hayan parado de enriquecerse absolutamente todos los políticos???
Ese es el primer vicio que se debe terminar, el político tiene que ser un laburante que no gane más de lo que gana un empleado promedio en el sector privado. Y te puedo asegurar que los jóvenes, eso lo tienen clarísimo.
Si empezamos con ese punto de partida, luego podemos buscar consensos entre diferentes miradas económicas y sociales.
Pero basta de ser esclavos impositivos de un estado devorador que no nos devuelve más que desgracias, en beneficio de los políticos de turno.
Y aunque parezca increíble, Milei y el liberalismo son las únicas opciones que te ofrecen esa opción. Y es creíble porque son gente que laburaron toda su vida en el sector privado. No son políticos, nunca tuvieron ningún cargo. Son laburantes como vos y yo, y piensan como nosotros.
Yo estuve en la convocatoria masiva de Javier el sábado, y estoy convencido que está empezando a haber un cambio cultural.
Fijate que de repente, todas las propuestas políticas incorporaron la libertad a la discusión. Alverso estuvo media hora hablando de los liberales.
Algo de ruido debemos estar haciendo, y en octubre nos vamos a hacer escuchar.
Además, somos nosotros los jóvenes los que estamos dando la batalla cultural, en casa, con nuestras familias, nuestros amigos, y hasta en el trabajo. La libertad es un valor que se aplica a todos los ámbitos de la vida, no sólo a la economía. Cuando empezás a ver las cosas desde la perspectiva de la libertad, te das cuenta que es la perspectiva más justa. Quizá no la más placentera, o la más facil, ni la más simple, pero sí la más justa.
Yo no sé si el liberalismo duraría muchos años en Argentina o no, pero el eje central de toda esta discusión, es hacer un cambio cultural. Es cambiar el chip colectivista y miserable. Es darnos cuenta que antes de ser un grupo o una masa, somos individuos.
Es comprender que no necesitamos a los políticos para progresar. Que es el resentimiento y la envidia lo que nos hundió como país. Que la justicia social no es justa.
Que los impuestos son un robo legislado, y que justificar el robo vulnera nuestra moral.
Que sólo ante la ley somos todos iguales, pero para el resto de las cosas somos todos diferentes, porque no necesitamos ser ''iguales'' como siempre nos hicieron creer, eso sólo nos vuelve más manejables. Que la propiedad, la libertad y la vida son los únicos derechos básicos y fundamentales, de los que nos podemos valer para GANARNOS todos los demás derechos. Que el respeto por el otro, es un fundamento moral que te hace libre. Que la única forma justa de vivir la vida es en libertad, y tomando decisiones individuales.
Si no entendemos esto, continuaremos en esta eterna corriente colectivista de rebaño, de pobres manipulados o manipuladores que necesitamos que un gobierno nos diga lo que tenemos que hacer, cómo tenemos que hablar, pensar y vivir, siendo esclavos de políticos que deciden por nosotros, que se reservan su arrogancia de jugar a ser dios con los recursos de la gente.

No necesitamos que nos limiten, nos controlen o nos administren. Necesitamos que nos dejen vivir en paz.
Martes 10/08/2021, 14:57:17
17894 Posts - 5735 Puntos
Escrito por camaronbrujo

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar


Estoy totalmente de acuerdo en que el que no quiere laburar y pretende ser mantenido por el Estado se termina perjudicando a sí mismo, porque nunca va a progresar y siempre va a depender de lo que le pueda o quiera dar el gobierno de turno. Pero cuando un gran porcentaje de la sociedad se acostumbró a vivir de esa manera, ¿qué podés hacer? ¿Quitarles el derecho a voto? Igual estoy seguro de que muchos de los que hoy sobreviven en base a un plan social preferirían tener un trabajo digno. Pero el proceso de transformar a alguien que sólo representa un gasto en alguien que es un agente productivo no es rápido ni sencillo. Tené en cuenta que hoy más del 50% de los niños y adolescentes del país viven en situación de pobreza. ¿Qué futuro podés esperar si la mayoría de los adultos del mañana ya perdieron la oportunidad de acceder a buena alimentación, educación y salud? Por eso digo que la perspectiva de gobierno no sólo debe ser en materia económica, sino fundamentalmente en material social. Y no estoy diciendo que hay que aplicar socialismo puro, pero sí deben existir políticas orientadas a tales sectores. Y en general, cuando se libera todo para que rija el humor del mercado, el sistema tiende a excluir a aquellos que no necesita para crecer. Ni siquiera pido igualdad de oportunidades porque eso es imposible; pero sí es necesario alcanzar una mínima base inicial para que todos puedan competir con su propio esfuerzo.

Mirá, yo reconozco que el liberalismo puede traer ciertas soluciones, incluso en el corto plazo. Pero pensando a mediano y largo plazo, es importantísimo garantizar que las políticas liberales se van a sostener por muchos años. Porque el liberalismo que viene y se va sólo sirve para atraer golondrinas que se enriquecen rápidamente y se fugan apenas soplan nuevos vientos. Por eso insisto en que no es un tema menor la gobernabilidad. No es darles la oportunidad y ver qué pasa. Si Macri, cuyo gobierno no fue estrictamente liberal, hizo mucho daño por quitar ciertas restricciones que beneficiaron a unos pocos especuladores, imaginate el desastre que puede hacer el liberalismo puro en perjuicio de la mayoría trabajadora. Por eso el liberalismo, para ser aplicado, primero tiene que ser establecido como una política de Estado que no dependa de un único gobierno o partido, de la misma manera en que los suecos pasaron del socialismo al liberalismo.

Después coincido en que los dos espacios políticos dominantes están caducos, no traen soluciones, y se sostienen mutuamente queriéndose imponer como el menos malo de dos demonios. Pero mientras un gran porcentaje de votantes siga confiando en ellos, cualquier otro partido que quiera ser alternativa, aun si llegara a ser gobierno, vivirá con la amenaza latente de que su proyecto tiene pronta fecha de vencimiento. En realidad el mayor estorbo para una alternativa superadora es el macrismo, porque ya hicieron desastres cuando gobernaron, pero sigue siendo la alternativa que tienen más a mano los anti-peronistas. Por otro lado, el peronismo (en cualquiera de sus formas) existe no sólo como opción política, sino también como fenómeno cultural y social. Entonces es mucho más probable que el macrismo desaparezca antes que el peronismo. Pero el peronismo va a morir cuando surja una opción superadora para la mayoría trabajadora, que siempre se ha visto decepcionada cada vez que ha confiado en otras alternativas, volviendo al peronismo a pesar de todas sus miserias.

El punto es que el discurso anti-político de Milei & cía sólo sirve para agitar este sistema corrupto, pero no va a producir cambios de fondo mientras no haya una sociedad plenamente convencida sobre el camino que se debe seguir. Por eso, dada la complejidad y la particularidad de nuestro contexto, no necesitamos tanto al modelo que se ha probado como más exitoso en otros países, sino más bien un modelo que pueda ser aceptado y sostenido por muchos años en nuestra sociedad. Y entiendo que las políticas de shock muchas veces son inevitables. Pero si después de eso no se logra estabilizar el camino y lograr cierta previsibilidad, es muy probable que se vuelva a repetir la historia, como nos viene pasando desde hace muchas décadas. Y el gradualismo no es malo si efectivamente muestra avances, procurando crecer sin dejar gente tirada al costado del camino. Precisamente, lo de Macri no fue gradualismo, porque lo único que hizo fue empeorar lo que ya estaba mal. Y el kirchnerismo, más que gradualismo, se estanca en una idea de país que no mira más allá de un Estado interventor. Y yo sí creo que el Estado debe intervenir, pero con eficiencia, de forma tal que su intervención sea cada vez menos necesaria para poder bajar impuestos.

Entiendo tu punto, y comparto las mismas preocupaciones por el futuro. Pero si algo tengo en claro, es que la única manera de parar esta hemorragia, es sacándole todos los privilegios ganados a la casta política. Ellos son los culpables, ellos nos condujeron a esto.
No te parece raro, que de un lado y del otro, no hayan parado de enriquecerse absolutamente todos los políticos???
Ese es el primer vicio que se debe terminar, el político tiene que ser un laburante que no gane más de lo que gana un empleado promedio en el sector privado. Y te puedo asegurar que los jóvenes, eso lo tienen clarísimo.
Si empezamos con ese punto de partida, luego podemos buscar consensos entre diferentes miradas económicas y sociales.
Pero basta de ser esclavos impositivos de un estado devorador que no nos devuelve más que desgracias, en beneficio de los políticos de turno.
Y aunque parezca increíble, Milei y el liberalismo son las únicas opciones que te ofrecen esa opción. Y es creíble porque son gente que laburaron toda su vida en el sector privado. No son políticos, nunca tuvieron ningún cargo. Son laburantes como vos y yo, y piensan como nosotros.
Yo estuve en la convocatoria masiva de Javier el sábado, y estoy convencido que está empezando a haber un cambio cultural.
Fijate que de repente, todas las propuestas políticas incorporaron la libertad a la discusión. Alverso estuvo media hora hablando de los liberales.
Algo de ruido debemos estar haciendo, y en octubre nos vamos a hacer escuchar.
Además, somos nosotros los jóvenes los que estamos dando la batalla cultural, en casa, con nuestras familias, nuestros amigos, y hasta en el trabajo. La libertad es un valor que se aplica a todos los ámbitos de la vida, no sólo a la economía. Cuando empezás a ver las cosas desde la perspectiva de la libertad, te das cuenta que es la perspectiva más justa. Quizá no la más placentera, o la más facil, ni la más simple, pero sí la más justa.
Yo no sé si el liberalismo duraría muchos años en Argentina o no, pero el eje central de toda esta discusión, es hacer un cambio cultural. Es cambiar el chip colectivista y miserable. Es darnos cuenta que antes de ser un grupo o una masa, somos individuos.
Es comprender que no necesitamos a los políticos para progresar. Que es el resentimiento y la envidia lo que nos hundió como país. Que la justicia social no es justa.
Que los impuestos son un robo legislado, y que justificar el robo vulnera nuestra moral.
Que sólo ante la ley somos todos iguales, pero para el resto de las cosas somos todos diferentes, porque no necesitamos ser ''iguales'' como siempre nos hicieron creer, eso sólo nos vuelve más manejables. Que la propiedad, la libertad y la vida son los únicos derechos básicos y fundamentales, de los que nos podemos valer para GANARNOS todos los demás derechos. Que el respeto por el otro, es un fundamento moral que te hace libre. Que la única forma justa de vivir la vida es en libertad, y tomando decisiones individuales.
Si no entendemos esto, continuaremos en esta eterna corriente colectivista de rebaño, de pobres manipulados o manipuladores que necesitamos que un gobierno nos diga lo que tenemos que hacer, cómo tenemos que hablar, pensar y vivir, siendo esclavos de políticos que deciden por nosotros, que se reservan su arrogancia de jugar a ser dios con los recursos de la gente.

No necesitamos que nos limiten, nos controlen o nos administren. Necesitamos que nos dejen vivir en paz.
Estoy de acuerdo en que sería un gran paso deshacernos de la casta política dominante. Y coincido en que tienen que haber cambios culturales para que la población en su conjunto elija mejor a sus representantes y muchos dejen de depender de las dádivas del Estado. Por lo pronto, en las próximas elecciones yo no voy a votar por ninguna de las dos opciones dominantes. Pero eso no significa que mi voto se dirija a cualquier alternativa que prometa ser solución, si a priori no estoy de acuerdo con los medios propuestos.

Hay algo que yo no negocio, que es entender a la educación y la salud como derechos y no como privilegios. Por eso no estoy de acuerdo con Milei cuando dice que el Estado debe reducir sus funciones a la justicia y la seguridad. Quien prefiera educación y salud privada está en su derecho de pagarla, pero todos tienen que tener garantizado el derecho de acceder a ambas cosas, principalmente quienes carecen de recursos. La decadencia y el desmanejo de la educación y la salud públicas no deben ser una excusa para eliminarlas, sino una razón para mejorarlas. Asimismo, todos los niños del país deben tener garantizada una buena alimentación, de lo contrario es imposible que los niños nacidos en la pobreza crezcan con las mismas posibilidades que los demás. Sin estas cosas, será imposible dar la batalla cultural de la que hablás. Porque el concepto de libertad no es lo mismo para un joven de clase media y que para uno que tuvo que crecer en la miseria. La libertad siempre está limitada por las posibilidades, no sólo económicas, sino también intelectuales. Precisamente el saber es poder, por eso el acceso al conocimiento debe estar garantizado para todos.

La justicia social bien entendida no pretende que todos seamos iguales, sino que apunta a nivelar (ya ni siquiera igualar) oportunidades para que todos puedan progresar con su propio esfuerzo. El premio al mérito individual viene después, según la capacidad y el esfuerzo de cada uno. Seguramente vos y yo no necesitamos que otros administren nuestro futuro, porque tuvimos la bendición de poder educarnos y aprender a valernos por nosotros mismos. Pero no todos tienen la misma fortuna, y esa diferencia es la que hay que limar. Y no se trata simplemente de caridad, sino que la idea es que todos tengamos oportunidades de progresar, para que toda la sociedad progrese y se beneficie mutuamente. Lo individual y lo colectivo van de la mano, porque lo que nos rodea también es parte de nuestra vida. Vos podes no estar de acuerdo con esta perspectiva, y estás en tu derecho de optar por una visión más individualista. Pero tanto vos como yo somos parte de una sociedad que acuerda normas de convivencia. Entonces, nos guste o no, tenemos que aceptar el resultado del proceso democrático si queremos vivir en este país, o mudarnos a otro lado. Claro está, estos debates no dejan de ser buenos para hablar sobre estas cosas e intentar mejorar la realidad en que vivimos. En ese sentido les doy la bienvenida a los Milei, aunque no coincida con sus propuestas ni sus formas.

Ahora bien, también es cierto que el Estado ha fracasado en proveer buena educación y salud; pero eso no significa que la premisa sea mala, sino que los ejecutantes han sido malos. Lo público no es malo por el simple hecho de ser público, sino por los abusos del poder y la falta de control, que hacen que el gasto del Estado sea ineficiente. Por eso el gasto público aumenta, cuando el objetivo debería ser que ocurra lo contrario. Pero hay economías liberales donde lo público sigue jugando un papel importante; por ejemplo, los países escandinavos. Entonces el diagnóstico no se reduce a un sistema económico o a lo público vs. lo privado, sino parte fundamentalmente del contexto socio-cultural. Pero repito, yo no tengo nada contra el liberalismo como sistema. Nada más pienso que en un país como el nuestro el liberalismo tiene que ser un fin, no un medio, si el punto de partida es la altísima pobreza estructural que tenemos. Fijate que los países donde el liberalismo tuvo éxito tuvieron sociedades comprometidas con esa visión, sosteniendo el mismo sistema por muchos años hasta que dio sus frutos. Por eso, insisto, el liberalismo sólo tiene éxito cuando se lo establece como política de Estado con gran consenso político y social, y no cuando buena parte de la sociedad no está dispuesta a seguir por ese camino.

En definitiva, ambos coincidimos en que tiene que cambiar la mentalidad de la sociedad para salir adelante. Pero no sirve si los únicos "iluminados" son los jóvenes de clase media, hay que apuntar a todos los sectores sociales. Antes la juventud ideologizada se orientaba más a pensamientos de izquierda; y hoy las ideas liberales parecen estar empezando a ocupar ese lugar. Pero los jóvenes idealistas siempre tienen algo en común: la postura radical anti-sistema, destruir todo esto que no funciona y apostar por algo nuevo. Sin embargo, si no hay un proyecto claro, realista y sostenible sobre cómo construir sobre las ruinas, los jóvenes del futuro invertirán su ímpetu en alguna otra idea que les dé esperanzas. Pero lo malo no es tener ideología, sino caer en el ideologismo ciego, donde la ideología deja de ser un medio para mejorar la vida de la sociedad y pasa a ser una bandera que se levanta por mero fanatismo sin importar las circunstancias. Y temo que por esas aguas se están embarcando los seguidores de Milei.
Martes 10/08/2021, 17:54:38
3365 Posts - 516 Puntos
Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

Escrito por camaronbrujo

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar


Estoy totalmente de acuerdo en que el que no quiere laburar y pretende ser mantenido por el Estado se termina perjudicando a sí mismo, porque nunca va a progresar y siempre va a depender de lo que le pueda o quiera dar el gobierno de turno. Pero cuando un gran porcentaje de la sociedad se acostumbró a vivir de esa manera, ¿qué podés hacer? ¿Quitarles el derecho a voto? Igual estoy seguro de que muchos de los que hoy sobreviven en base a un plan social preferirían tener un trabajo digno. Pero el proceso de transformar a alguien que sólo representa un gasto en alguien que es un agente productivo no es rápido ni sencillo. Tené en cuenta que hoy más del 50% de los niños y adolescentes del país viven en situación de pobreza. ¿Qué futuro podés esperar si la mayoría de los adultos del mañana ya perdieron la oportunidad de acceder a buena alimentación, educación y salud? Por eso digo que la perspectiva de gobierno no sólo debe ser en materia económica, sino fundamentalmente en material social. Y no estoy diciendo que hay que aplicar socialismo puro, pero sí deben existir políticas orientadas a tales sectores. Y en general, cuando se libera todo para que rija el humor del mercado, el sistema tiende a excluir a aquellos que no necesita para crecer. Ni siquiera pido igualdad de oportunidades porque eso es imposible; pero sí es necesario alcanzar una mínima base inicial para que todos puedan competir con su propio esfuerzo.

Mirá, yo reconozco que el liberalismo puede traer ciertas soluciones, incluso en el corto plazo. Pero pensando a mediano y largo plazo, es importantísimo garantizar que las políticas liberales se van a sostener por muchos años. Porque el liberalismo que viene y se va sólo sirve para atraer golondrinas que se enriquecen rápidamente y se fugan apenas soplan nuevos vientos. Por eso insisto en que no es un tema menor la gobernabilidad. No es darles la oportunidad y ver qué pasa. Si Macri, cuyo gobierno no fue estrictamente liberal, hizo mucho daño por quitar ciertas restricciones que beneficiaron a unos pocos especuladores, imaginate el desastre que puede hacer el liberalismo puro en perjuicio de la mayoría trabajadora. Por eso el liberalismo, para ser aplicado, primero tiene que ser establecido como una política de Estado que no dependa de un único gobierno o partido, de la misma manera en que los suecos pasaron del socialismo al liberalismo.

Después coincido en que los dos espacios políticos dominantes están caducos, no traen soluciones, y se sostienen mutuamente queriéndose imponer como el menos malo de dos demonios. Pero mientras un gran porcentaje de votantes siga confiando en ellos, cualquier otro partido que quiera ser alternativa, aun si llegara a ser gobierno, vivirá con la amenaza latente de que su proyecto tiene pronta fecha de vencimiento. En realidad el mayor estorbo para una alternativa superadora es el macrismo, porque ya hicieron desastres cuando gobernaron, pero sigue siendo la alternativa que tienen más a mano los anti-peronistas. Por otro lado, el peronismo (en cualquiera de sus formas) existe no sólo como opción política, sino también como fenómeno cultural y social. Entonces es mucho más probable que el macrismo desaparezca antes que el peronismo. Pero el peronismo va a morir cuando surja una opción superadora para la mayoría trabajadora, que siempre se ha visto decepcionada cada vez que ha confiado en otras alternativas, volviendo al peronismo a pesar de todas sus miserias.

El punto es que el discurso anti-político de Milei & cía sólo sirve para agitar este sistema corrupto, pero no va a producir cambios de fondo mientras no haya una sociedad plenamente convencida sobre el camino que se debe seguir. Por eso, dada la complejidad y la particularidad de nuestro contexto, no necesitamos tanto al modelo que se ha probado como más exitoso en otros países, sino más bien un modelo que pueda ser aceptado y sostenido por muchos años en nuestra sociedad. Y entiendo que las políticas de shock muchas veces son inevitables. Pero si después de eso no se logra estabilizar el camino y lograr cierta previsibilidad, es muy probable que se vuelva a repetir la historia, como nos viene pasando desde hace muchas décadas. Y el gradualismo no es malo si efectivamente muestra avances, procurando crecer sin dejar gente tirada al costado del camino. Precisamente, lo de Macri no fue gradualismo, porque lo único que hizo fue empeorar lo que ya estaba mal. Y el kirchnerismo, más que gradualismo, se estanca en una idea de país que no mira más allá de un Estado interventor. Y yo sí creo que el Estado debe intervenir, pero con eficiencia, de forma tal que su intervención sea cada vez menos necesaria para poder bajar impuestos.

Entiendo tu punto, y comparto las mismas preocupaciones por el futuro. Pero si algo tengo en claro, es que la única manera de parar esta hemorragia, es sacándole todos los privilegios ganados a la casta política. Ellos son los culpables, ellos nos condujeron a esto.
No te parece raro, que de un lado y del otro, no hayan parado de enriquecerse absolutamente todos los políticos???
Ese es el primer vicio que se debe terminar, el político tiene que ser un laburante que no gane más de lo que gana un empleado promedio en el sector privado. Y te puedo asegurar que los jóvenes, eso lo tienen clarísimo.
Si empezamos con ese punto de partida, luego podemos buscar consensos entre diferentes miradas económicas y sociales.
Pero basta de ser esclavos impositivos de un estado devorador que no nos devuelve más que desgracias, en beneficio de los políticos de turno.
Y aunque parezca increíble, Milei y el liberalismo son las únicas opciones que te ofrecen esa opción. Y es creíble porque son gente que laburaron toda su vida en el sector privado. No son políticos, nunca tuvieron ningún cargo. Son laburantes como vos y yo, y piensan como nosotros.
Yo estuve en la convocatoria masiva de Javier el sábado, y estoy convencido que está empezando a haber un cambio cultural.
Fijate que de repente, todas las propuestas políticas incorporaron la libertad a la discusión. Alverso estuvo media hora hablando de los liberales.
Algo de ruido debemos estar haciendo, y en octubre nos vamos a hacer escuchar.
Además, somos nosotros los jóvenes los que estamos dando la batalla cultural, en casa, con nuestras familias, nuestros amigos, y hasta en el trabajo. La libertad es un valor que se aplica a todos los ámbitos de la vida, no sólo a la economía. Cuando empezás a ver las cosas desde la perspectiva de la libertad, te das cuenta que es la perspectiva más justa. Quizá no la más placentera, o la más facil, ni la más simple, pero sí la más justa.
Yo no sé si el liberalismo duraría muchos años en Argentina o no, pero el eje central de toda esta discusión, es hacer un cambio cultural. Es cambiar el chip colectivista y miserable. Es darnos cuenta que antes de ser un grupo o una masa, somos individuos.
Es comprender que no necesitamos a los políticos para progresar. Que es el resentimiento y la envidia lo que nos hundió como país. Que la justicia social no es justa.
Que los impuestos son un robo legislado, y que justificar el robo vulnera nuestra moral.
Que sólo ante la ley somos todos iguales, pero para el resto de las cosas somos todos diferentes, porque no necesitamos ser ''iguales'' como siempre nos hicieron creer, eso sólo nos vuelve más manejables. Que la propiedad, la libertad y la vida son los únicos derechos básicos y fundamentales, de los que nos podemos valer para GANARNOS todos los demás derechos. Que el respeto por el otro, es un fundamento moral que te hace libre. Que la única forma justa de vivir la vida es en libertad, y tomando decisiones individuales.
Si no entendemos esto, continuaremos en esta eterna corriente colectivista de rebaño, de pobres manipulados o manipuladores que necesitamos que un gobierno nos diga lo que tenemos que hacer, cómo tenemos que hablar, pensar y vivir, siendo esclavos de políticos que deciden por nosotros, que se reservan su arrogancia de jugar a ser dios con los recursos de la gente.

No necesitamos que nos limiten, nos controlen o nos administren. Necesitamos que nos dejen vivir en paz.
Estoy de acuerdo en que sería un gran paso deshacernos de la casta política dominante. Y coincido en que tienen que haber cambios culturales para que la población en su conjunto elija mejor a sus representantes y muchos dejen de depender de las dádivas del Estado. Por lo pronto, en las próximas elecciones yo no voy a votar por ninguna de las dos opciones dominantes. Pero eso no significa que mi voto se dirija a cualquier alternativa que prometa ser solución, si a priori no estoy de acuerdo con los medios propuestos.

Hay algo que yo no negocio, que es entender a la educación y la salud como derechos y no como privilegios. Por eso no estoy de acuerdo con Milei cuando dice que el Estado debe reducir sus funciones a la justicia y la seguridad. Quien prefiera educación y salud privada está en su derecho de pagarla, pero todos tienen que tener garantizado el derecho de acceder a ambas cosas, principalmente quienes carecen de recursos. La decadencia y el desmanejo de la educación y la salud públicas no deben ser una excusa para eliminarlas, sino una razón para mejorarlas. Asimismo, todos los niños del país deben tener garantizada una buena alimentación, de lo contrario es imposible que los niños nacidos en la pobreza crezcan con las mismas posibilidades que los demás. Sin estas cosas, será imposible dar la batalla cultural de la que hablás. Porque el concepto de libertad no es lo mismo para un joven de clase media y que para uno que tuvo que crecer en la miseria. La libertad siempre está limitada por las posibilidades, no sólo económicas, sino también intelectuales. Precisamente el saber es poder, por eso el acceso al conocimiento debe estar garantizado para todos.

La justicia social bien entendida no pretende que todos seamos iguales, sino que apunta a nivelar (ya ni siquiera igualar) oportunidades para que todos puedan progresar con su propio esfuerzo. El premio al mérito individual viene después, según la capacidad y el esfuerzo de cada uno. Seguramente vos y yo no necesitamos que otros administren nuestro futuro, porque tuvimos la bendición de poder educarnos y aprender a valernos por nosotros mismos. Pero no todos tienen la misma fortuna, y esa diferencia es la que hay que limar. Y no se trata simplemente de caridad, sino que la idea es que todos tengamos oportunidades de progresar, para que toda la sociedad progrese y se beneficie mutuamente. Lo individual y lo colectivo van de la mano, porque lo que nos rodea también es parte de nuestra vida. Vos podes no estar de acuerdo con esta perspectiva, y estás en tu derecho de optar por una visión más individualista. Pero tanto vos como yo somos parte de una sociedad que acuerda normas de convivencia. Entonces, nos guste o no, tenemos que aceptar el resultado del proceso democrático si queremos vivir en este país, o mudarnos a otro lado. Claro está, estos debates no dejan de ser buenos para hablar sobre estas cosas e intentar mejorar la realidad en que vivimos. En ese sentido les doy la bienvenida a los Milei, aunque no coincida con sus propuestas ni sus formas.

Ahora bien, también es cierto que el Estado ha fracasado en proveer buena educación y salud; pero eso no significa que la premisa sea mala, sino que los ejecutantes han sido malos. Lo público no es malo por el simple hecho de ser público, sino por los abusos del poder y la falta de control, que hacen que el gasto del Estado sea ineficiente. Por eso el gasto público aumenta, cuando el objetivo debería ser que ocurra lo contrario. Pero hay economías liberales donde lo público sigue jugando un papel importante; por ejemplo, los países escandinavos. Entonces el diagnóstico no se reduce a un sistema económico o a lo público vs. lo privado, sino parte fundamentalmente del contexto socio-cultural. Pero repito, yo no tengo nada contra el liberalismo como sistema. Nada más pienso que en un país como el nuestro el liberalismo tiene que ser un fin, no un medio, si el punto de partida es la altísima pobreza estructural que tenemos. Fijate que los países donde el liberalismo tuvo éxito tuvieron sociedades comprometidas con esa visión, sosteniendo el mismo sistema por muchos años hasta que dio sus frutos. Por eso, insisto, el liberalismo sólo tiene éxito cuando se lo establece como política de Estado con gran consenso político y social, y no cuando buena parte de la sociedad no está dispuesta a seguir por ese camino.

En definitiva, ambos coincidimos en que tiene que cambiar la mentalidad de la sociedad para salir adelante. Pero no sirve si los únicos "iluminados" son los jóvenes de clase media, hay que apuntar a todos los sectores sociales. Antes la juventud ideologizada se orientaba más a pensamientos de izquierda; y hoy las ideas liberales parecen estar empezando a ocupar ese lugar. Pero los jóvenes idealistas siempre tienen algo en común: la postura radical anti-sistema, destruir todo esto que no funciona y apostar por algo nuevo. Sin embargo, si no hay un proyecto claro, realista y sostenible sobre cómo construir sobre las ruinas, los jóvenes del futuro invertirán su ímpetu en alguna otra idea que les dé esperanzas. Pero lo malo no es tener ideología, sino caer en el ideologismo ciego, donde la ideología deja de ser un medio para mejorar la vida de la sociedad y pasa a ser una bandera que se levanta por mero fanatismo sin importar las circunstancias. Y temo que por esas aguas se están embarcando los seguidores de Milei.

Sos liberal clásico sin saberlo. El liberalismo clásico (como la visión Espert) sólo reconoce la necesidad de estado en seguridad, justicia, salud y educación.
Y si bien Milei a veces se va por las ramas con sus bases filosóficas, más de una vez ha explicado que es consciente de que en Argentina hay estado de ''bienestar'', y que no se puede pasar a un sistema absolutamente libre de la noche a la mañana. El anarcocapitalismo (sistema de estado ausente) es para una sociedad desarrollada, que ya ha reducido al mínimo o eliminado la pobreza, y ha maximizado la cultura y la libertad de los individuos. Solo así una nación puede atreverse a subir el peldaño de liberación de estado, como hizo Holanda cerrando la última cárcel hace unos años.
Hoy en día, la necesidad número 1 es la de abrir la economía. Sólo realizando una apertura estructural, y bajando fuertemente el gasto público vos podés empezar a crecer. Y en esto también ya fue explicado, que no contempla eliminar planes ni ayudas sociales. Todo eso se mantiene, hasta que el mercado haga crecer genuinamente la construcción de empleo, mediante los cuales podés ofrecer retiros voluntarios a los empleados públicos, y a la vez una baja de impuestos al empresario del sector privado que contrate a un empleado del sector público. Es una transformación de varias etapas, no es un suicidio en masa como nos quiere vender la vieja política, esa vieja política desesperada por seguir haciendo negocio con el estado. Y esa transformación sólo es posible bajando el gasto público, que se traduce en una quita de poder a los políticos. Ellos arreglan todo con favores o con guita. Argentina necesita otra cosa, somos el país con mayor ineficiencia técnica en gasto público, el problema no es que no hay plata, sino que se la deliran toda los funcionarios. Acá con el verso de la justicia social, vuelan valijas de guita para todos lados, y nosotros ni nos enteramos. Por eso digo que sólo podemos salir, sacándole la navaja al mono. Pensar en un estado reducido que ofrezca buena salud y educación, no es justicia social. Justicia social es una frase linda para justificar el robo y la injusticia, bajo la idea generalizada que siempre es bueno aumentar impuestos, si es para hacer caridad. Y la realidad es que la caridad se hace con el bolsillo propio, no con el bolsillo ajeno como hacen los políticos.

Como dice el dicho. Con el culo ajeno somos todos putos.
Y para no estirarla tanto, creo que coincidimos más de lo que creemos, quizá con la diferencia que vos todavía crees que la política tradicional puede funcionar, y en los cargos ocupados durante muchos años.
Yo creo que es necesario hacer política de otra forma, sin manosear tanto los recursos de la gente, sin pensar en perpetuarse en el poder ni en hacer negocio del cargo político. Lo importante no son Milei, Lopez Murphy ni Espert. Hoy en día, quizá sean quienes mejor defienden estas ideas, pero el día de mañana puede ser otro o incluso alguno de nosotros.
Lo importante son las ideas, no las personas que las llevan a cabo.
Martes 10/08/2021, 19:15:21
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Escrito por camaronbrujo

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar

Escrito por camaronbrujo

Escrito por Hombre_de_ningun_lugar


Estoy totalmente de acuerdo en que el que no quiere laburar y pretende ser mantenido por el Estado se termina perjudicando a sí mismo, porque nunca va a progresar y siempre va a depender de lo que le pueda o quiera dar el gobierno de turno. Pero cuando un gran porcentaje de la sociedad se acostumbró a vivir de esa manera, ¿qué podés hacer? ¿Quitarles el derecho a voto? Igual estoy seguro de que muchos de los que hoy sobreviven en base a un plan social preferirían tener un trabajo digno. Pero el proceso de transformar a alguien que sólo representa un gasto en alguien que es un agente productivo no es rápido ni sencillo. Tené en cuenta que hoy más del 50% de los niños y adolescentes del país viven en situación de pobreza. ¿Qué futuro podés esperar si la mayoría de los adultos del mañana ya perdieron la oportunidad de acceder a buena alimentación, educación y salud? Por eso digo que la perspectiva de gobierno no sólo debe ser en materia económica, sino fundamentalmente en material social. Y no estoy diciendo que hay que aplicar socialismo puro, pero sí deben existir políticas orientadas a tales sectores. Y en general, cuando se libera todo para que rija el humor del mercado, el sistema tiende a excluir a aquellos que no necesita para crecer. Ni siquiera pido igualdad de oportunidades porque eso es imposible; pero sí es necesario alcanzar una mínima base inicial para que todos puedan competir con su propio esfuerzo.

Mirá, yo reconozco que el liberalismo puede traer ciertas soluciones, incluso en el corto plazo. Pero pensando a mediano y largo plazo, es importantísimo garantizar que las políticas liberales se van a sostener por muchos años. Porque el liberalismo que viene y se va sólo sirve para atraer golondrinas que se enriquecen rápidamente y se fugan apenas soplan nuevos vientos. Por eso insisto en que no es un tema menor la gobernabilidad. No es darles la oportunidad y ver qué pasa. Si Macri, cuyo gobierno no fue estrictamente liberal, hizo mucho daño por quitar ciertas restricciones que beneficiaron a unos pocos especuladores, imaginate el desastre que puede hacer el liberalismo puro en perjuicio de la mayoría trabajadora. Por eso el liberalismo, para ser aplicado, primero tiene que ser establecido como una política de Estado que no dependa de un único gobierno o partido, de la misma manera en que los suecos pasaron del socialismo al liberalismo.

Después coincido en que los dos espacios políticos dominantes están caducos, no traen soluciones, y se sostienen mutuamente queriéndose imponer como el menos malo de dos demonios. Pero mientras un gran porcentaje de votantes siga confiando en ellos, cualquier otro partido que quiera ser alternativa, aun si llegara a ser gobierno, vivirá con la amenaza latente de que su proyecto tiene pronta fecha de vencimiento. En realidad el mayor estorbo para una alternativa superadora es el macrismo, porque ya hicieron desastres cuando gobernaron, pero sigue siendo la alternativa que tienen más a mano los anti-peronistas. Por otro lado, el peronismo (en cualquiera de sus formas) existe no sólo como opción política, sino también como fenómeno cultural y social. Entonces es mucho más probable que el macrismo desaparezca antes que el peronismo. Pero el peronismo va a morir cuando surja una opción superadora para la mayoría trabajadora, que siempre se ha visto decepcionada cada vez que ha confiado en otras alternativas, volviendo al peronismo a pesar de todas sus miserias.

El punto es que el discurso anti-político de Milei & cía sólo sirve para agitar este sistema corrupto, pero no va a producir cambios de fondo mientras no haya una sociedad plenamente convencida sobre el camino que se debe seguir. Por eso, dada la complejidad y la particularidad de nuestro contexto, no necesitamos tanto al modelo que se ha probado como más exitoso en otros países, sino más bien un modelo que pueda ser aceptado y sostenido por muchos años en nuestra sociedad. Y entiendo que las políticas de shock muchas veces son inevitables. Pero si después de eso no se logra estabilizar el camino y lograr cierta previsibilidad, es muy probable que se vuelva a repetir la historia, como nos viene pasando desde hace muchas décadas. Y el gradualismo no es malo si efectivamente muestra avances, procurando crecer sin dejar gente tirada al costado del camino. Precisamente, lo de Macri no fue gradualismo, porque lo único que hizo fue empeorar lo que ya estaba mal. Y el kirchnerismo, más que gradualismo, se estanca en una idea de país que no mira más allá de un Estado interventor. Y yo sí creo que el Estado debe intervenir, pero con eficiencia, de forma tal que su intervención sea cada vez menos necesaria para poder bajar impuestos.

Entiendo tu punto, y comparto las mismas preocupaciones por el futuro. Pero si algo tengo en claro, es que la única manera de parar esta hemorragia, es sacándole todos los privilegios ganados a la casta política. Ellos son los culpables, ellos nos condujeron a esto.
No te parece raro, que de un lado y del otro, no hayan parado de enriquecerse absolutamente todos los políticos???
Ese es el primer vicio que se debe terminar, el político tiene que ser un laburante que no gane más de lo que gana un empleado promedio en el sector privado. Y te puedo asegurar que los jóvenes, eso lo tienen clarísimo.
Si empezamos con ese punto de partida, luego podemos buscar consensos entre diferentes miradas económicas y sociales.
Pero basta de ser esclavos impositivos de un estado devorador que no nos devuelve más que desgracias, en beneficio de los políticos de turno.
Y aunque parezca increíble, Milei y el liberalismo son las únicas opciones que te ofrecen esa opción. Y es creíble porque son gente que laburaron toda su vida en el sector privado. No son políticos, nunca tuvieron ningún cargo. Son laburantes como vos y yo, y piensan como nosotros.
Yo estuve en la convocatoria masiva de Javier el sábado, y estoy convencido que está empezando a haber un cambio cultural.
Fijate que de repente, todas las propuestas políticas incorporaron la libertad a la discusión. Alverso estuvo media hora hablando de los liberales.
Algo de ruido debemos estar haciendo, y en octubre nos vamos a hacer escuchar.
Además, somos nosotros los jóvenes los que estamos dando la batalla cultural, en casa, con nuestras familias, nuestros amigos, y hasta en el trabajo. La libertad es un valor que se aplica a todos los ámbitos de la vida, no sólo a la economía. Cuando empezás a ver las cosas desde la perspectiva de la libertad, te das cuenta que es la perspectiva más justa. Quizá no la más placentera, o la más facil, ni la más simple, pero sí la más justa.
Yo no sé si el liberalismo duraría muchos años en Argentina o no, pero el eje central de toda esta discusión, es hacer un cambio cultural. Es cambiar el chip colectivista y miserable. Es darnos cuenta que antes de ser un grupo o una masa, somos individuos.
Es comprender que no necesitamos a los políticos para progresar. Que es el resentimiento y la envidia lo que nos hundió como país. Que la justicia social no es justa.
Que los impuestos son un robo legislado, y que justificar el robo vulnera nuestra moral.
Que sólo ante la ley somos todos iguales, pero para el resto de las cosas somos todos diferentes, porque no necesitamos ser ''iguales'' como siempre nos hicieron creer, eso sólo nos vuelve más manejables. Que la propiedad, la libertad y la vida son los únicos derechos básicos y fundamentales, de los que nos podemos valer para GANARNOS todos los demás derechos. Que el respeto por el otro, es un fundamento moral que te hace libre. Que la única forma justa de vivir la vida es en libertad, y tomando decisiones individuales.
Si no entendemos esto, continuaremos en esta eterna corriente colectivista de rebaño, de pobres manipulados o manipuladores que necesitamos que un gobierno nos diga lo que tenemos que hacer, cómo tenemos que hablar, pensar y vivir, siendo esclavos de políticos que deciden por nosotros, que se reservan su arrogancia de jugar a ser dios con los recursos de la gente.

No necesitamos que nos limiten, nos controlen o nos administren. Necesitamos que nos dejen vivir en paz.
Estoy de acuerdo en que sería un gran paso deshacernos de la casta política dominante. Y coincido en que tienen que haber cambios culturales para que la población en su conjunto elija mejor a sus representantes y muchos dejen de depender de las dádivas del Estado. Por lo pronto, en las próximas elecciones yo no voy a votar por ninguna de las dos opciones dominantes. Pero eso no significa que mi voto se dirija a cualquier alternativa que prometa ser solución, si a priori no estoy de acuerdo con los medios propuestos.

Hay algo que yo no negocio, que es entender a la educación y la salud como derechos y no como privilegios. Por eso no estoy de acuerdo con Milei cuando dice que el Estado debe reducir sus funciones a la justicia y la seguridad. Quien prefiera educación y salud privada está en su derecho de pagarla, pero todos tienen que tener garantizado el derecho de acceder a ambas cosas, principalmente quienes carecen de recursos. La decadencia y el desmanejo de la educación y la salud públicas no deben ser una excusa para eliminarlas, sino una razón para mejorarlas. Asimismo, todos los niños del país deben tener garantizada una buena alimentación, de lo contrario es imposible que los niños nacidos en la pobreza crezcan con las mismas posibilidades que los demás. Sin estas cosas, será imposible dar la batalla cultural de la que hablás. Porque el concepto de libertad no es lo mismo para un joven de clase media y que para uno que tuvo que crecer en la miseria. La libertad siempre está limitada por las posibilidades, no sólo económicas, sino también intelectuales. Precisamente el saber es poder, por eso el acceso al conocimiento debe estar garantizado para todos.

La justicia social bien entendida no pretende que todos seamos iguales, sino que apunta a nivelar (ya ni siquiera igualar) oportunidades para que todos puedan progresar con su propio esfuerzo. El premio al mérito individual viene después, según la capacidad y el esfuerzo de cada uno. Seguramente vos y yo no necesitamos que otros administren nuestro futuro, porque tuvimos la bendición de poder educarnos y aprender a valernos por nosotros mismos. Pero no todos tienen la misma fortuna, y esa diferencia es la que hay que limar. Y no se trata simplemente de caridad, sino que la idea es que todos tengamos oportunidades de progresar, para que toda la sociedad progrese y se beneficie mutuamente. Lo individual y lo colectivo van de la mano, porque lo que nos rodea también es parte de nuestra vida. Vos podes no estar de acuerdo con esta perspectiva, y estás en tu derecho de optar por una visión más individualista. Pero tanto vos como yo somos parte de una sociedad que acuerda normas de convivencia. Entonces, nos guste o no, tenemos que aceptar el resultado del proceso democrático si queremos vivir en este país, o mudarnos a otro lado. Claro está, estos debates no dejan de ser buenos para hablar sobre estas cosas e intentar mejorar la realidad en que vivimos. En ese sentido les doy la bienvenida a los Milei, aunque no coincida con sus propuestas ni sus formas.

Ahora bien, también es cierto que el Estado ha fracasado en proveer buena educación y salud; pero eso no significa que la premisa sea mala, sino que los ejecutantes han sido malos. Lo público no es malo por el simple hecho de ser público, sino por los abusos del poder y la falta de control, que hacen que el gasto del Estado sea ineficiente. Por eso el gasto público aumenta, cuando el objetivo debería ser que ocurra lo contrario. Pero hay economías liberales donde lo público sigue jugando un papel importante; por ejemplo, los países escandinavos. Entonces el diagnóstico no se reduce a un sistema económico o a lo público vs. lo privado, sino parte fundamentalmente del contexto socio-cultural. Pero repito, yo no tengo nada contra el liberalismo como sistema. Nada más pienso que en un país como el nuestro el liberalismo tiene que ser un fin, no un medio, si el punto de partida es la altísima pobreza estructural que tenemos. Fijate que los países donde el liberalismo tuvo éxito tuvieron sociedades comprometidas con esa visión, sosteniendo el mismo sistema por muchos años hasta que dio sus frutos. Por eso, insisto, el liberalismo sólo tiene éxito cuando se lo establece como política de Estado con gran consenso político y social, y no cuando buena parte de la sociedad no está dispuesta a seguir por ese camino.

En definitiva, ambos coincidimos en que tiene que cambiar la mentalidad de la sociedad para salir adelante. Pero no sirve si los únicos "iluminados" son los jóvenes de clase media, hay que apuntar a todos los sectores sociales. Antes la juventud ideologizada se orientaba más a pensamientos de izquierda; y hoy las ideas liberales parecen estar empezando a ocupar ese lugar. Pero los jóvenes idealistas siempre tienen algo en común: la postura radical anti-sistema, destruir todo esto que no funciona y apostar por algo nuevo. Sin embargo, si no hay un proyecto claro, realista y sostenible sobre cómo construir sobre las ruinas, los jóvenes del futuro invertirán su ímpetu en alguna otra idea que les dé esperanzas. Pero lo malo no es tener ideología, sino caer en el ideologismo ciego, donde la ideología deja de ser un medio para mejorar la vida de la sociedad y pasa a ser una bandera que se levanta por mero fanatismo sin importar las circunstancias. Y temo que por esas aguas se están embarcando los seguidores de Milei.

Sos liberal clásico sin saberlo. El liberalismo clásico (como la visión Espert) sólo reconoce la necesidad de estado en seguridad, justicia, salud y educación.
Y si bien Milei a veces se va por las ramas con sus bases filosóficas, más de una vez ha explicado que es consciente de que en Argentina hay estado de ''bienestar'', y que no se puede pasar a un sistema absolutamente libre de la noche a la mañana. El anarcocapitalismo (sistema de estado ausente) es para una sociedad desarrollada, que ya ha reducido al mínimo o eliminado la pobreza, y ha maximizado la cultura y la libertad de los individuos. Solo así una nación puede atreverse a subir el peldaño de liberación de estado, como hizo Holanda cerrando la última cárcel hace unos años.
Hoy en día, la necesidad número 1 es la de abrir la economía. Sólo realizando una apertura estructural, y bajando fuertemente el gasto público vos podés empezar a crecer. Y en esto también ya fue explicado, que no contempla eliminar planes ni ayudas sociales. Todo eso se mantiene, hasta que el mercado haga crecer genuinamente la construcción de empleo, mediante los cuales podés ofrecer retiros voluntarios a los empleados públicos, y a la vez una baja de impuestos al empresario del sector privado que contrate a un empleado del sector público. Es una transformación de varias etapas, no es un suicidio en masa como nos quiere vender la vieja política, esa vieja política desesperada por seguir haciendo negocio con el estado. Y esa transformación sólo es posible bajando el gasto público, que se traduce en una quita de poder a los políticos. Ellos arreglan todo con favores o con guita. Argentina necesita otra cosa, somos el país con mayor ineficiencia técnica en gasto público, el problema no es que no hay plata, sino que se la deliran toda los funcionarios. Acá con el verso de la justicia social, vuelan valijas de guita para todos lados, y nosotros ni nos enteramos. Por eso digo que sólo podemos salir, sacándole la navaja al mono. Pensar en un estado reducido que ofrezca buena salud y educación, no es justicia social. Justicia social es una frase linda para justificar el robo y la injusticia, bajo la idea generalizada que siempre es bueno aumentar impuestos, si es para hacer caridad. Y la realidad es que la caridad se hace con el bolsillo propio, no con el bolsillo ajeno como hacen los políticos.

Como dice el dicho. Con el culo ajeno somos todos putos.
Y para no estirarla tanto, creo que coincidimos más de lo que creemos, quizá con la diferencia que vos todavía crees que la política tradicional puede funcionar, y en los cargos ocupados durante muchos años.
Yo creo que es necesario hacer política de otra forma, sin manosear tanto los recursos de la gente, sin pensar en perpetuarse en el poder ni en hacer negocio del cargo político. Lo importante no son Milei, Lopez Murphy ni Espert. Hoy en día, quizá sean quienes mejor defienden estas ideas, pero el día de mañana puede ser otro o incluso alguno de nosotros.
Lo importante son las ideas, no las personas que las llevan a cabo.

Estamos de acuerdo en que hay que cambiar la forma de hacer política, no es que yo crea que hay que mantener la política tradicional. También coincido con el objetivo de bajar el gasto público, sobre todo aquellos empleos que se generan para maquillar la falta de trabajo genuino (hay empleo público que también es genuino y directa o indirectamente también genera riqueza). Es decir, en general apuntamos a lo mismo, queremos un mismo país donde cada uno pueda generar sus propios recursos y no ser una carga para el resto. Pero quizás no coincidimos tanto en las formas de alcanzar eso.

Después el término "justicia social" depende de cómo se lo entienda. Si es hacer caja para afanar, estamos de acuerdo en que es un verso. Pero para mí justicia social precisamente es garantizar buena educación y salud para todos los ciudadanos; incluyo también buena alimentación para todos los niños. Mi punto es que el enfoque hay que hacerlo tanto en lo económico como en lo social. Yo no creo que solucionando lo económico lo social se va a solucionar por decantación. Pero no digo que hay que inyectar más guita para mantener a los pobres, sino ver la manera de darles herramientas para que puedan progresar con su propio esfuerzo. Y creo que la gran mayoría estamos de acuerdo en eso, lo difícil es proponer cómo hacerlo. Porque no sólo depende de voluntad política, sino también de que se alineen las voluntades de todos los sectores sociales.
Miércoles 11/08/2021, 17:32:27
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Ni yankee, ni marxista...
Martes 17/08/2021, 00:56:32
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Escrito por angelitogarabat

Toda esta perorata se reduce a un simple: Ninguno de los dos modelos ha funcionado jamás.

Fin.


En nuestro pais, es jodido que algo funcione ...