Martes 13/06/2017, 19:09:54
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Escrito por Me matan limón
Estoy leyendo 1984. Y me estaba más o menos gustando hasta que...
-¿Hiciste esto antes?
-Pero claro. Cientos de veces..., o más bien decenas.
-¿Con miembros del Partido?
-Sí, siempre con miembros del Partido.
-¿Con miembros del Partido Interior?
-No, con esos cerdos. Muchos no dudarían si tuviesen la menor ocasión. No son tan santurrones como pretenden.
A Winstom se le aceleró el corazón. Lo había hecho decenas de veces: deseó que hubiesen sido cientas... miles.
Cualquier cosa que oliera a corrupción lo llenaba de una absurda esperanza. Quién sabe, tal vez el Partido estuviera corrompido bajo lla superficie y su culto al esfuerzo y negación de uno mismo fuese una pantalla para ocultar su iniquidad.
-Escucha. Con cuantos más hombres hayas estado, tanto mejor. ¿Lo entiendes?
-Sí, perfectamente.
-¡Odio la pureza y la bondad! Quiero que todo el mundo esté corrompido hasta el tuétano.
-Entonces has dado con la persona adecuada, cariño, porque lo estoy.
-¿Te gusta hacerlo? No quiero decir conmigo, sino hacerlo.
-Me encanta.
Era más de lo que necesitaba oir. La fuerza que haría pedazos el partido no era el amor de una persona, sino el puro instinto animal, el deseo indifirenciado.
Impresionante
literatura homosexual