Sábado 09/02/2019, 13:54:53
Letra vs. Música
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Obviamente ambas cosas son importantes y uno no tendría por qué renunciar a una cosa en favor de la otra. Si lo único importante fuera la letra, ¿para qué escuchar música? Sería preferible agarrar un libro de poesías inspiradas. Por otro lado, seguramente hay quienes sólo escuchan música por amor a la música, sin importarles la profundidad de las palabras o el entendimiento de las mismas cuando pertenecen a un idioma extraño; pero si la música no deja un mensaje que perdure, con el tiempo puede volverse repetitiva y cansadora para los oídos. Pero siempre hay excepciones para (casi) todo.
La misma música se puede dividir en ritmo y melodía. El ritmo mueve a la carne y la melodía acaricia al espíritu. Una melodía sin ritmo es sinónimo de muerte; y un ritmo sin melodía es puro jolgorio sin sentido. Ambas cosas son necesarias para los amantes de la buena música. Pero para no hacer el asunto más largo, sólo me voy a referir a la letra frente a la música en general.
Yo suelo comparar a la música con la belleza exterior de una persona: es lo primero que llama la atención a los sentidos físicos, pero cuando el ojo (oído) se acostumbra a verla (escucharla) pierde su encanto inicial, y con el paso del tiempo envejece y deja de ser atractiva. Por otro lado, la letra vendría a ser la belleza interior: algo que uno debe esforzarse en entender o interpretar, que puede adquirir cierto significado especial con el tiempo, y si tal cosa se encuentra el enamoramiento puede ser permanente.
Por mi parte tiendo a darle igual importancia a ambas cosas; pero hay casos en los que una canción se gana mi aprecio casi exclusivamente por la profundidad de su letra; y hay casos en los que una canción me atrae principalmente por sus atributos musicales. Bob Dylan es un ejemplo típico donde la letra es lo que sobresale, y no porque no sea capaz de escribir buenas melodías (basta con escuchar varias versiones de sus temas por otros artistas para darse cuenta de lo bien que suenan). El tema es que Dylan nunca le dio demasiada importancia a la grabación de sus canciones; sus primeros discos eran sólo su voz más una guitarra acústica y ocasionalmente una armónica; y cuando se decidió a grabar con una banda soporte, aun conservó un concepto minimalista de la música. A quienes aprendimos a amar el arte de Dylan eso ya no nos importa mucho; de hecho entendemos que es lo más adecuado, porque de esa manera sus maravillosas palabras pueden brillar con más intensidad, en lugar de quedar enterradas debajo de mil metros de virtuosismo instrumental.
En el extremo opuesto pondría a Jimi Hendrix, y no precisamente porque sus letras sean malas, ya que su genialidad también se manifestó a la hora de escribir. Pero en el caso de Hendrix la verdadera estrella es la guitarra, mientras que la letra (o incluso la misma canción) es un accesorio para darle un contexto a la explosión de virtuosismo, que no se limita a un mero exhibicionismo técnico sino que también demuestra mucha creatividad e inspiración. De hecho yo siempre digo que Hendrix tocaba con la guitarra lo que Dylan decía con las palabras. Con el solo hecho de comparar las versiones de Dylan y Hendrix del tema "All Along The Watchtower" uno puede notar la diferencia (y yo me alegro de ser capaz de disfrutar ambas interpretaciones, por diferentes motivos).
En el medio se encuentran todos mis otros artistas favoritos. Los Beatles empezaron con covers o canciones propias sin mucha inspiración en lo que se refiere a la letra, generalmente el típico tema de amor o desamor entre chico y chica; pero en el contexto de esos años (1963-65) su música era tan original y creativa que uno puede perdonar eso. Después, fundamentalmente desde Rubber Soul en adelante, sus letras se volvieron más complejas e inteligentes, en parte gracias a la influencia de Dylan. Temas como "Norwegian Wood", "Nowhere Man", "In My Life", "Eleanor Rigby", "Tomorrow Never Knows", "Strawberry Fields Forever" y "Hey Jude" han sabido combinar letras profundas con innovación musical y/o melodías cautivadoras.
Los Who son otro caso donde la letra y la música fueron bien de la mano, por ejemplo en las dos historias que desarrollaron en las óperas de rock Tommy y Quadrophenia; aunque mi disco favorito en todo sentido es Who's Next. Los Rolling Stones también escribieron letras interesantes añadidas a su sonido característico ("Satisfaction", "Paint It Black", "Ruby Tuesday", "Sympathy For The Devil", "Gimme Shelter", etc.); pero desde que comenzaron con "es sólo rock & roll pero me gusta" se volvieron demasiado genéricos para mi gusto, convirtiéndose en una parodia de ellos mismos. Los Doors, por su parte, fueron famosos por combinar las voladas letras de Jim Morrison con el talento musical de los otros miembros. Los Kinks también sobresalieron por la genialidad de sus letras, pero en su mejor momento fueron ignorados por no subirse al tren de la psicodelia. Los Yardbirds, por otro lado, no se destacaron por escribir buenas canciones, pero uno debe saber apreciarlos por lo esenciales que fueron para el desarrollo del hard rock. Incluso los Beach Boys, quienes al principio no salían de la temática romance/playa/autos, y en el mejor de los casos sus letras se basaban en incertidumbres de adolescencia, tienen un lugar reservado en el paraíso del rock por la complejidad de sus arreglos vocales (sin mencionar la tremenda importancia de Pet Sounds para la evolución del género). Por lo tanto, todos los grandes artistas han sabido explotar sus mejores virtudes, cubriendo falencias eventuales; pero una buena letra siempre ha sido un salto de calidad para una buena música, y viceversa.
Finalmente, quiero compartir un tema de los Byrds, quienes suelen ser considerados como los mejores intérpretes de Bob Dylan. Pero esta canción es un tema de su propia autoría (específicamente escrito por David Crosby) y es un fiel reflejo de una letra poderosa con una melodía simple, donde una música tenue busca generar un ambiente hipnótico para que las palabras fluyan...
Todos han sido quemados antes
Todos conocen el dolor
Cualquiera en este lugar podría decirte en tu cara
Por qué no deberías tratar de amar a alguien
Todos saben que nunca funciona
Todos lo saben y yo también
Conozco esa puerta que se cierra
Justo antes de entrar al sueño que ves
Conozco todo muy bien, cómo girar, cómo correr
Cómo esconderme detrás de un amargo muro de tristeza
Pero te mueres por dentro si escoges esconderte
Así que supongo que, en lugar de eso, te amaré
La misma música se puede dividir en ritmo y melodía. El ritmo mueve a la carne y la melodía acaricia al espíritu. Una melodía sin ritmo es sinónimo de muerte; y un ritmo sin melodía es puro jolgorio sin sentido. Ambas cosas son necesarias para los amantes de la buena música. Pero para no hacer el asunto más largo, sólo me voy a referir a la letra frente a la música en general.
Yo suelo comparar a la música con la belleza exterior de una persona: es lo primero que llama la atención a los sentidos físicos, pero cuando el ojo (oído) se acostumbra a verla (escucharla) pierde su encanto inicial, y con el paso del tiempo envejece y deja de ser atractiva. Por otro lado, la letra vendría a ser la belleza interior: algo que uno debe esforzarse en entender o interpretar, que puede adquirir cierto significado especial con el tiempo, y si tal cosa se encuentra el enamoramiento puede ser permanente.
Por mi parte tiendo a darle igual importancia a ambas cosas; pero hay casos en los que una canción se gana mi aprecio casi exclusivamente por la profundidad de su letra; y hay casos en los que una canción me atrae principalmente por sus atributos musicales. Bob Dylan es un ejemplo típico donde la letra es lo que sobresale, y no porque no sea capaz de escribir buenas melodías (basta con escuchar varias versiones de sus temas por otros artistas para darse cuenta de lo bien que suenan). El tema es que Dylan nunca le dio demasiada importancia a la grabación de sus canciones; sus primeros discos eran sólo su voz más una guitarra acústica y ocasionalmente una armónica; y cuando se decidió a grabar con una banda soporte, aun conservó un concepto minimalista de la música. A quienes aprendimos a amar el arte de Dylan eso ya no nos importa mucho; de hecho entendemos que es lo más adecuado, porque de esa manera sus maravillosas palabras pueden brillar con más intensidad, en lugar de quedar enterradas debajo de mil metros de virtuosismo instrumental.
En el extremo opuesto pondría a Jimi Hendrix, y no precisamente porque sus letras sean malas, ya que su genialidad también se manifestó a la hora de escribir. Pero en el caso de Hendrix la verdadera estrella es la guitarra, mientras que la letra (o incluso la misma canción) es un accesorio para darle un contexto a la explosión de virtuosismo, que no se limita a un mero exhibicionismo técnico sino que también demuestra mucha creatividad e inspiración. De hecho yo siempre digo que Hendrix tocaba con la guitarra lo que Dylan decía con las palabras. Con el solo hecho de comparar las versiones de Dylan y Hendrix del tema "All Along The Watchtower" uno puede notar la diferencia (y yo me alegro de ser capaz de disfrutar ambas interpretaciones, por diferentes motivos).
En el medio se encuentran todos mis otros artistas favoritos. Los Beatles empezaron con covers o canciones propias sin mucha inspiración en lo que se refiere a la letra, generalmente el típico tema de amor o desamor entre chico y chica; pero en el contexto de esos años (1963-65) su música era tan original y creativa que uno puede perdonar eso. Después, fundamentalmente desde Rubber Soul en adelante, sus letras se volvieron más complejas e inteligentes, en parte gracias a la influencia de Dylan. Temas como "Norwegian Wood", "Nowhere Man", "In My Life", "Eleanor Rigby", "Tomorrow Never Knows", "Strawberry Fields Forever" y "Hey Jude" han sabido combinar letras profundas con innovación musical y/o melodías cautivadoras.
Los Who son otro caso donde la letra y la música fueron bien de la mano, por ejemplo en las dos historias que desarrollaron en las óperas de rock Tommy y Quadrophenia; aunque mi disco favorito en todo sentido es Who's Next. Los Rolling Stones también escribieron letras interesantes añadidas a su sonido característico ("Satisfaction", "Paint It Black", "Ruby Tuesday", "Sympathy For The Devil", "Gimme Shelter", etc.); pero desde que comenzaron con "es sólo rock & roll pero me gusta" se volvieron demasiado genéricos para mi gusto, convirtiéndose en una parodia de ellos mismos. Los Doors, por su parte, fueron famosos por combinar las voladas letras de Jim Morrison con el talento musical de los otros miembros. Los Kinks también sobresalieron por la genialidad de sus letras, pero en su mejor momento fueron ignorados por no subirse al tren de la psicodelia. Los Yardbirds, por otro lado, no se destacaron por escribir buenas canciones, pero uno debe saber apreciarlos por lo esenciales que fueron para el desarrollo del hard rock. Incluso los Beach Boys, quienes al principio no salían de la temática romance/playa/autos, y en el mejor de los casos sus letras se basaban en incertidumbres de adolescencia, tienen un lugar reservado en el paraíso del rock por la complejidad de sus arreglos vocales (sin mencionar la tremenda importancia de Pet Sounds para la evolución del género). Por lo tanto, todos los grandes artistas han sabido explotar sus mejores virtudes, cubriendo falencias eventuales; pero una buena letra siempre ha sido un salto de calidad para una buena música, y viceversa.
Finalmente, quiero compartir un tema de los Byrds, quienes suelen ser considerados como los mejores intérpretes de Bob Dylan. Pero esta canción es un tema de su propia autoría (específicamente escrito por David Crosby) y es un fiel reflejo de una letra poderosa con una melodía simple, donde una música tenue busca generar un ambiente hipnótico para que las palabras fluyan...
Todos han sido quemados antes
Todos conocen el dolor
Cualquiera en este lugar podría decirte en tu cara
Por qué no deberías tratar de amar a alguien
Todos saben que nunca funciona
Todos lo saben y yo también
Conozco esa puerta que se cierra
Justo antes de entrar al sueño que ves
Conozco todo muy bien, cómo girar, cómo correr
Cómo esconderme detrás de un amargo muro de tristeza
Pero te mueres por dentro si escoges esconderte
Así que supongo que, en lugar de eso, te amaré