Martes 26/07/2016, 12:11:09
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[b]I Una cuestión general
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En primer lugar hay que dejar de evaluar a los jugadores con criterios que ya no aplican. Me tienen las bolas infladas los nostálgicos que comparan el mundo futbolístico contemporáneo con tiempos que ya no existen, con condiciones históricas que ya no se dan.
Creo que hay que desterrar esa idea nostálgica de que la pertenencia, la identidad de un jugador depende de la cantidad de partidos jugados en primera porque en el fútbol contemporáneo los clubes sudamericanos no tienen la capacidad de retener a sus joyas. Por tanto ese criterio no va más.
Creo que la identidad de un jugador se construye a lo largo de su carrera, pero lo que más marca siempre a cualquier ser humano es el origen, por lo tanto la formación en inferiores, el barrio o la pensión, lo que le haya tocado al jugador, es un rasgo determinante. Ese creo tiene que ser un criterio central a la hora de evaluar y pensar si un jugador puede ser referente y representativo de un club, cualquiera sea ese club.
[b]II Una cuestión particular
[/b]Puntualmentea Gustavo López lo considero un tipo icónico del rojo, alguien que hizo todas las inferiores, hincha del club y que nunca dejó de lado un modo de jugar y de interpretar el fútbol acorde a nuestra historia e idiosincracia como club.
El debate acerca de si debe considerarse ídolo o no, por lo que dije al principio, creo es erróneo encararlo por la cantidad de partidos jugados en primera, esa es una mirada muy pobre.
Yo creo que, junto a Milito, son los últimos dos ídolos genuinios que dio el club. Por qué? Porque ambos provienen de las inferiores, son hinchas, defienden una identidad futbolística acorde a nuestra tradición y fueron piezas claves, sobresalientes, en los equipos del rojo que obtuvieron los últimos títulos. En el caso de Gustavo López además formando el último verdadero equipo multicampeón que tuvimos (1 torneo local y tres títulos internacionales en dos años).
Incluso considero que Agüero, por ejemplo, no puede ser considerado ídolo. Es hincha, se identifica con el club, lo representa de algún modo y lo ha retribuido con inversiones, me saco el sombrero en ese sentido. Pero para convertirse en ídolo es necesario que obtenga algún título importante.
Igualmente esto queda abierto al debate, pero por favor, basta de criterios vetustos. Me saco el sombrero por Bochini y Pavoni, ídolos máximos indiscutibles e incluso considero que el club debería pagarles una especie de buena jubilación vitalicia, al estilo de las estrellas de la NBA ya que vistieron la casaca roja durante toda su carrera, fueron los que más títulos nos dieron y no pudieron hacer una diferencia económica. Pero basta de seguir mirando el fútbol con criterios de hace 30 años, hay que repensar porque al estar tan mercantilizado y al haber un abismo económico entre sudamerica y el resto del mundo los criterios de hace treinta años no sirven.
Todo muy lindo, pero se imponen otras miradas, más realistas.
Saludos