En ese gol, un periodista le dice al Bocha: "que suerte que justo le pegaste el puntazo".
El Bocha, tranquilo como siemore, le contesta: "¿qué puntazo? ¿no viste cómo le pegué? Le amagué y se la toque suave sobre la pierna apoyada. ¿de qué puntazo me hablás?
El gol lo ví mil veces. Y es cierto. Espera ese instante genial que lograba el Bocha y, cuando vio que el Loco tenía la pierna izquierda apoyada, se la toca por ahí para que no tenga reacción. A Gatti se lo ve torpe porque no puede moverse.