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CREAR TEMA

Jueves 06/10/2016, 11:47:09
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Escrito por Rojo2014


1. En primer lugar, te diría que cambió la sociedad y el vínculo con el fútbol, con llegada masiva de la TV y la transmisión de varios partidos por fecha, a partir de los 90.

Hoy TODOS los hinchas son parecidos. No es sólo nuestro caso. Los hinchas de Boca y River antes tenían perfiles muy diferentes, hoy son exactamente iguales.

Lo que quiero decir es que antes el hincha "se formaba" en la cancha y se nutría de una línea que venía de una tradición. Suena a verso de Menotti pero es así ¿En qué se basaba un hincha del Rojo en los 70s para saber qué jugador era o no "digno" de Independiente? En buena parte, escuchaban lo que decían los otros hinchas, más viejos (algunos podían ser sus familiares) que iban a la cancha.

Hoy los hinchas "se forman" en los medios -- las transmisiones de TV y los programas deportivos. Por eso son todos iguales.

2. El espíritu rasinguero es el espíritu del hincha con expectativas altas, constantemente golpeado por la realidad de los fracasos. Eso es lo que venimos atravesando, especialmente en los últimos 10 años. Guste o no, es imposible que el hincha sea inmune a una etapa larga de amarguras y desilusiones. Son cosas que te cambian, aunque no quieras.

3. Tanto el éxito como el fracaso se retroalimentan. El éxito genera confianza y trae más éxitos. Y lo mismo pasa con los fracasos.

La etapa de oro de Independiente (60s, 70s y 80s) estuvo marcada por una camada extraordinaria de dirigentes y por grandes equipos a los que muchas veces también los ayudó la suerte (los factores externos) en el momento justo.

La gloriosa tanda de Libertadores (72-75) nace a partir del equipo que gana el Metro 71. Ese torneo se gana porque Vélez pierde, inexplicablemente, los últimos dos partidos y se le va el campeonato del buche.

En esa época, en la Copa no jugaban 40 equipos. Si se te escapaba un año, capaz tenías que esperar 2 o 3 años para volver a jugarla.

Ni hablar de la famosa hazaña del Nacional 77. Ese equipo logró algo milagroso, seguro. Pero tuvieron enfrente un rival (Talleres) que no supo manejar la situación.

Ese partido lo empatamos en una contra. Mirá el video y fijate dónde esta Guibaudo (el arquero de Talleres) cuando Bochini hace el gol: deparramado al borde del área grande con una defensa completamente desarmada.

Si Talleres se hubiese parado con 4 defensores y hacían circular la pelota tranquilos (tenían muy buenos jugadores), no había forma de que se les escape.

En suma, para cortar la malaria hay que ser perseverante y cruzar los dedos, para que la suerte nos ayude cuando el equipo afloje.
Buena reflexión. Resulta interesante cuestionar esas cosas que nadie cuestiona. Es habitual la canonización de los éxitos y la cosa nunca es del todo como la pintan, sino mucho más terrenal.

En la época "dorada", si querés, Independiente era una isla. La mayoría de los clubes estaban fundidos por dirigentes corruptos y/o inútiles. La improvisación en la dirigencia no es un hecho moderno. El mundo futbolístico reconocía a esos gallegos amarretes como buenos administradores. La grandeza del club se perdió cuando se perdió la honestidad y la vocación por hacer las cosas bien.