Lunes 10/10/2016, 12:31:05
Balance rojo
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Independiente: el balance no copa pero tiene créditoPor Luis Stocik
A 120 días del inicio del trabajo de Gaby Milito en el Rojo, la balanza no se inclina para el lado del éxito. Eliminaciones coperas de manera temprana pesan más que el buen arranque en el torneo local
Hoy se cumplen 120 días de Gabriel Milito al frente del plantel de Independiente. El Mariscal llegó como técnico al club en un momento donde el fútbol del Rojo reclamaba actitud después de haberse quedado a las puertas de los objetivos planteados por muy poco. El ídolo del club tuvo inmenso consenso desde su arribo e intentó plasmar una idea de juego más allá de los nombres para imprimirle un sistema que hiciera de Independiente un equipo competitivo y lo devolviera a los primeros planos. En dos meses de competencia el entrenador debió afrontar dos fracasos en el ámbito copero, con la eliminación de la Copa Argentina y la Sudamericana, mientras se mantiene entre los punteros en el amanecer del extenso torneo local. Por el momento el proyecto de Milito se quedó en más expectativas que logros y deberá respaldar el crédito abierto con el andar en el campeonato.
Sin tiempo de pruebaEn poco tiempo Milito debió afrontar compromisos importantes. No tuvo tiempo de prueba y error más allá de los amistosos. Fue a matar o morir. Y se sabe que muchas veces el fútbol no da revancha en compromisos vitales. Milito lo sabía y para eso asumió. ¿Se pueden sacar conclusiones rápidas? Por ahí resulta apresurado, pero el presente de un equipo grande así lo requiere. La necesidad de volver a ser protagonistas en el plano internacional es una demanda del hincha y uno de los motivos por los que se lo contrató. Y lamentablemente sufrió dos duros golpes que dejó sin nada al Rojo y numerosos interrogantes sobre la figura del entrenador.Aunque se sabe que ante las derrotas surgen las dudas, hoy por hoy la gran mayoría espera a que con el tiempo se aprecie más la mano del DT. Es que Milito intentó plasmar un esquema por sobre los nombres y no siempre lo consiguió. Más allá de imponderables y rendimientos de refuerzos (ver aparte) hubo momentos en donde faltó rebeldía tanto dentro como fuera de la cancha y si bien es cierto que se pueden apreciar los conceptos básicos que pretende (tenencia de balón, salir jugando, utilizar los laterales y ser profundo) el equipo no consigue constancia e intensidad en su juego y solo ha podido demostrar destellos de buen fútbol.Al presente torneo le quedan diez fechas por delante antes de que culmine el año y ese será el momento indicado para realizar un balance más específico de la labor de Gabriel Milito al frente del Rojo. El objetivo sigue siendo luchar el torneo y al menos meterse entre los cuatro primeros para volver a la Libertadores. El tiempo lo dirá.
A 120 días del inicio del trabajo de Gaby Milito en el Rojo, la balanza no se inclina para el lado del éxito. Eliminaciones coperas de manera temprana pesan más que el buen arranque en el torneo local
Hoy se cumplen 120 días de Gabriel Milito al frente del plantel de Independiente. El Mariscal llegó como técnico al club en un momento donde el fútbol del Rojo reclamaba actitud después de haberse quedado a las puertas de los objetivos planteados por muy poco. El ídolo del club tuvo inmenso consenso desde su arribo e intentó plasmar una idea de juego más allá de los nombres para imprimirle un sistema que hiciera de Independiente un equipo competitivo y lo devolviera a los primeros planos. En dos meses de competencia el entrenador debió afrontar dos fracasos en el ámbito copero, con la eliminación de la Copa Argentina y la Sudamericana, mientras se mantiene entre los punteros en el amanecer del extenso torneo local. Por el momento el proyecto de Milito se quedó en más expectativas que logros y deberá respaldar el crédito abierto con el andar en el campeonato.
Sin tiempo de pruebaEn poco tiempo Milito debió afrontar compromisos importantes. No tuvo tiempo de prueba y error más allá de los amistosos. Fue a matar o morir. Y se sabe que muchas veces el fútbol no da revancha en compromisos vitales. Milito lo sabía y para eso asumió. ¿Se pueden sacar conclusiones rápidas? Por ahí resulta apresurado, pero el presente de un equipo grande así lo requiere. La necesidad de volver a ser protagonistas en el plano internacional es una demanda del hincha y uno de los motivos por los que se lo contrató. Y lamentablemente sufrió dos duros golpes que dejó sin nada al Rojo y numerosos interrogantes sobre la figura del entrenador.Aunque se sabe que ante las derrotas surgen las dudas, hoy por hoy la gran mayoría espera a que con el tiempo se aprecie más la mano del DT. Es que Milito intentó plasmar un esquema por sobre los nombres y no siempre lo consiguió. Más allá de imponderables y rendimientos de refuerzos (ver aparte) hubo momentos en donde faltó rebeldía tanto dentro como fuera de la cancha y si bien es cierto que se pueden apreciar los conceptos básicos que pretende (tenencia de balón, salir jugando, utilizar los laterales y ser profundo) el equipo no consigue constancia e intensidad en su juego y solo ha podido demostrar destellos de buen fútbol.Al presente torneo le quedan diez fechas por delante antes de que culmine el año y ese será el momento indicado para realizar un balance más específico de la labor de Gabriel Milito al frente del Rojo. El objetivo sigue siendo luchar el torneo y al menos meterse entre los cuatro primeros para volver a la Libertadores. El tiempo lo dirá.