Lunes 06/02/2017, 22:26:37
Con los brazos en alto
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Pavoni conversó con los futbolistas porque Holan quiere que se reedite el saludo que hacía el Rojo cuando salía a la cancha en sus épocas de gloria. Pura mística.
“Estuve hablando con el técnico, con varios de sus colaboradores y con los futbolistas. Quieren que el equipo vuelva a realizar el saludo mítico que hacíamos nosotros. Me parece una muy buena iniciativa y me encantaría que próximamente se empiece a poner en práctica”, le comentó Pavoni a Olé. La idea es tratar de inculcar, incluso mediante los detalles, el sentido de pertenencia que el Rojo perdió en los últimos años.Holan reconoció en más de una oportunidad que Pavoni fue uno de los ídolos de su infancia. En 2006, antes de comenzar a trabajar como colaborador de Jorge Burruchaga, el ex técnico de Defensa y Justicia tuvo la posibilidad de trabajar con el uruguayo en una escuela de fútbol de Independiente que funcionaba en el predio que el club posee en Wilde. Fue en ese momento cuando se conocieron y forjaron una amistad que perdura. “El Chivo fue mi ídolo. Los dos éramos laterales, pero la diferencia es que yo jugaba como Eber Ludueña”, contó Holan entre risas.Si se respeta la iniciativa, volverá el saludo de los brazos en alto. El tiempo dirá si el Rojo también logra recuperar un atisbo de aquella mística.Fuente: Olé
“Estuve hablando con el técnico, con varios de sus colaboradores y con los futbolistas. Quieren que el equipo vuelva a realizar el saludo mítico que hacíamos nosotros. Me parece una muy buena iniciativa y me encantaría que próximamente se empiece a poner en práctica”, le comentó Pavoni a Olé. La idea es tratar de inculcar, incluso mediante los detalles, el sentido de pertenencia que el Rojo perdió en los últimos años.Holan reconoció en más de una oportunidad que Pavoni fue uno de los ídolos de su infancia. En 2006, antes de comenzar a trabajar como colaborador de Jorge Burruchaga, el ex técnico de Defensa y Justicia tuvo la posibilidad de trabajar con el uruguayo en una escuela de fútbol de Independiente que funcionaba en el predio que el club posee en Wilde. Fue en ese momento cuando se conocieron y forjaron una amistad que perdura. “El Chivo fue mi ídolo. Los dos éramos laterales, pero la diferencia es que yo jugaba como Eber Ludueña”, contó Holan entre risas.Si se respeta la iniciativa, volverá el saludo de los brazos en alto. El tiempo dirá si el Rojo también logra recuperar un atisbo de aquella mística.Fuente: Olé
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