Viernes 11/01/2019, 10:47:19
Desmantelamiento?
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Era una respuesta al post de punkanario, pero prefiero ponerlo así para no desvirtuarle su tópico, porque me fui al carajo con lo extenso.
Te voy a dar mi punto de vista sobre la idea de un plantel 100 % transferible.
Todos tenemos precio. El tema no pasa por venderse, el problema es cuando te regalás.
Para vos, para mí y para los hinchas, esto es algo vinculado a la pasión, al amor desinteresado por el club. Pero para el jugador no es más que un trabajo. El más lindo del mundo quizás, pero un trabajo al fín. Y si vienen y te ofrecen un dinero superador, difícilmente quieras dejarlo pasar.
Si el futbolista pretende irse (criteriosamente, con una oferta que ambas partes reconozcan conveniente), no podés retenerlo. Porque su ánimo decaerá, su nivel bajará y decantará en un efecto contagio con el resto, que verá como el club le corta la carrera a un compañero.
¿Esto significa que debés abrirle la puerta a todos para que se vayan cuándo y cómo quieran? por supuesto que no. Por eso esta comisión -con muy buen tino- establece cláusulas de rescisión altísimas.
Yo diferencio dos clases de jugadores: el canterano y el contratado. El chico de inferiores debe ser más paciente y jugar en primera al menos 3 años. Porque no sólo está en juego la conveniencia económica, sino también el prestigio de la "marca" que lo produjo. En este caso, Independiente.
Barco es un ejemplo de lo que no se debe, a mi criterio, hacer con un juvenil. ¿Se lo vendió verde? Puede ser... para mí, fue la peor venta de esta gestión. Aunque hay que reconocer que tampoco fue que lo regalamos... 15 palos pagaron... Lo mismo que cobró rac*ng por un delantero de selección, de 20 años...
El resto, considero que estuvieron bien o muy bien. A saber:
Cuesta
Rigoni
Tagliafico
Meza
Gigliotti
Y no veo un desmantelamiento. Veo ventas estratégicas, en puestos cubiertos (Cuesta fue reemplazado por Franco-Figal; Rigoni por Meza; Taglia por S.Miño y Silva; Meza por Cecilio y Gigliotti por Silvio Romero y posiblemente Cueva)
Todos se compraron por menos de la mitad de lo que fueron vendidos. Y el caso de Meza es el mejor negocio que hizo en club en su historia.
Hoy, tenemos un plantel cotizadísimo. Estamos ultra competitivos y con muchas expectativas de ganar algo en 2019. Así como ganamos algo en 2017 y 2018.
Fue un mal año el 2018? Posiblemente. Pero por qué? porque el club fue con todo (física, mental y psicológicamente) detrás de la Libertadores. Y descartó la copa argentina y el torneo local. Con el diario del lunes decimos que fue un error. Nos venció a todos la ilusión de volver a ganarla. Al técnico, lamentablemente también. Pero soy optimista, de los errores se aprende mucho.
No hay forma de saberlo, pero estoy seguro de que si rivar no cometía el robo del siglo, el equipo hubiera ganado la copa... Ni gremio ni boc* eran rivales duros. Entonces, ¿fue un mal año? ¿o nos afanaron?
Volviendo al tema.
El movimiento es vida. Y un jugador es un producto perecedero. Están aquellos con mayor vencimiento y otros con menos. Ya que ponés a River como ejemplo positivo, veamos:
vendió al goleador de la libertadores 2014, Alario, en el mismo valor que Independiente vendió a meza. Y un año después se gastó casi todo en un tipo del que no sabían si rendiría: Pratto. Vendió también a su arquero campeón, Barovero, en 3 millones. Y gastó 6 en un arquero de 32 años....Se desprendió de mammana, balanta y el chico del betis, que no recuerdo el nombre. Todos por menos de 6 millones. Y trajo a Pinola, de 31 años, por 4.5 millones. Vendió a Kranevitter en 7 y trajo a De la cruz en 4. Y puedo seguir...
Por qué venden jugadores de rendimiento probado y compran otros que no se sabe cómo se adaptarán? Porque así debe ser. Motivacionalmente. Financieramente. Deportivamente. Para entender esto, hay una peli en Netflix muy buena: Moneyball. Si podés mirala, es buenísima.
No se casen con un jugador. Bochini hubo y habrá uno solo.
Abrazo, buen fin de semana.
Te voy a dar mi punto de vista sobre la idea de un plantel 100 % transferible.
Todos tenemos precio. El tema no pasa por venderse, el problema es cuando te regalás.
Para vos, para mí y para los hinchas, esto es algo vinculado a la pasión, al amor desinteresado por el club. Pero para el jugador no es más que un trabajo. El más lindo del mundo quizás, pero un trabajo al fín. Y si vienen y te ofrecen un dinero superador, difícilmente quieras dejarlo pasar.
Si el futbolista pretende irse (criteriosamente, con una oferta que ambas partes reconozcan conveniente), no podés retenerlo. Porque su ánimo decaerá, su nivel bajará y decantará en un efecto contagio con el resto, que verá como el club le corta la carrera a un compañero.
¿Esto significa que debés abrirle la puerta a todos para que se vayan cuándo y cómo quieran? por supuesto que no. Por eso esta comisión -con muy buen tino- establece cláusulas de rescisión altísimas.
Yo diferencio dos clases de jugadores: el canterano y el contratado. El chico de inferiores debe ser más paciente y jugar en primera al menos 3 años. Porque no sólo está en juego la conveniencia económica, sino también el prestigio de la "marca" que lo produjo. En este caso, Independiente.
Barco es un ejemplo de lo que no se debe, a mi criterio, hacer con un juvenil. ¿Se lo vendió verde? Puede ser... para mí, fue la peor venta de esta gestión. Aunque hay que reconocer que tampoco fue que lo regalamos... 15 palos pagaron... Lo mismo que cobró rac*ng por un delantero de selección, de 20 años...
El resto, considero que estuvieron bien o muy bien. A saber:
Cuesta
Rigoni
Tagliafico
Meza
Gigliotti
Y no veo un desmantelamiento. Veo ventas estratégicas, en puestos cubiertos (Cuesta fue reemplazado por Franco-Figal; Rigoni por Meza; Taglia por S.Miño y Silva; Meza por Cecilio y Gigliotti por Silvio Romero y posiblemente Cueva)
Todos se compraron por menos de la mitad de lo que fueron vendidos. Y el caso de Meza es el mejor negocio que hizo en club en su historia.
Hoy, tenemos un plantel cotizadísimo. Estamos ultra competitivos y con muchas expectativas de ganar algo en 2019. Así como ganamos algo en 2017 y 2018.
Fue un mal año el 2018? Posiblemente. Pero por qué? porque el club fue con todo (física, mental y psicológicamente) detrás de la Libertadores. Y descartó la copa argentina y el torneo local. Con el diario del lunes decimos que fue un error. Nos venció a todos la ilusión de volver a ganarla. Al técnico, lamentablemente también. Pero soy optimista, de los errores se aprende mucho.
No hay forma de saberlo, pero estoy seguro de que si rivar no cometía el robo del siglo, el equipo hubiera ganado la copa... Ni gremio ni boc* eran rivales duros. Entonces, ¿fue un mal año? ¿o nos afanaron?
Volviendo al tema.
El movimiento es vida. Y un jugador es un producto perecedero. Están aquellos con mayor vencimiento y otros con menos. Ya que ponés a River como ejemplo positivo, veamos:
vendió al goleador de la libertadores 2014, Alario, en el mismo valor que Independiente vendió a meza. Y un año después se gastó casi todo en un tipo del que no sabían si rendiría: Pratto. Vendió también a su arquero campeón, Barovero, en 3 millones. Y gastó 6 en un arquero de 32 años....Se desprendió de mammana, balanta y el chico del betis, que no recuerdo el nombre. Todos por menos de 6 millones. Y trajo a Pinola, de 31 años, por 4.5 millones. Vendió a Kranevitter en 7 y trajo a De la cruz en 4. Y puedo seguir...
Por qué venden jugadores de rendimiento probado y compran otros que no se sabe cómo se adaptarán? Porque así debe ser. Motivacionalmente. Financieramente. Deportivamente. Para entender esto, hay una peli en Netflix muy buena: Moneyball. Si podés mirala, es buenísima.
No se casen con un jugador. Bochini hubo y habrá uno solo.
Abrazo, buen fin de semana.