Domingo 10/05/2020, 17:47:46
Tuzzio - Ameli
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"Les quiero contar a todos lo que hizo este hijo de mil putas que decía ser mi amigo… El malparido se está acostando con mi mujer hace dos meses...”.
Pasaron ya 15 años de estas palabras que escupió, con el más amargo de los venenos, Eduardo Tuzzio en una reunión grupal en el medio de la cancha. En mayo de 2005, el River de Leonardo Astrada que 12 meses antes había perdido la semifinal de la Copa Libertadores contra Boca, por penales en Núñez, se convirtió abruptamente en el escenario de una novela repleta de capítulos dramáticos, increíbles, que rozaron el límite de lo policial. En un caos tremendo provocado por una de las peores traiciones del hombre. Una traición central: Horacio Ameli estaba teniendo una relación de amante con la esposa de su íntimo amigo Tuzzio, también compañero de zaga en aquel equipo.
En el mismo instante que Tuzzio blanqueó la situación, que había descubierto en charlas de messenger, se produjo un quiebre en el grupo: Franco Costanzo intentó agarrar del cuello al Coco, muchos fueron a separar al arquero del defensor y otros quedaron atónitos sin saber cómo actuar, si sumarse a la reacción de Costanzo, tratar de transmitir calma o abrazar al compañero afectado.
Tuzzio dejó el hogar familiar y se refugió en la casa de Pablo Michelini, referente del San Lorenzo de Manuel Pellegrini campeón del Clausura 2001, en el que Tuzzio y Ameli habían formado ese vínculo muy fuerte. En esos días caóticos, en los que ya empezaba a ser víctima de las cargadas de rivales por los rumores que circulaban antes de que el conflicto detonara en toda su dimensión como ocurriría luego, Tuzzio estaba tan cegado por la venganza que llegó a ir a los entrenamientos de River con una pistola en la guantera de su Audi negro. Es más: en esos días hasta circularon versiones de que había pensado en contratar un sicario...
Al término de ese dramático primer semestre de 2005, el Astrada separó del plantel a los dos futbolistas a modo de “sanciones disciplinarias” y luego presentó su renuncia. Tuzzio decidió que la mejor forma de “quemar esa etapa” era irse del país y partió al Mallorca de España (a préstamo por una temporada) mientras que Ameli pasó a entrenarse con los pibes de la Cuarta en Núñez. Coco fue reincorporado por Mostaza Merlo, el sucesor de Astrada, por pedido expreso a Aguilar, pero sólo por pocas horas: “Es él o nosotros”, se le plantó Marcelo Gallardo al nuevo DT (el inicio de otra relación tormentosa), como líder de un grupo que rechazó en forma unánime volver a compartir el vestuario con el “traidor” del Coco, que se tuvo que volver a la casa sin siquiera cambiarse...
Es un tema dificil de tocar por el respeto que me genera Eduardo Tuzzio, pero quiero que recuerden por lo que paso este SEÑOR con todas las letras.
Su mejor amigo con el que compartio varios años lo termino re cagando y se tuvo que separar de su mujer de toda la vida con la que tenia formada una familia con tres hijos.
A pesar de ser el perjudicado se tuvo que bancar las cargadas de todo el ambiente del futbol y del periodismo, hasta se tuvo que ir del pais.
Todos sabemos como termino la historia, cuando se incorpora al rojo llega como un lider silencioso, de perfil bajo y mas alla de haberse consagrado campeon con actuaciones epicas siempre se lo va a recordar por su sacrificio, dedicacion, el amor a la camiseta y el respeto al club.
Un ejemplo de vida y de superacion.
Pasaron ya 15 años de estas palabras que escupió, con el más amargo de los venenos, Eduardo Tuzzio en una reunión grupal en el medio de la cancha. En mayo de 2005, el River de Leonardo Astrada que 12 meses antes había perdido la semifinal de la Copa Libertadores contra Boca, por penales en Núñez, se convirtió abruptamente en el escenario de una novela repleta de capítulos dramáticos, increíbles, que rozaron el límite de lo policial. En un caos tremendo provocado por una de las peores traiciones del hombre. Una traición central: Horacio Ameli estaba teniendo una relación de amante con la esposa de su íntimo amigo Tuzzio, también compañero de zaga en aquel equipo.
En el mismo instante que Tuzzio blanqueó la situación, que había descubierto en charlas de messenger, se produjo un quiebre en el grupo: Franco Costanzo intentó agarrar del cuello al Coco, muchos fueron a separar al arquero del defensor y otros quedaron atónitos sin saber cómo actuar, si sumarse a la reacción de Costanzo, tratar de transmitir calma o abrazar al compañero afectado.
Tuzzio dejó el hogar familiar y se refugió en la casa de Pablo Michelini, referente del San Lorenzo de Manuel Pellegrini campeón del Clausura 2001, en el que Tuzzio y Ameli habían formado ese vínculo muy fuerte. En esos días caóticos, en los que ya empezaba a ser víctima de las cargadas de rivales por los rumores que circulaban antes de que el conflicto detonara en toda su dimensión como ocurriría luego, Tuzzio estaba tan cegado por la venganza que llegó a ir a los entrenamientos de River con una pistola en la guantera de su Audi negro. Es más: en esos días hasta circularon versiones de que había pensado en contratar un sicario...
Al término de ese dramático primer semestre de 2005, el Astrada separó del plantel a los dos futbolistas a modo de “sanciones disciplinarias” y luego presentó su renuncia. Tuzzio decidió que la mejor forma de “quemar esa etapa” era irse del país y partió al Mallorca de España (a préstamo por una temporada) mientras que Ameli pasó a entrenarse con los pibes de la Cuarta en Núñez. Coco fue reincorporado por Mostaza Merlo, el sucesor de Astrada, por pedido expreso a Aguilar, pero sólo por pocas horas: “Es él o nosotros”, se le plantó Marcelo Gallardo al nuevo DT (el inicio de otra relación tormentosa), como líder de un grupo que rechazó en forma unánime volver a compartir el vestuario con el “traidor” del Coco, que se tuvo que volver a la casa sin siquiera cambiarse...
Es un tema dificil de tocar por el respeto que me genera Eduardo Tuzzio, pero quiero que recuerden por lo que paso este SEÑOR con todas las letras.
Su mejor amigo con el que compartio varios años lo termino re cagando y se tuvo que separar de su mujer de toda la vida con la que tenia formada una familia con tres hijos.
A pesar de ser el perjudicado se tuvo que bancar las cargadas de todo el ambiente del futbol y del periodismo, hasta se tuvo que ir del pais.
Todos sabemos como termino la historia, cuando se incorpora al rojo llega como un lider silencioso, de perfil bajo y mas alla de haberse consagrado campeon con actuaciones epicas siempre se lo va a recordar por su sacrificio, dedicacion, el amor a la camiseta y el respeto al club.
Un ejemplo de vida y de superacion.